Entrevista
Dura exigencia de María Fernanda Cabal a Óscar Iván Zuluaga: “Cuenten la verdad, que la verdad alivia”. Esta es la entrevista completa de la senadora con SEMANA
La senadora del Centro Democrático habló en SEMANA acerca del escándalo de Óscar Iván Zuluaga, relacionado con los dineros de Odebrecht a su campaña presidencial del año 2014 y cómo termina afectando al proyecto de su partido.
SEMANA: usted había estado hasta ahora en silencio, después de lo que se ha conocido, las revelaciones de la Revista Semana, estos audios que se convierten en una confesión para Óscar Iván Zuluaga en el escándalo de Odebrecht y la entrada de dineros de Odebrecht a su campaña en el 2014. ¿Qué le deja todo esto?
MARÍA FERNANDA CABAL: bueno, en principio, la noticia ya se había anticipado. Ustedes mismos la habían dado. En cuanto a que Daniel García había estado buscando, creo que es un principio de oportunidad, y que tenía unas grabaciones que iban a relevar los vínculos del entonces candidato a la Presidencia por el Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga. Ahí yo creo que hubo, por lo menos, un mes hasta que finalmente fueron develados los audios.
Y yo quiero hacer varias reflexiones porque me parece importante. De hecho, yo no participé en ninguna entrevista, por más que los medios me llamaron. No quise trinar nada, ni manifestar nada, porque yo le confieso que primero es la sorpresa y segundo, el dolor que produce; una persona que ha sido destacada, porque uno no puede negar las virtudes de Óscar Iván Zuluaga, el mejor economista de América Latina, un ministro de Hacienda que logró contener esa oleada internacional que venía del sector financiero, de la crisis, logró manejarla. Logró hacer crecer al país de la mano del presidente Uribe y, como cualquiera, que ha llegado a ese nivel de poder, pues tiene ambiciones presidenciales.
Todos sus antecedentes, sus logros, su familia, e incluso su hijo David, que es una persona brillante, de esas personas que gozan de tener una inteligencia superior, terminan inmersos en este espiral tan confuso, pero que al final nos devela la gran debilidad que tenemos los seres humanos… Enfrentarnos a todo tipo de tentaciones y, además, a la exposición que de por sí tienen las personas públicas.
Yo no he querido ser juez, no tengo la condición de ser juez por lo que ha pasado, pero el primer sentimiento fue de tristeza y de desazón. Usted recordará que fui la mayor defensora, como muchos otros del partido. No quiero destacarme, porque otros también lo hicieron, pero fuimos muchos y creo que mi voz sonó y yo tuve incluso diferencias con periodistas, creo que en algún debate también cuando trabajaste en La W lo tuve contigo. La mayor defensora fui yo, creí permanente en su inocencia, por su carácter, por su condición, por su historia, por su propia biografía.
Ahora, sí, terminó bajo la tentación de una empresa, que vale la pena hacer un recorrido histórico, porque aquí uno tiene que hacer un análisis de contexto y no es para eximir al entonces candidato Óscar Iván Zuluaga, que es un ser humano con cualidades y defectos. Odebrecht fue la experiencia que nos queda de la historia política de América Latina, de una empresa criminal. Un presidente que hoy goza de impunidad, como Lula Da Silva en Brasil, llevó de la mano a través, además, de Hugo Chávez, su socio de negocios con el socialismo del siglo XXI, a recorrer América Latina, África y el Caribe.
Y Odebrecht era una empresa con una reputación intachable. Odebrecht llegó no solo a ser reconocida, sino contratada, lo que no sabíamos era la otra parte de la historia. Y esa otra parte es que esta empresa criminal llegó con tentáculos a tentar candidatos de todas las corrientes políticas en distintos tipos de elecciones, y cuando esto explota a través de las revelaciones de la operación Lava Jato con el juez Moro en Brasil, empieza a caer país por país con quienes habían usado su dinero en campañas.
