NACIÓN
“Los hptas no aceptaron mi propuesta”: insultos de Nicolás Petro contra Polo Democrático, según chats con su exesposa Day Vásquez
SEMANA revela nuevas conversaciones del hijo del presidente con su exesposa, al calor de la campaña al Congreso.
En junio de 2021, cuando empezaba a calentar motores la campaña al Congreso, el diputado Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, estaba visiblemente molesto con el Polo Democrático, uno de los partidos que luego terminó conformando la coalición del Pacto Histórico en las elecciones presidenciales, en las que su padre ganó.
Según nuevos chats entre él y su exesposa Day Vásquez, conocidos por SEMANA, había indignación porque el Polo no aceptó una propuesta de cara a las elecciones al Congreso, en marzo del 2022.
La conversación se dio el 15 de junio hacia las 5:25 de la tarde.
N. P.: Los hptas del Polo no aceptaron mi propuesta de la consulta abierta para el tema de la Cámara.
D. V.: Mmmmm.
D. V.: Entonces.
N. P.: No sé.
N. P.: Pero estoy aburrido.
D. V.: Mmmm.
En medio de su molestia, Nicolás le pide a su entonces esposa que le ayude a publicar un mensaje en sus redes sociales.
N. P.: Propuse una consulta abierta para que sea la ciudadanía quien escoja los candidatos y candidatas del #PactoHistórico para la Cámara de Representantes en el departamento del Atlántico. El objetivo es fortalecer y afianzar democráticamente el proceso alternativo en el departamento.
N. P.: Amor pon este mensaje en el Facebook.
D. V.: No hay que saturar mucho Facebook.
D. V.: Ya lo puse.
N. P.: Pero ajá toca poner eso para que sepan que proponemos eso.
Estas son las pruebas contra Nicolás Petro: SEMANA destapa más de 1.600 páginas de chats entre el hijo del presidente y su exesposa Day Vásquez; así movían millonarias sumas de dinero
La mañana del 17 de junio del año pasado fue muy agitada para Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente Gustavo Petro. Hacia las 8:20 a. m., le envió un mensaje por WhatsApp a su entonces esposa, Day Vásquez. “Tenemos que sacar $ de aquí urgentemente”, le pidió a ella, faltando apenas dos días para la segunda vuelta presidencial.
D. V.: ¿Y para dónde?
N. P.: No sé.
N. P.: Pero tenemos que hacerlo.
D. V.: Dile a Germán.
D. V.: O a tu primo.
N. P.: No tiene en dónde.
N. P.: Mete eso en la maleta.
D. V.: Mételo tú.
D. V.: Eso pesa.
D. V.: Yo no puedo.
N. P.: En una maleta, y dile a tu papá que traiga el carro urgentemente.
La angustia permanente de Nicolás por hacer lobby, conseguir plata, invertirla en una casa y “vivir bien” es muy evidente. Así queda registrado en las conversaciones de WhatsApp que Day le entregó en exclusiva a SEMANA. Ahí está todo lo que ambos conversaron entre el 5 de enero de 2021 y el 22 de enero de 2023. En total, son 1.600 páginas con sorprendentes revelaciones.
Vea la entrevista de Vicky Dávila, directora de SEMANA, con Day Vásquez
Esa mañana del 17 de junio, ante las súplicas de Nicolás para que el papá de Day transportara el dinero en una maleta de forma inmediata, ella se negó rotundamente y le lanzó una seria advertencia por lo que podría ocurrir, faltando 48 horas para que Petro ganara la presidencia en las urnas.
D. V.: No.
N. P.: ¿No qué?
N. P.: Hazlo.
D. V.: Paran ese carro y tronco de mierdero.
Ante ese campanazo, Nicolás accedió. Sin dar mayores detalles, le dijo a ella: “Ya metí eso”. Day le pidió: “Hay que mover la cuenta hoy”.
Escuche a María Isabel Rueda hablar del escándalo de Nicolás Petro
Day Vásquez, en entrevista exclusiva con Vicky Dávila, directora de SEMANA, denunció que Nicolás en la campaña presidencial de 2022 recibió 600 millones de pesos del exnarcotraficante Santa Lopesierra, conocido como el ‘Hombre Marlboro’, y otros 400 millones de pesos que, según ella, entregó el hijo del polémico ‘Turco’ Hilsaca. Aunque dijo que los dineros iban dirigidos a la campaña presidencial de Petro, la mujer aseguró que su entonces esposo se quedó con todo para comprar una lujosa casa en Villa Campestre, en Barranquilla.
