Política
Mafe Carrascal se destapa: habla de la reforma laboral, de los ataques en su contra, de Mario Hernández y dice que seguirá luchando por los trabajadores
La representante a la Cámara del Pacto Histórico explicó el hundimiento de esta reforma del Gobierno Petro que llegará nuevamente al Congreso, después del 20 de julio. Además, responde a quienes dicen que la iniciativa no generará empleo en el país.
SEMANA: vimos en redes sociales un cruce de trinos con Catherine Juvinao. ¿Pelearon o son discusiones normales entre dos congresistas?
MAFE CARRASCAL: sencillamente son debates que se tienen que dar. Somos congresistas las dos, ya no estamos en sesiones y hay ciertos temas que cuando se dan en el plano del debate público, ahí deben continuar y debemos darle cierre en el debate público para que queden muchas claridades. Yo nunca la denigré, yo nunca hablo mal su trabajo ni nada parecido. Sencillamente hice un comentario sobre un tema que ella estaba abordando sobre el Dane y ella lo volteó en mi contra, deslegitimando mi trabajo como coordinadora ponente de la reforma laboral, incluso mi trabajo como representante, denigrando y, como si fuera un insulto, decirme que ya no soy activista y creo que ahí lo dejó. Esto queda en el plano de las ideas, yo no lo llevé al plano mediático y ella salió a los medios para hablar. Creo que no hay que darle juego a eso.
SEMANA: hablando de la reforma laboral, ¿qué pasó realmente con la iniciativa? Porque se dijeron muchas cosas. ¿Por qué se hundió?
M.C.: si yo he leído dos mensajes que dicen que es mi culpa, son muchos. De hecho, hay muchos mensajes, incluso de personas que no están de acuerdo con ciertas cosas de la reforma o que no están de acuerdo ideológicamente conmigo. Veo solidaridad justamente por todos los ataques que ha habido, incluso sexuales, ataques misóginos, mostrando una supuesta cuenta mía en Tinder para deslegitimar mi voz y aprovechándose de un lapsus que le pasa a cualquier persona. Yo no estaba leyendo, lo hice de manera improvisada y fue una intervención de 11 minutos haciendo una denuncia sobre las argucias que utilizaron como estrategias dilatorias, recusaciones intimidantes que usaron para llevar el debate a último término. Usando todo eso trataron de callarme y de echarme la culpa, pero la gente se dio cuenta, se solidarizó con esos ataques y reconoció el trabajo que hemos venido haciendo.
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Hicimos un trabajo muy coordinado y juicioso con los demás ponentes, que también se pusieron esa camiseta. Éramos nueve ponentes, yo era la única coordinadora, pero siete de todos los partidos le metimos la mano a esa ponencia, la modificamos, mejoramos el texto radicado por el Gobierno, llegamos a más del 80 % de consensos. Al final terminan solamente firmando cinco, pero nada más del Pacto Histórico, somos cinco partidos. Fueron horas de mesas técnicas, de audiencias, reuniones públicas y casi todas están en redes. Estuvimos abiertos al debate y a mejorar la ponencia. Pero sencillamente no dejaron que se diera el primer debate.
Yo ni siquiera pude exponer la ponencia mayoritaria, que era la positiva, con todas las bondades que tiene y todas las mejoras que tiene para la reforma. Yo creo que es muy importante que los colombianos sepan que acá todos hicimos esfuerzos para que esta reforma pasara, por lo menos, en primer debate y quedara viva para la siguiente legislatura.
SEMANA: y entonces, ¿qué pasó?
M.F.: que algunos congresistas no fueron a trabajar, no hicieron quórum y no permitieron el debate porque llevaron la discusión con recusaciones y estrategias dilatorias hasta el 20 de junio, que era el tiempo límite para poder darle trámite al primer debate. La reforma no se hunde por debate, la reforma no se hunde porque no estuviera consensuada, como están queriendo decir, no se hunde por votos. Si la hubieran querido hundir lo hubieran podido hacer yendo a dar el debate, pero no fueron.