Que no se nos olvide ese tránsito, porque allí vemos lo que sucedió con el entonces presidente de Perú, Alan García, quien no resistió el escarnio público y moral y se suicidó. Toledo, quien terminó extraditado a los Estados Unidos con el vicepresidente Correa ―no recuerdo su nombre―, condenado con Correa y fugitivo. Sabemos bien que en Venezuela no hay justicia, si no, también hubieran caído, y en muchos otros países, e incluso en Estados Unidos, donde entiendo que Odebrecht tuvo que llegar a un acuerdo para terminar las obras.
Entonces, nuevamente digo que esto no es un eximente de responsabilidad, pero es un contexto donde entró a Colombia, y es claro y evidente que a la campaña del 2014. Fue a las dos campañas, pero la de Juan Manuel Santos ―con, no indicios, sino evidencias claras― con personas hoy condenadas, sigue impune.
Pero volvamos al caso de Óscar Iván Zuluaga, esto quedó develado, los audios, además, nos entristecen a todos. A mí me da mucho dolor el presidente Uribe, que fue una persona que entregó su vida por este país y se le ha pagado muy mal, con mucho desprecio e indiferencia, incluso con persecuciones judiciales y de todo tipo. Cuando él confió, él preguntó, él le pregunta a Daniel García, él le pregunta Óscar Iván Zuluaga y lo engañan. Entonces aquí el asunto es el engaño, personas cercanas en las que todos confiamos y que manchan o ponen en entredicho un partido que ha venido sobreviviendo a todo, haciéndole oposición a Santos y no siendo, tristemente, partido de gobierno ni gozando de ser partido de gobierno de Duque.
Hoy, que empezamos a renacer como partido, como esperanza, hacer oposición frente a esta debacle que vivimos con el Gobierno de Petro, pues tenemos que afrontar este escándalo. Que sí, que afecta, pero que todo pasa, y que el partido tiene que seguir adelante.
SEMANA: Doctora María Fernanda, digamos que era muy importante oírle toda esta primera parte, en esta entrevista, pero quiero hacerles varias preguntas: ¿Para usted quedó claro que fue una confesión de Óscar Iván Zuluaga en esos audios? ¿Que confesó que sabía y que intentó engañar a la justicia?
M.F.C.: a ver, lo que yo entiendo es que sí es una confesión de parte, de todas maneras, todos tienen derecho a un debido proceso y una defensa. ¿Cómo fueron grabados? ¿Por qué los grabaron? ¿Qué intencionalidad había de quién los grabó? En fin, eso lo tiene que aclarar la justicia y él también. Queda como si él hubiera guardado ese secreto porque, al final, no es dinero del erario público, no es dinero que salga de los colombianos, sino que es con la excusa del dinero de una empresa que le ofreció para pagar un asesor de campaña, que era terriblemente costoso, el señor Duda Mendonça, entonces también hay que hacer el análisis de contexto: quién se lo ofrece, quién lo tienta, quién lo lleva.
SEMANA: pero ahí lo malo es que él aceptó, doctora María Fernanda, digamos, aquí hay un hecho raro.
M.F.C.: por eso a mí no me gusta ser juez, no me corresponde, y quiero tener la mayor claridad posible porque esto no es ocultar nada. Nosotros hemos sido amigos personales de Óscar Iván; yo fui, de alguna manera, afectada en el resultado de la candidatura del Centro Democrático, pero eso no me hace enemiga ni me hizo enemiga en su momento, a pesar de todas las preguntas que quedaron en el aire sobre esa encuesta que se hizo. Eso ya no importa porque uno tiene que sobrellevar las coyunturas y pasarlas y seguir adelante.
Pero lo que sí es triste es que el ego y la tentación terminen en el engaño a un presidente y a un país. Ahí llevo yo las consecuencias de esto, esto no significa lapidarlo más, someterlo a más vejámenes, no. Sucedió; él tiene, como adulto, que enfrentar las consecuencias y esas consecuencias van más allá de lo que pueda suceder a él y a su hijo, es la tristeza de su familia, la tristeza del partido y la tristeza de quienes lo hemos querido y admirado.