SEMANA revisó los chats, y la plata es uno de los temas más recurrentes. Por ejemplo, el 9 de febrero de 2022, a las 12:57 p. m., Nicolás le escribió a Day para que usaran urgentemente los recursos en la adquisición precisamente de la vivienda ante el temor de que les robaran el dinero. Ese día, su entonces esposa encendió aún más las alarmas al contar que se le perdieron 1.500.000 pesos de su bolso. Por eso, propuso instalar cámaras para vigilar el dinero.
D. V.: Y cuando regresé, el bolso estaba cerrado.
D. V.: Y me faltaba plata.
D. V.: Yo siempre sé lo que tengo.
D. V.: Y no hemos gastado nada acá estos días.
D. V.: Tenía 4.800.
D. V.: Y hay 3.300.
N. P.: Mmmmmm.
N. P.: Eso sí es grave.
D. V.: Por eso quiero poner las cámaras y no decirle.
N. P.: Y yo siempre te lo he dicho.
N. P.: Tú eres muy confiada.
Nicolás expresó temor por el grueso del dinero que había para custodiar y habló con su esposa de una maleta donde estaban los billetes. Ella le contó que, por seguridad, una parte del dinero estaba escondida en “otra parte”. Nicolás, ese mismo 9 de febrero, le volvió a insistir en la compra de la casa “para ir saliendo de eso”, en referencia a la plata en efectivo. Las dudas aumentaron luego de que Day contó que el dinero estaba en una caja fuerte, pero se dañó. A ambos les asustaba que los robaran o se perdiera el dinero.
D. V.: Es que no puedo andar con las cosas encima todo el tiempo.
N. P.: No, es que no cargues toda esa plata encima.
N. P.: Escóndela.
N. P.: Y quién sabe si nos han sacado de la maleta.
D. V.: Cómo van a sacar si está la caja fuerte.
D. V.: Lo que sí estoy pensando es que la caja fuerte anterior se dañó de un momento a otro.
N. P.: Recuerda qué hay full afuera.
D. V.: Eso no lo tengo en la maleta.
N. P.: ¿Y entonces dónde lo tienes?
D. V.: Escondido en otra parte.
D. V.: No podía dejar todo en un mismo sitio.
D. V.: Porque es peor.
D. V.: Iba solo a abrir la maleta.
D. V.: Ya mi papá compró la otra caja fuerte.
D. V.: Que es de más seguridad.
D. V.: Y eso no se puede abrir ni mover así no más.
D. V.: Pesa mucho.
N. P.: Mmmm, bueno.
N. P.: Es bueno que acepten lo de la casa para ir saliendo de eso.
Sin embargo, pese a las medidas que adoptaron, hubo plata que se extravió. El 8 de julio del año pasado, a menos de un mes de la posesión del presidente Gustavo Petro, Day buscó afanosamente a Nicolás, a las 9:51 a. m.
D. V.: Falta 150 en cada fajo.
N. P.: Mmmmm.
N. P.: ¿En cuál?
D. V.: En la que entregaron ayer.
Cada semana la prevención era mayor. En un momento dado, ambos discutieron porque Nicolás le pidió a Day que asumiera el rol de vigilar todo. El 15 de julio, a las 7:33 a. m., Nicolás aseguró que la plata que tenían era “bastante” y que el rol de Day era cuidarla.
D. V.: Con razón me dijiste que me quedara cuidando la plata.
N. P.: ¿De qué hablas?
N. P.: Si te dije ahora que vinieras conmigo.
D. V.: Ajá.
N. P.: Ajá, amor.
N. P.: Te dije.
N. P.: Pero como quieres es dormir.
N. P.: Hasta tarde.
D. V.: Me dijiste claramente que no se podía dejar eso aquí.
D. V.: ¿O no?
D. V.: Y no estoy durmiendo.
N. P.: Ajá, pero es que es bastante.
Ese mismo día, a las 3:39 p. m., ambos hablaron sobre cómo trasladar por partes unos 200 millones de pesos en efectivo, de Bogotá a Barranquilla, acudiendo a la ayuda de varias personas para evitar sospechas y evadir a las autoridades ante la eventualidad de un control aeroportuario o terrestre. Para ello, hablaron de familiares y amigos, como Germán Londoño y Melissa, Camilo Burgos (primo de Nicolás) y una persona identificada como “Raisa”.
