Leonor Zalabata: la primera mujer indígena embajadora de Colombia ante la ONU

Gustavo Petro designó a Leonor Zalabata Torres como nueva embajadora de la ONU en Nueva York, uno de los cargos más importantes frente a este organismo multilateral.

Zalabata tendrá entre sus tareas principales mantener un enlace permanente con la organización internacional y diplomáticos de otros países, además de representar a Colombia y sus intereses ante la ONU. Entre sus principales labores deberá informar al gobierno de Petro lo que suceda allí y mantener las relaciones con los demás países pertenecientes.

Un hecho principal que llama la atención es que el cargo por primera vez será ocupado por una mujer indígena. Para muchos, este ha sido un mensaje poderoso del nuevo mandatario, que en la mañana de este martes designó a tres líderes indígenas en importantes cargos del país.

Lo más probable es que Zalabata cause interés para el organismo internacional y con los demás delegados con los que tendrá que convivir en Estados Unidos. A su designación se le suma la de Luis Gilberto Murillo, el primer embajador negro que también estará en ese país representando a Colombia.

Pero más allá de ese dato que no deja de ser curioso, ¿qué trayectoria tiene Zalabata? ¿De quién se trata? Es líder indígena del pueblo arhuaco, que habita la Sierra Nevada de Santa Marta. Desde allí ha liderado distintas luchas por esas comunidades, especialmente en la defensa del territorio.

Es auxiliar de odontología social, por lo que ayudó a miembros de su comunidad, tras ese aprendizaje, en materia de salud pública. Pero más allá de sus conocimientos en el sector, lo que más le apasiona y en lo que se ha enfocado es en el trabajo social y el liderazgo indígena que ha ejercido.

Zalabata participó en la Asamblea Nacional Constituyente en 1991 en la mesa delegada para los derechos de las comunidades indígenas, por lo que fue cercana al exsenador indígena Lorenzo Muelas, que posteriormente fue asesinado.

Uno de los hechos más polémicos en su trayectoria fue la toma a la Conferencia Episcopal en 1996, en la que unos 80 pueblos indígenas se manifestaron en la santa sede en Bogotá para exigir que se protegieran sus derechos. Esa manifestación duró más de un mes.

Zalabata fue protagonista en las conversaciones que se dieron entre el gobierno del expresidente Andrés Pastrana y las Farc. La líder indígena llegó hasta la zona de distensión del Caguán donde conversó con excomandantes de esa guerrilla para confrontarlos y pedirles que dejaran convivir a sus territorios de la Sierra Nevada. Aunque algunos destacaron su valentía, hoy la violencia persiste en ese espacio.

Por su trabajo, Zalabata ha recibido múltiples reconocimientos, como una placa de exaltación del Instituto de Cultura del Cesar, el premio Anna Lindh que recibió en Estocolmo, Suecia; un premio de divulgación científica en la Universidad del Rosario, la medalla al Mérito Orden Gran Cruz Extraordinaria de la Gobernación del Cesar en 2007, fue candidata para el premio Héroes del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y fue exaltada en un encuentro continental de mujeres indígenas en Guatemala, entre otros reconocimientos.

El nombramiento ya ha generado exaltación en algunos sectores, especialmente de la izquierda e indígenas. Desde el Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais) celebraron el nombramiento de Zalabata y el de Patricia Tobón como directora de la Unidad de Víctimas y de Giovani Yule como director de Restitución de Tierras.

El senador Armando Benedetti, una de las caras visibles del petrismo dijo que conoció a Zalabata hace unos meses y exaltó su sabiduría. “Tuve el honor de compartir con Leonor Zalabata, una sabia arhuaca de la Sierra Nevada. Sin duda una designación que rompe cualquier esquema. Su voz nos representará ante las Naciones Unidas en New York”, comentó Benedetti. La ONU Derechos Humanos en Colombia también saludó los nombramientos de Petro.