SEMANA: senadora, la intención de Daniel García, uno entendería que es prácticamente obvia, es que es una persona que estuvo muy en las entrañas del Centro Democrático, que aspiró al Congreso, al Senado de la República, que lo sacan después que la Fiscalía lo llama a una imputación. Y, tal vez, uno pensaría que se fue quedando solo y acorralado, y se dio cuenta de que todas las responsabilidades de este escándalo de Odebrecht, incluso ya los señalamientos iban hacia él. El termina buscando tal vez una salida y por eso hace la grabación y se la entrega a la justicia, eso es lo que hay que mirar y entender también, el contexto del porqué habría hecho esto Daniel García. No sé, ¿qué opina usted?
M.F.C: ese relato es el que suponemos que es, pero ahí jugaron un papel, supongo, Daniel García, que también ha sido una persona amiga y cercana. Sobre todo por temas de partido, porque él venía con mucha experiencia organizacional, no se justifica nada de lo que pasó, no es justificable. Porque yo entiendo el rol de Daniel, como asesor de una empresa, pero hasta donde esa asesoría tenía un límite y hasta donde esa asesoría iba más allá y, finalmente, convence o tienta, llámelo como quiera, al candidato Óscar Iván, pero ya Odebrecht estaba inmerso en la campaña de Juan Manuel Santos, inmerso absolutamente; es que yo no quiero dejar de lado a Otto Bula cuando entregó un maletín con un millón de dólares a un señor, no me acuerdo el nombre, García o Giraldo, Andrés Giraldo que, confiesa él, no se le probó, pero contó y eso llegó a manos de Roberto Prieto. Él también asume que recibe 400.000 dólares de unos afiches, hay una empresa que se llama Conecta, hay una auditora que se llama Araceli, que le dicen desaparezca todo porque no tenía soporte en muchas facturas. Entonces esto fue una coyuntura en América Latina depredadora, lo triste es que nosotros nos sentíamos eximidos de esa capacidad corrupta de Odebrecht y yo no sé hasta donde Daniel actuó. El hecho es que el candidato era Óscar Zuluaga, en quien habíamos afincado todos nuestros propósitos, nuestra pasión de campaña.
Yo estuve en su campaña, ganamos la primera vuelta, no sé en qué momento se contrata ese señor, se le paga. En fin, pero todos terminamos en esta triste historia, muy lamentable, porque yo sí creo que Colombia tiene que empezar a superar los maletines, las maletas, las coimas, los entramados y los robos que tienen arruinado al Colombia, un país que todavía tiene mucho por hacer, sobre todo con tantos millones de pobres, que como vimos ayer, hay gente que pasa hambre, más de dos millones de personas y la violencia que está desatada.
Entonces no puede uno como político, que entrega, además, su vida a una causa, dar mal ejemplo. El mal ejemplo es depredador, ese es el objetivo, aquí tenemos que enfrentar lo que viene, pedirle a su familia que enfrente lo que viene, que no es fácil, no vamos a ser sus jueces, será la justicia, pero que cuenten la verdad, que la verdad alivia.
SEMANA: entre otras cosas, aquí pasó algo muy tremendo. Es decir, lo primero que había era una infracción porque estaba prohibido que empresas o personas naturales extranjeras aportaran a las campañas presidenciales, hasta ahí todo es claro. Una infracción electoral, pero resulta que cuando él empieza todo este entramado para tapar la verdad, engañar con testigos, cambiar las versiones de los testigos como hizo con Duda Mendoza. Ahí lo que hay es delito, senadora María Fernanda Cabal. Se pasa a otro punto y es el del delito y ustedes son opositores, son muy recios, como tiene que ser la oposición y como deberíamos ser todos los ciudadanos, exigiendo que los políticos que están en el poder cumplan, se apeguen a las normas, cumplan un gobierno adecuado. Cuando llega esto, ¿qué significa en el interior del partido?