SEMANA: es decir se hundió fue por falta de trámite…
M.F.: exacto, por falta de trámite. Lo que vamos a hacer es mejorar cosas. Por ejemplo, anuncio acá que mi equipo va a hacer un esfuerzo muy grande por proponer dentro de la reforma que se incluya un capítulo de teletrabajo, trabajo en casa y trabajo remoto porque son tipos de trabajo que ya se metieron en el mundo, que no están en la reforma y que están muy mal concebidos en los decretos que el gobierno pasado dejó sobre estos tipos de trabajo, que además tienen un límite en el tiempo, no son infinitos, y que mezclan tanto los conceptos de teletrabajo, trabajo en casa y trabajo remoto, que lo que hacen es generar inseguridad jurídica no solamente para el trabajador sino para el empleador, y eso es muy grave.
Lo siguiente que va a pasar es que el 20 de julio el Gobierno presentará nuevamente la reforma, todavía no sabemos cómo, pero estamos llenándonos de mucha información para mejorar. Estoy convencida de que vamos a mejorar y estoy convencida de que el Gobierno va a presentar un texto que se ajuste a las necesidades, pero que, ojo, lo que el Gobierno radique no es lo que se va a debatir nuevamente. Se tienen que nombrar nuevos ponentes, se tiene que nombrar la coordinación, se tiene que hacer una nueva ponencia, es decir, volver a estudiar artículo por artículo para mejorar el proyecto que el Gobierno presente el 20 de julio.
SEMANA: es entendible que se quería cumplir con lo prometido en campaña, pero este hundimiento por falta de trámite servirá para hacer ajustes y mejoras que faciliten el trámite…
M.F.: seguramente sí. En lo que más tenemos diferencias con ciertos sectores tiene que ver con el derecho colectivo. Sin embargo, lo hemos venido diciendo y asegurando, y lo vamos a seguir diciendo, es que nosotros no nos vamos a bajar de los estándares internacionales. Entonces seguramente no habrá tantos artículos abiertos porque, como dije al principio, más del 80 % está consensuado, pero entre menos artículos lleguen abiertos, pues mucho mejor. Y entonces esto nos dará un tiempo también para seguir consensuando.
Lo otro que quiero dejar muy claro es que yo, como lo he venido diciendo estos tres meses en los que fui coordinadora ponente, cuidé el corazón de la reforma y eso es lo que seguiré haciendo. La estabilidad laboral y los derechos colectivos, eso no se puede tocar. Hay cosas que no se pueden bajar de estándares internacionales porque si no, no estamos haciendo nada.
Queremos actualizar el Código para que los empleadores tengan seguridad jurídica y se eviten una cantidad de demandas. Con eso también tenemos la posibilidad de tener trabajadores más estables, más tranquilos, más productivos y mucho mejores pagos. Queremos también devolverles poder de compra. Si el trabajador puede comprar, la economía se mueve y los empleadores se van a ver beneficiados porque les compran sus productos o sus servicios.
Lo que viene es seguir abiertos al diálogo, vamos a ver el Gobierno qué decide, qué tipo de proyecto va a presentar, si es el mismo, si es uno nuevo, qué modificaciones va a tener y si lo va a presentar por la Cámara o por el Senado. Lo que yo le digo a los trabajadores es que sigo con el mismo ímpetu, con la misma convicción, llenándome cada vez de más argumentos, preparándome cada vez más con mi equipo, asesorados de organizaciones internacionales, laboralistas muy pero muy preparados, de la academia, sindicatos, trabajadores no sindicalizados y también de gremios. Voy a seguir con la firme convicción, desde donde sea, de poder mejorar las condiciones laborales a los trabajadores de este país.
SEMANA: una de las dudas sobre la reforma es sobre la generación de empleo. Usted ha dicho que la iniciativa no tiene esa misión porque las políticas públicas son las que generan el empleo. ¿Cuál es la realidad?
M.C.: sí, así es. Completamente claro lo ha dicho usted porque hemos tratado de generar una narrativa distinta a la que otros gobiernos han venido instalando en torno al derecho laboral y la Organización Internacional del Trabajo porque se crearon para reducir o eliminar esa brecha, esa relación desigual tradicional entre el empleador y el trabajador, porque existe lo que tiene que hacer el derecho laboral, entonces, es proteger al trabajador. Eso no quiere decir que vamos a destruir a los empleadores, sino que vamos a equilibrar las balanzas y con justicia vamos a proteger a esos trabajadores. El expresidente Uribe les quitó poder adquisitivo a los trabajadores redujo enormemente sus condiciones laborales y ya nos dimos cuenta de que reducir costos laborales no mejora la productividad.