D. V.: Qué vamos a hacer con la $.
N. P.: No sé, amor.
N. P.: ¿Qué hacemos?
D. V.: No sé.
N. P.: ¿Melissa podrá llevar una parte?
D. V.: No sé.
D. V.: Me da vaina.
D. V.: Porque se va en taxi para su casa.
D. V.: ¿Y cuánto podría llevar?
D. V.: Dile a tu primo que averigüe.
N. P.: 30 máximo, pero podría llevar 50.
D. V.: Bueno.
D. V.: ¿Se los doy?
N. P.: Habla primero con ella.
D. V.: Ya le dije.
D. V.: Me dice que sí.
En ese momento, Day propuso que otros 50 millones de pesos más fueran entregados a un primo de ella, llamado Julio César, quien es cantante y habría estado en un cumpleaños del hijo del presidente Petro.
D. V.: Un primo va mañana para Barranquilla.
D. V.: Le podría decir a él que lleve 50 más.
D. V.: ¿O no?
N. P.: ¿Y es de confianza?
D. V.: Claro.
D. V.: Julio César.
D. V.: El cantante.
D. V.: El de tu cumpleaños.
N. P.: 50 Camilo, 50 Raisa, 50 Germán, 50 Melissa.
N. P.: ¿No?
D. V.: Sí.
D. V.: ¿Ellos cuándo viajan?
D. V.: Mi primo me dice que él ha pasado hasta 100.
N. P.: No sé, ya le pregunté a Camilo.
D. V.: Bueno.
N. P.: Me dijo que mañana.
D. V.: Bueno.
El traslado de la plata, efectivamente, se hizo ese 15 de julio. A las 5:27 p. m., se da esta conversación entre ambos.
N. P.: ¿Se fue Melissa?
D. V.: Sí, se acaba de ir.
N. P.: jajajaja, ella es loca.
N. P.: Se llevó los 50.
D. V.: Se los llevó.
D. V.: Mi primo 100.
D. V.: Pero él los tiene allá en efectivo.
D. V.: Es mejor.
N. P.: ¿Cómo así?
D. V.: O sea, esto los deja acá y me entrega los 100 allá.
N. P.: Ajá, ¿y los de aquí?
D. V.: Los deja acá.
El papel del primo Camilo en el manejo de la plata de Nicolás es notorio a lo largo de los chats. Por ejemplo, el 3 de julio, Nicolás le pregunta a Day: “¿Sacaste plata de la que me entregó Camilo?”. Ella le responde: “Sí, pa los muebles, 10”.
Hace referencia a que retiró 10 millones de pesos. Nicolás solo asintió: “Bueno”. El imparable flujo diario de dinero no se compadece con los ingresos del diputado del Atlántico, cuya asignación mensual es de unos 17 millones de pesos.
“¿Cuánto entregaron?”, le pregunta un día Day, sin más información. A lo que él respondió: “30, más 20 de ayer, más 20 que teníamos guardado”. En febrero del año pasado, hacia las 11:52 a. m., se habla de cifras aún mayores.
N. P.: ¿Qué hacemos con lo que tenemos ahí?
D. V.: No sé.
D. V.: ¿Cuánto es?
N. P.: 100.
D. V.: Mmm.
D. V.: Llevarlos.
A lo largo de los diálogos, se revela cómo Nicolás Petro siempre quiso guardar como un secreto toda la plata que movía. Era temeroso de levantar la más mínima sospecha. Por eso, el 24 de julio, a las 9:52 a. m., le pidió a Day que fuera prudente delante de su mamá y le dio una razón.
N. P.: Amor, no hables de plata delante de mi mamá.
N. P.: Ajá, entre menos gente sepa es mejor.
En todo caso, la angustia es tan grande con la plata que tenían entre manos que cinco días antes, el 19 de julio, a las 10:28 a. m., Day contó que decidió averiguar por una cámara para monitorear la plata.
D. V.: Voy a averiguar la cámara.
D. V.: Y poner una en el clóset.
D. V.: Donde va a estar la plata.
N. P.: Bueno.
Solo para la casa
En los chats, Nicolás era enfático en que el dinero no se podía utilizar en nada distinto que la casa. El 6 de noviembre del año pasado, a las 7:14 p. m., le dejó en claro a Day las prioridades. Ese día, ella le contó a él que el carro en el que se movilizaba presentó una falla mecánica.
