POLÍTICA
Los cinco puntos que tienen a la reforma a la salud en pronóstico reservado
El proyecto está en medio de líos jurídicos y agudos enfrentamientos políticos.
A medida que pasa el tiempo, la reforma a la salud, radicada la semana pasada por el Gobierno de Gustavo Petro, parece enredarse cada vez más.
El proyecto es sensible porque transforma casi el 80 % del sistema de salud, incluido el posible marchitamiento de las EPS. Pero, curiosamente, el mayor obstáculo hasta el momento no son los asuntos de fondo, sino las peleas políticas que se han generado alrededor del tema y que tienen esta iniciativa en pronóstico reservado.
Pelea entre Roy y la ministra Corcho
La reforma a la salud logró un hecho que hasta hace poco impensable: El presidente del Congreso, Roy Barreras, alfil del Gobierno en el Legislativo, no tuvo problema en irse lanza en ristre contra la ministra de Salud, Carolina Corcho.
Tal como lo advirtió en entrevista con SEMANA, Barreras calificó a la funcionaria como “arrogante”, “activista” y “radical”. Y se mostró “muy preocupado” por la reforma a la salud. El senador considera que Corcho está obrando mal y tiene una desafortunada característica que no es buena y no es justa en ningún ministro, la arrogancia.
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Se “observa con preocupación la feroz resistencia que desde los gremios, los medios, algunos partidos políticos, especialmente los de oposición, inclusive algunos militantes de los partidos y movimientos integrantes del Pacto Histórico con responsabilidades políticas, han ejercido contra la reforma a la salud que presentó a consideración del Congreso de la República la doctora Carolina Corcho, ministra de Salud, desde mucho antes de ser publicado el texto y a pesar de haber sido socializado con técnicos, políticos, administradores y medios”, se lee en el comunicado.
Este tipo de peleas al interior del partido de gobierno en nada ayudan al trámite de la reforma.
Fricciones en el gabinete
Pero, si en el Pacto Histórico llueve, en el gabinete del presidente Gustavo Petro no escampa. Tanto, que el jefe de Estado salió a desmentir este lunes a los miembros de su gabinete, que en los últimos días habían expresado reparos a la reforma a la salud y habían asegurado que no tuvieron en cuenta sus sugerencias.
“No es cierto”, dijo Petro en un trino, que no haya atendido las observaciones que cuatro miembros del gabinete le hicieron sobre ese tema.
La más contundente en denunciar que fue desoída fue la ministra de Agricultura, Cecilia López.
“Vimos el proyecto final solo horas antes de que se presentara”, dijo la ministra López, con un claro dejo de desaprobación. “La verdad es que nosotros –agregó– sí peleamos porque fuera un régimen mixto”.
López, quien fue presidenta del antiguo Instituto de los Seguros Sociales –figura similar a la que quiere volver Petro con su proyecto–, dijo que esa institución fue en alto grado ineficiente y un “foco de “corrupción”.
“Yo sé lo que es la corrupción en la salud y a mí me aterra que eso se repita y eso lo tenía que decir”, insistió la hoy ministra de Agricultura, en entrevista con Noticias RCN.
El otro ministro que, mediante un documento puntual, se opuso a la reforma de Corcho y que tampoco fue escuchado ni por el presidente ni por su colega, fue el actual ministro de Educación, Alejandro Gaviria.
Gaviria, quien fue ministro de Salud durante ocho años en el gobierno de Juan Manuel Santos, también advirtió sobre el peligro que un modelo completamente estatal, en salud, tendría para las vidas de los colombianos.
Por su parte, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, si bien no ha hecho pronunciamientos públicos, no ha enviado el concepto económico que requiere la reforma para continuar su trámite. El funcionario tiene dudas sobre los impactos de la iniciativa en las finanzas del país.
Negativa a eliminar las EPS
Para que la reforma a la salud llegue a buen puerto, necesita sí o sí del apoyo de los partidos tradicionales que hacen parte de la coalición: la U, conservadores y liberales.
El problema es que estos tres partidos han coincidido en que no se pueden eliminar las EPS, a pesar de que este es uno de los puntos centrales de la reforma, en la que si bien no se habla como tal de desaparición, sí las transforma de tal manera que terminaría acabándose.
“El aseguramiento hay que mantenerlo. Hay muchas cosas que se han ganado, un plan de beneficios, la tutela, que sirve para cuando no se respeta el derecho, son ganancias que se dieron en esa época”, aseguró la directora del Partido de la U, Dilian Francisca Toro.
¿Estatutaria u ordinaria?
La discusión que se ha generado sobre si la reforma a la salud es una ley estatutaria o una ley ordinaria seguramente generará traumatismos y retrasos en el trámite del proyecto.
Las normas ordinarias tienen un trámite más simple que las estatutarias, por eso el Gobierno se la jugó por esta vía. A pesar de que desde la semana pasada, según conoció SEMANA, el proyecto fue enviado a la Comisión Séptima de la Cámara, que es donde se tramitan este tipo de proyectos y el presidente de esta corporación, David Racero también confirmó que esta es la vía adecuada, aún subsisten dudas.
El asunto es que por más de que el Gobierno y el presidente de la Cámara digan una cosa, al momento de dar el debate, los congresistas tienen la potestad de plantear de nuevo la discusión o incluso de pedir un concepto del Consejo de Estado, lo que podría retrasar la iniciativa.
Petro perdió primer pulso en las calles
La semana pasada, el presidente Gustavo Petro convocó a movilizaciones en apoyo a sus reformas, especialmente la de la salud. Sin embargo la concentración de personas no fue la esperada, mientras que la oposición, que también hizo sus propias marchas logró sacar más gente a las calles.
Las cifras de la Alcaldía, en el caso de Bogotá, fueron claras: en las marchas a favor del Gobierno hubo 2.000 personas, mientras que en las de la oposición fueron 15.000. El jefe de Estado perdió ese pulso.
Lo sucedido lo resumió muy bien la representante Catherine Juvinao: “El peligro de privilegiar las calles por encima de los espacios institucionales para debatir las reformas es que el día que la oposición saque más gente a las calles, ¿ahí qué hacemos? Porque al pueblo hay que escucharlo, de un lado y del otro. Cuidado con escupir para arriba”.