Política
Madres comunitarias, molestas: denuncian que hay demoras en pagos y que contratos con el ICBF se firman a dos meses
Las madres comunitarias del ICBF anunciaron un paro. El instituto les responde que hay desinformación y que ya se aseguraron las vigencias futuras para el próximo año.
Entre las madres comunitarias del país hay una creciente molestia por la tardanza en los pagos, la intermitencia de los contratos y las demoras que están percibiendo para recibir el bono pensional que les prometió el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
Las cuidadoras de niñas y niños que son contratadas por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), bajo la modalidad de tercerización a través de operadores o asociaciones, están inconformes, porque dicen que esa entidad no les ha cumplido los compromisos que les hizo desde febrero de 2023.
Por eso, uno de los sindicatos de esa institución convocó a un paro nacional indefinido en todas las modalidades de atención a partir de este lunes 21 octubre, para pedirle a la entidad que les dé las garantías laborales necesarias para cumplir con su tarea de cuidar a la primera infancia en las zonas de escasos recursos.
El detonante del paro es la incertidumbre en los contratos, porque las madres han pasado 2024 firmando convenios de entre dos y tres meses de duración, a pesar de que hace dos años les ofertaban vínculos laborales de un semestre o de un año, lo que les daba más estabilidad laboral.
Lo más leído
De hecho, a comienzos de octubre ellas no sabían qué pasaría después del día 31 de este mes, porque esa era la fecha de terminación del último convenio que se suscribió entre el ICBF, operadores, asociaciones y ellas. Y si bien esta misma semana la directora del instituto, Astrid Cáceres, salió a aclarar que ya están trabajando en renovar los contratos para noviembre, madres comunitarias que hablaron con SEMANA relataron que persisten los retrasos en los pagos.
“Nos han estado demorando el sueldo. Supuestamente nos pagaban después del 15 de octubre, pero no nos han cancelado. Las madres que ya llevamos muchos años en servicio estamos por cumplir la edad de pensión, pero las semanas no nos alcanzan”, contó Clara, una madre comunitaria de Bucaramanga.
Las cuidadoras prefieren no dar sus nombres completos, porque temen perder los contratos que tienen con el Instituto que, más que su fuente de trabajo, es también la posibilidad de brindar un apoyo a su comunidad, haciéndose cargo de la primera infancia mientras sus familias trabajan.
La postura del ICBF es que ellas están recibiendo mensajes errados. “Tenemos una alerta por desinformación grande. Las confunden, les dan información equivocada y queremos aclarar los mensajes para que no haya ruido sobre nuestra relación con las madres comunitarias”, detalló la directora Cáceres.
Los problemas en los pagos dependen de los operadores y las regiones. Por ejemplo, SEMANA conoció testimonios de madres de Antioquia a las que sí les alcanzaron a transferir su salario después del anuncio del paro.
“La idea que tenemos con el paro es aprovechar que estamos trabajando para dejar el mensaje político de parar. Sin embargo, tenemos el problema de que tenemos muchos sindicatos y no todos están articulados. Además, como madres hemos sido muy gallinitas, nos da miedo salir a paro o dejar de atender a los niños, porque sabemos que tienen necesidades”, contó una madre que pidió guardar su identidad. Ella, incluso, ya decidió dejar de trabajar.
La presidenta del sindicato Sintracihobi, Olinda García, aseguró que la falta de contratación continua está afectando sus prestaciones sociales y su estabilidad laboral. En ese catálogo de quejas también está que hay demoras en la entrega del subsidio pensional, punto sobre el que el ICBF responde que cerrará octubre con más de 6.000 madres adscritas a ese beneficio de las 69.000 que tiene el instituto.
La última contratación de este año será por mes y medio porque, según el instituto, no había posibilidad de extenderla hasta el 31 de diciembre. “Dejamos diez días de diciembre garantizado el recurso para apalancar vigencias futuras, lo que significa que el próximo contrato sale con plata para poder pasar el fin de año y llevarlo hasta lo más que podamos el año entrante, de acuerdo a los recursos que nos asigne Hacienda”, sostuvo la directora del ICBF. Con esa promesa, las madres comunitarias se alistan para salir a paro para reclamar mejores condiciones laborales.