SEMANA: estando claro esto, ¿entonces qué ofrece la reforma laboral?
M.C.: por ejemplo, el subsidio a la nómina ayuda muchísimo. Desde el Ministerio del Trabajo dan un porcentaje del subsidio de la nómina de acuerdo con cada empleado que usted contrate. Debemos darle alcance para que sean personas con discapacidad, mujeres, jóvenes y hombres mayores de 28 años. Esas son las poblaciones que queremos proteger para que se cree más empleo, dándole subsidio en la nómina de los empleadores.
También hay política de reindustrialización, hay política de fortalecimiento de la asociatividad, líneas de crédito del Banco Agrario que ya se están dando para fortalecer las MiPymes y evitar también ese gota a gota que tanto aqueja a los trabajadores porque como no tienen un trabajo estable, no pueden acceder a crédito, no pueden acceder a vivienda. Vamos por trabajo estable, vamos por derechos colectivos, nada por debajo de los estándares internacionales, nada por debajo de la jurisprudencia de las cortes de este país que tanto han defendido los derechos.
SEMANA: pero entonces faltó comunicación, porque lo que se escuchó durante el debate fue que se afectaría el empleo. ¿Reconoce que faltó comunicación o información?
M.F.: puede ser. Los ponentes tratamos de hacer lo que pudimos. Los ponentes cuando se enteraron de todo esto también estaban impresionados por qué no sabían de la oferta institucional que tienen los ministerios para promover y sostener los empleos y generarlos. No conocían nada de esto. Faltó seguramente más información dentro del mismo Congreso para que no salieran a reproducir cosas que no son. Pero también quedamos en medio de dos de las reformas más importantes: salud y pensional. Bajo esa premisa se excusaron muchos para no darle trámite a una reforma que duró más de dos meses radicada y que pues ese es nuestro trabajo.
SEMANA: el empresario Mario Hernández dijo que usted “es linda, pero para un reinado de belleza” y que no tenía experiencia. ¿Qué opina?
M.F.: como se lo dije a él directamente y en redes sociales, me pareció muy desleal. Fue muy desconcertante que haya dado una entrevista sobre una reunión privada. Yo sería incapaz de darle a un medio de comunicación una entrevista sobre una reunión privada y seria, muchísimo menos para descalificar a la otra persona que se ha tomado el tiempo para ir a dialogar. Le llevé la ponencia que no conocía porque tenía un montón de cosas inexactas, mentirosas y narrativas erradas.
Las mujeres ya estamos cansadas de que nos manden a reinados, a la casa a cocinar o solamente a cuidar los hijos. Nosotras nos hemos venido ganando una voz, un liderazgo y hemos luchado porque haya paridad. De hecho, acabamos de aprobar un proyecto en contra y para sancionar las violencias políticas contra las mujeres, sino también para que haya paridad en diferentes escenarios. Estamos buscando la paridad y gracias al Pacto Histórico, que se la jugó por listas cerradas tipo cremallera, llegamos más mujeres al Congreso de la República con voz y voto.
Entonces que él desprecie eso, pues solo muestra ese pensamiento enquistado viejo y obsoleto que necesitamos superar. Es machista, sexista, misógino y pues es todo lo que tengo para decir.
SEMANA: Hablemos de Tinder. Dijeron que usted tenía una cuenta que además no tendría nada, ¿pero es real?
M.C.: yo de hecho lo dije, hace más de seis años me empezaron a crear cuentas falsas, yo las denuncié y ahora en el marco de la reforma laboral, pues lo ponen de presente para atacarme, para sexualizarme, deslegitimar mi voz y eso lo hacen mucho con las mujeres. Esto es violencia política, justamente la que buscamos sancionar a través de este proyecto de ley que acabamos de aprobar y del cual soy coautora. Pero pues nada, yo misma dije: ¿si tuviera esa cuenta qué pasa? Yo puedo ser congresista o lo que sea, pero, así como soy dueña de mi salario, soy dueña de lo que hago con mi cuerpo y dueña de lo que hago con mi sexualidad.