M.F.C.: una sombra, más noticias, que uno no se las espera, no nos las esperábamos, ninguno de nosotros. Todo esto hace que uno aprenda a tener mucha más resiliencia, a saber enfrentar coyunturas adversas porque al final de cuentas, cuando pasa la vida, todo esto es aprendizaje y generación de consciencia. Usted está aquí para qué; ahora, repito, él no se robó ningún dinero, él hizo un uso indebido de una oferta a nivel internacional para pagarle a un tercero. ¿Qué delito hay? Presumiblemente, sí, la campaña de Santos fue mil veces peor con pruebas, pero ahora el que se enfrenta es Oscar Iván.
El termina generando consecuencias para todos, incluso desazón en la propia militancia pero él tendrá que responder individualmente, como corresponde en este tipo de conductas. No podemos quedarnos allí, es enfrentar y sobrellevar, es una lección de vida. Vuelvo y repito, nosotros estamos expuestos, todos, al cuento de las fotografías. Yo me tomo fotos con todo el mundo, yo no sé si mañana va salir el Guasón que está pedido por algún país en extradición en alguna fotografía. Las campañas en la vida de uno llegan a todo tipo de personas, usted no sabe si son buenas, regulares o malas. Esa es una exposición permanente, entonces siempre vamos a estar expuestos, lo que se tiene que aprender es que, a medida que se va ascendiendo en el poder y se va llegando a una candidatura, usted tiene que buscar y blindarse lo más posible de la gente que lo cuide a usted, porque todo el tiempo la exposición está allí. A mi me ha pasado mil veces, por Dios, hay gente que habla a nombre de uno, pide plata a nombre de uno, dicen que trabajan con uno. ¿Cómo hace uno para controlar eso? Pero volvamos al mismo tema de Óscar Iván.
SEMANA: perdóneme el paréntesis que aquí es completamente distinto porque la rectitud no se negocia, la rectitud es una sola. Si usted es correcto, usted no se deja tentar. Es normal, usted tiene razón cuando dice que a los políticos los están tentando permanente, eso es verdad. Pero de ahí a caer, el que está a prueba es el político y, en este caso, a Óscar Iván Zuluaga lo pusieron a prueba con Odebrecht y prefirió la plata sabiendo que estaba prohibido y luego prefirió hacer todo un plan para tapar la verdad, independientemente que en la campaña de Santos haya pasado lo mismo, eso no lo hace menos malo. ¿Me entiende? Muy malo lo que pasó con Santos y debería actuar la justicia, pero muy malo lo que pasó en la campaña de Óscar Iván.
M.F.C.: así es, pero es importante siempre tener el contexto porque una persona no está sola, a otros más, era Odebrecht, la empresa criminal, no está solo, eran muchos en América Latina. Entonces esa coyuntura de Odebrecht facilitó que mucha gente, que tenía aspiraciones de poder, cayera en eso; lo digo desde la parte humana, repitiendo otra vez que yo no soy juez y no justificando, explicando. Es que cuando a mí me dicen “es que el paramilitarismo, la autodefensa”, todos los fenómenos sociales son de causa y efecto, eso no lo justifica, la violencia no se justifica, se explica como contexto sociológico.
Él tendrá que defenderse y decidir que opción toma, ya es su fuero interno, en lo que respecta al partido, yo pienso que el partido tendrá que tomar decisiones respecto a Óscar Iván, tendrá que sobrellevar este trago amargo y tendrá que explicarle al país que lo que hemos hecho no ha sido en vano.
SEMANA: senadora, en medio de este escándalo se han conseguido dos vertientes frente a Óscar Zuluaga. Hay unos sectores que dicen que el Centro Democrático debería expulsarlo del partido, otros dicen que debería renunciar frente a lo que está sucediendo. Usted estuvo en reunión, creo, con la bancada en medio del partido. ¿Se ha tomado alguna decisión? ¿Cuáles son las voces que se escuchan frente a esto teniendo en cuenta la responsabilidad política?
