Política
Líos en el Pacto Histórico para convertirse en un partido único. Egos, peleas y divisiones tienen en jaque a la izquierda
La idea de consolidar un partido único alrededor del Pacto Histórico está cocinándose, pero cada día se conocen más divisiones internas. El camino es espinoso.
“La izquierda prefiere perder el poder a tener que compartirlo”, dijo Gustavo Bolívar hace cinco años y repitió la frase recientemente en una reunión con integrantes del progresismo en la que habló, entre otras cosas, del panorama electoral de la izquierda para 2026.
Esos audios revelados por SEMANA generaron un amplio debate, pero más allá de la polémica, lo cierto es que las declaraciones del actual director del Departamento de Prosperidad Social revelan una profunda división interna. Nadie parece dispuesto a ceder, lo que dificulta la consolidación de un partido único: una alianza de izquierda que busca unificar su personería jurídica para fortalecerse de cara a las próximas elecciones al Congreso y a la presidencia.
Aunque el progresismo quiera vender a la opinión pública esta alianza como el fortalecimiento de los sectores alternativos, la realidad es que es un salvavidas para que no desaparezcan una docena de colectividades que seguramente no alcanzarían el umbral, requisito necesario para mantener la personería jurídica en los comicios de 2026, cuando se elija al nuevo Congreso.
Antes de la elección de Gustavo Petro como presidente de Colombia, el Pacto Histórico surgió como una coalición con el apoyo de unos 13 partidos, pero con el paso del tiempo esa cifra creció y ya son unos 25 que, sin embargo, no tendrían vida propia en las urnas como es el caso de Comunes y la UP, entre otros.
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No obstante, el asunto es de egos porque, por ejemplo, en el Polo Democrático o en la Colombia Humana no ven necesaria una alianza, ya que tiene suficiente fuerza política para medirse en las urnas.
Además, está el caso del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), que cuenta con protección constitucional y tiene curules aseguradas para representar a los indígenas. Si deciden ingresar al partido único podrían venirse demandas. Lo cierto es que David Racero, María José Pizarro y Heráclito Landínez, todos del Mais, ya dieron el primer paso y les fue aceptada la escisión, por lo que podrán salir de allí sin ser sancionados por doble militancia.
Si, por ejemplo, lograran ponerse de acuerdo todos los partidos para conformar esa alianza, después vendría una etapa más espinosa y es definir cómo se organizarán, quiénes serán los directores, los delegados, la conformación de estatutos y de las listas al Congreso, en las que todos tienen intereses particulares. Estos asuntos hacen que la consolidación del partido único, por ahora, sea un saludo a la bandera que al final llevará a la izquierda a un fracaso político, como el mismo Bolívar lo reconoció en los audios revelados por SEMANA.
“Tengo que decirlo, para empezar, que en la izquierda no tenemos, o por lo menos en la izquierda colombiana, vocación de trabajo en equipo. Cada persona y cada partido quiere su propia agenda, eso nos ha matado terriblemente. Acá cada partido tiene su agenda y cada persona de cada partido. Así, en un mismo partido puede haber cinco o seis líderes y cada uno hace lo suyo y por su lado”.
Bolívar destapó otro problema y es que si las listas son cerradas, no habrá cupo para tanta gente y no está definido quién elegiría los primeros lugares, que seguramente serían los únicos con opción de llegar al Congreso. Sobre todo porque los congresistas actuales quieren aspirar nuevamente.
“A nosotros nos ha costado y eso va a tener dos problemas: uno, que para las elecciones parlamentarias se pierdan muchas personerías, porque si se van solos no hay posibilidad de que un partido chiquito saque el umbral. Y, dos, que si ya se unen, pues obviamente la elaboración de estas listas va a ser una guerra porque, hay que decirlo, no hemos tenido la suerte de contar con un sistema democrático para elaborar esas listas y obviamente la gente está inconforme porque no quiere seguir haciendo cola y ahora menos, dado que la cola creció”.
Una salida sería hacer una consulta popular para elegir a los candidatos al Congreso y evitar que algunos de los actuales, con muy poco trabajo legislativo, estén en las listas, pero ese asunto aún está siendo tratado. El presidente Petro le apuesta a esta alianza porque si no se consolida será muy difícil que el progresismo pueda continuar en el poder. Ha enviado reiterados mensajes, pero nada que se logran acuerdos.