Entonces, lo único que siguen haciendo es empoderando mi voz y así ataquen a Mafe Carrascal, están atacando a todas las mujeres. Hay congresistas hombres que tienen perfiles en estas plataformas y absolutamente nadie ha comentado sobre el tema, mucho menos para atacarlos y mucho menos para deslegitimar sus voces. Entonces este es un llamado para que entendamos que todos, incluso los congresistas, somos seres humanos que sentimos, que tenemos emociones, que tenemos derecho a expresarlas y que tenemos derecho a vivir nuestra vida laboral.
SEMANA: ¿pero le afectan estos ataques?
M.C.: no puedo decir que no me afecta absolutamente en nada, pero lo he aprendido a manejar. Llevo muchos años con este tipo de ataques y ahora que soy congresista y llevo un año en el Congreso, pues entonces me dicen de todo. Uno aprende a manejar este tipo de cosas, yo atiendo mi salud mental, tengo terapia psicológica y terapia física todas las semanas. Trato de alimentarme bien, de hidratarme mucho, de tomar vitaminas y todo eso hace que uno esté como alineado y pueda recibir este tipo de cosas como de una mejor manera. Lo que está claro es que los ataques no se pueden normalizar. Pero les anuncio que a mí me van a seguir fortaleciendo, este tipo de ataques me dan impulso porque entiendo que tenemos la razón, entiendo que estamos generando incomodidad. Esa es la labor que he venido desempeñando como activista y que la voy a seguir haciendo y la estoy haciendo como congresista.
SEMANA: ¿cuál será el papel del Pacto Histórico porque al presidente Petro no le está yendo bien?
M.C.: todavía no tenemos una estrategia plenamente identificada porque todo se nos ha venido como muy encima. Pero lo que sí está claro es que seguimos abiertos al diálogo. El Pacto Histórico rindió cuentas la semana pasada y dejamos de presente y muy claro que seguimos con las puertas abiertas, que acá vamos a recibir a todos los congresistas que estén alineados con una necesidad de cambio y que quieran venir a aportar y a mejorar los proyectos. Pero no me puedo ir sin decirles algo que quiero decir.
SEMANA: claro, cuéntenos...
M.C.: aprovechando que está la audiencia que fue justamente la que leyó y la que me sigue atacando en redes sociales porque consideran que yo presenté una excusa falsa y eso tiene que ver justamente con un titular que SEMANA publicó donde decían que yo estaba camuflada en la marcha y que me habían pillado. Entonces las dos cosas son sumamente mentirosas, manchan mi nombre y el trabajo que yo vengo haciendo, que es un trabajo juicioso, serio y de cara al país. Tan de cara al país que yo me levanto el martes (6 de junio) muy enferma, no me puedo parar y viene un médico domiciliario, me hace una excusa por dos días. Yo no me sentía tan bien y me paré. Y sí, es una irresponsabilidad o como lo quieran decir, pero pues bueno, es mi decisión. Y yo les digo el martes en la noche a la gente desde mis redes sociales que nos vemos al otro día para marchar. Obvio, cómo no iba a salir la coordinadora ponente de la reforma laboral a defender la reforma laboral si la marcha era para eso. Salgo a la marcha, uso mis redes sociales desde el primer momento que salgo para comunicar que estoy en la marcha y dicen: ¿qué me pillaron cuando yo soy la que está comunicando?
SEMANA: comentario recibido, pero, representante, en ese confidencial estaba contenido todo lo que ocurrió ese día que usted salió a marchar, pero desafortunadamente la gente como que se quedó con el titular. Allí se aclaraba que usted tenía una incapacidad por dos días, que hizo uso solamente de un día y que el 7 de junio pidió a la Comisión que solamente se tuviera en cuenta el día 6. Es decir que solo tuvo un día de incapacidad, usted publica esa información en sus redes y se pone en nuestra noticia así que la noticia está completa, pero le comprendo que su molestia se basa en dos palabras: pillaron y camuflada. ¿Es así?
SEMANA: pero antes de despedirla y para aclarar un tema. Además del trabajo del ministro del Interior Luis Fernando Velasco, ¿el Pacto Histórico se va a encargar de tender puentes con las otras colectividades para consolidar la coalición?
M.C.: siempre lo hemos hecho y estamos muy dispuestos a hacerlo.