D. V.: Cambié la batería y el carro no arranca y me parece raro.
N. P.: Mmmmmmmmm.
N. P.: Ay, Dios.
D. V.: Ajá.
D. V.: Ya estoy solucionando.
D. V.: Yo no tengo la culpa.
N. P.: Donde sea el motor eso se jodió.
D. V.: No es motor.
D. V.: Porque todo funciona.
N. P.: Y desde ya te lo digo, no voy a coger plata de esa que es para comprar otra casa.
D. V.: Ay, ya.
D. V.: No solucionas.
D. V.: Y me estás hablando de plata.
La lujosa casa sobre la que conversaban de forma insistente valía en ese momento 1.600 millones de pesos. En el mercado inmobiliario se resalta su “arquitectura alemana innovadora de bajo consumo energético” y sus “acabados de lujo”. Tiene 436 metros cuadrados, piscina privada, terraza, mirador, cuatro habitaciones, tres parqueaderos, y está ubicada en Puerto Colombia, a 13 kilómetros de Barranquilla. El 9 de mayo del año pasado, a las 12:02 del mediodía, Day le contó a Nicolás cómo sería el negocio.
D. V.: Quedaría así: 1.600 millones. 50 % para la firma de la promesa y 50 % al momento de la escritura que sería en el momento de finalizar contrato de arriendo o antes de común acuerdo.
N. P.: Bueno.
N. P.: Toca sacar 800.
D. V.: Sí.
D. V.: Para entregarlos mañana.
Para evitar dejar rastro y no levantar sospecha, Day y Nicolás conversan sobre la necesidad de que la casa aparezca registrada a nombre de un tercero. A Nicolás le afana que ese tercero pueda “demostrar” solidez financiera ante una inversión de 1.600 millones de pesos. La preocupación de Nicolás frente a que su mamá no se entere de la plata que almacena no era una casualidad.
Cuando ya Petro ocupaba la Presidencia y durante una visita a la casa de Villa Campestre en la que Nicolás ya vivía con Day, el 14 de septiembre del año pasado la mujer le expresó a su hijo su sorpresa por la lujosa vivienda. Así se lo contó Nicolás a su esposa ese día, a las 5:53 p. m.
N. P.: Ya llegó mi mamá.
D. V.: ¿Qué dijo?
N. P.: Que esto parece una mansión.
D. V.: Jajaja.
N. P.: Que si cuánto pagamos.
D. V.: Jajajaja.
N. P.: Le dije que era de un amigo.
N. P.: Y preguntó que si era traqueto.
D. V.: ¡¡Lo sabía!!
En las conversaciones entre agosto y diciembre de 2022, ya con Petro en la presidencia, Day le advirtió a Nicolás de los riesgos que corría haciendo lobby para conseguir dinero. “Mira que te lo estoy diciendo hoy. Después no digas que no te advertí. Yo cumplo con decirte, no diré nada más”, le dijo.
La respuesta del hijo del presidente fue: “No entiendo entonces qué quieres que haga yo. Cómo crees que vamos a pagar esta casa, dime”.
Uno de los capítulos más reveladores, y que el hijo del presidente tendrá que explicar, sucedió después del triunfo de Petro. El 28 de junio, Nicolás y Day discuten por chat por una tercera persona con la que el hijo del presidente está hablando, y él le dice que está trabajando algo “grande” en Monómeros, la empresa venezolana ubicada en Barranquilla. “Tú no entiendes que se tienen que hacer inversiones (...). Esto es para una vaina grande que vamos a manejar. O si no averigua qué es Monómeros”. Hacia el mediodía de ese día, Nicolás habló con Day al respecto.
N. P.: Quieres vivir bien, pero no quieres invertir ni que yo haga lobby.
D. V.: O sea, me estás diciendo que tengo que ser interesada.
N. P.: No, que no quieres que yo haga nada para conseguir las cosas.
En diciembre, cuando ya la pareja estaba divorciada, Nicolás empezó a temer que Day pudiese denunciarlo y contactar a algún periodista. “Ya esa información la tienen enemigos, entregaste mi cabeza en una bandeja de plata”, le dijo. De hecho, le sugirió: “Lo fácil que es borrar conversaciones, o tener otra cuenta en Telegram”. “Con el simple hecho de filtrar información me hundiste”, le dijo.