Los ruidos sobre el hijo y la familia del canciller Álvaro Leyva no son nuevos; el congresista Andrés Forero ya había hecho denuncias por posible conflicto de intereses

Dos meses después de posesionado en agosto de 2022, el canciller Álvaro Leyva sorteó uno de sus primeros ruidos en su mandato: el congresista por el Centro Democrático, Andrés Forero, denunció públicamente que la esposa del alto funcionario diplomático y los dos hijos tenían una empresa domiciliada en el Reino Unido dedicada a gestionar nacionalidades portuguesas.

“Vaya paradoja”, dijo Forero, quien no tiene problema en que los parientes del canciller trabajen.

El grave error, según él, es porque Álvaro Leyva no registró este negocio familiar como un potencial conflicto de interés.

En los archivos que compartió Forero, en su momento, se evidencia que la empresa de la familia de Leyva es Portulive Consulting LLP, con número OC430757 y dirección 27 old Glocester 5 street en Londres, en el Reino Unido. La compañía, según lo expuesto por el congresista, se encuentra activa y fue creada el 18 de febrero de 2020.

El representante detalló que las personas que están registradas a cargo de la empresa son María Angélica Leyva Valenzuela y María Rosario Valenzuela, es decir, una de las hijas y la esposa del canciller.

Ambas, según el documento, se encuentran activas como miembros de la compañía.

Se detalla que Angélica hace parte de Portulive desde el 8 de noviembre de 2021 y Rosario desde marzo de ese mismo año.

El representante a la Cámara presentó otro archivo en el que se lee que el director general de la compañía en la página web oficial es Jorge Leyva Valenzuela, otro de los tres hijos que tiene el canciller. Además de ser el director general, se presenta como “ex embajador ante el Reino de Noruega de origen sefardí, certificado por la Federación de comunidades judías de España”.

También es abogado con LLM en derecho público de la Rupert Karls Universität Heidelberg, Alemania, con más de 25 años de experiencia como profesional en derecho.

Forero recordó que Álvaro Leyva Durán, en su posición como canciller de Colombia, es quien media en las relaciones del país con Portugal (territorio para el que la empresa de su familia gestiona nacionalidades).

“Lo que yo hubiera deseado es que, primero, hubiera puesto no solo a su esposa en esa declaración, que todos supiéramos quién es su núcleo familiar más cercano para poder hacer un seguimiento, como ocurre con todos los demás funcionarios públicos”, comentó, en su momento, el congresista a SEMANA.

Leyva fue citado al Congreso a un debate de control político y él respondió que sobre su hijo tenían que preguntarle a él, porque tiene 53 años y debe responder por sus actos.

En ese momento, Leyva también aseguró a Forero en un derecho de petición que se enteraba del trabajo de su hijo a través de su queja.

“No es chiste que excusa de Álvaro Leyva para no declarar como potencial conflicto de interés que su esposa e hija son socias de una empresa que gestiona nacionalidades portuguesas es que al posesionarse ‘no tenía conocimiento’. Dizque se enteró por mi denuncia. ¿Alguien le cree?”, manifestó Forero.

El tema de la supuesta injerencia del hijo del Canciller en los asuntos del Gobierno volvió a salir a flote cuando Martha Lucía Zamora le contó a W Radio que renunciaría al cargo de directora de la Agencia Nacional de Defensa del Estado.

Entre otras cosas, denunció una reunión en un hotel de París donde participó Jorge Leyva, el hijo del canciller, y donde, según ella, se habló de la contratación de pasaportes, uno de los temas contractuales más sensibles de la Cancillería en Colombia.

En diálogo con SEMANA, Álvaro Leyva no se quedó callado y se refirió a la denuncia de Zamora.

“De mi hijo, no sé. ¿Sabe cuántos años tiene mi niño? 53 años. Llámelo, él es un hombre grande. Yo no puedo contestar por mi hijo”, enfatizó.

Recordó que en el Congreso, en un debate de control político, ya le habían hablado de su hijo y él respondió exactamente lo mismo: “Vaya, hablen con mi hijo que él es un hombre mayor. Llamen a las partes. ¿Quién está impidiendo que llamen a todos? Llamen”, expresó.

“Dicen que van a poner unas denuncias, que las pongan”, manifestó Leyva vía telefónica.

A renglón seguido insistió en que “yo no tengo negocios con mi hijo. Él no está metido en nada. Desde hace algún tiempo no vive en Colombia, naturalmente cuando yo viajo, en algunas ocasiones, me veo con él”.