M.F.C.: mucha desazón, tristeza, nosotros en bancada y reunidos un grupo con la directora viendo que hacer, el comunicado que hay que sacar, el partido se ha tardado en sacar un comunicado. Ustedes han visto al presidente Uribe cuando uno recibe tantos golpes, pero, finalmente, el partido como tal, su dirigencia, tiene que decidir que se hace con el entonces candidato Óscar Iván Zuluaga, qué decisión se toma. Pero lo que sí es claro es que el partido tiene que salir limpio de esto, aquí no participó como organización política el partido, no participamos nosotros. Eso fue algo que hicieron ellos con un interés personal que terminó afectando a la colectividad.
SEMANA: entre otras cosas, en las grabaciones consideradas, como lo dijimos desde el principio, una confesión, queda muy claro que hubo un ‘secreto de sangre’, como llama Óscar Iván Zuluaga tras los hechos de Odebrecht y la entrada de dinero. Y esos ‘secretos de sangre’ entre David, el hijo de Zuluaga, Óscar Iván (candidato) y Daniel García que usted sabe perfectamente por qué grabó, en el momento que lo iban a dejar solo, se sintió amenazado con las declaraciones de Jaime Granados diciendo que él era el responsable, él dijo “mi salvavidas es este” y se dedicó a grabar para protegerse y tener esta inmunidad. Pero las grabaciones dejan claro que serían ellos tres.
M.F.C.: sí, pero todas maneras, gústele a uno o no, nuevamente ellos tienen derecho a un debido proceso, ha debido grabarlo con el conocimiento de un fiscal y juez, esas grabaciones entiendo que no son legales, por más que se presuma que es una confesión, él verá qué hace. El hecho es que la consecuencia a nivel político es clara y esa consecuencia para nosotros, que nos vemos afectados por esa actuación, hay que enfrentarla.
Aquí uno no puede perder la labor civil, perder la capacidad de decir las cosas como son, perder el eximir al partido de responsabilidades que no tiene, aquí pasa de todo en los partidos y movimientos. Lo triste es que fuera con una persona del más íntimo cuero del partido del presidente Uribe, a quien todos hemos querido, y finalmente fuéramos engañados.
SEMANA: senadora, usted decía algo y me imagino que en la reunión de bancada, o en todas estas conversaciones que ha sostenido con gente del CD, entre otros. Le han dicho, “mire a usted le hicieron zancadilla, recuerde lo que pasó con esa famosa encuesta donde decía que María Cabal era la candidata, pero estaban imponiendo a Óscar Iván Zuluaga”. ¿Qué piensa de eso y qué ha escuchado, qué le dicen?
M.F.C.: uy, eso ha salido gente de todo, en las redes me escriben y me dicen “vea lo que le hicieron, mire”, he visto mucha rabia, hay mucha pasión y sentimiento, y es claro que digan “ah, aquí nos engañaron, la sacaron a usted”, hay quienes dicen “con usted hubiéramos ganado y no hubiéramos tenido este Gobierno”. Todo eso son hipótesis que nacen del sentimiento de tristeza y de pronto de desazón de la gente con esa noticia y también con el Gobierno de hoy. Son hipótesis, yo lo que digo a la gente es que los momentos de Dios son perfectos, no fue, no era y hoy nos enteramos de esta noticia que, realmente, produce mucha tristeza.
Y yo quiero transmitirle a quienes, siendo del Centro Democrático o no siendo, pero sintiendo afinidad por estas ideas y viendo lo difícil que ha sido enfrentar a este Gobierno, que nunca pierdan la fe. Eso pasa y pasa. Pero debe quedar la lección de vida, si uno escoge estar en eso, tiene que enfrentar la adversidad; si uno escoge el servicio, tiene que convencer a la gente que va a servir y no a servirse, estamos ya muy grandes para pretender servirnos. Hay que ayudar a la gente a subir, a salir del atolladero, que no pierdan la fe, que aquí estamos todos y veremos qué decisión toma el partido.
SEMANA: Doctora María Fernanda, en todo caso, debe ser frustrante, recuerde usted que en su momento tuvo inconformidades con respecto a esa decisión del partido. Pero hay un hecho más profundo, al margen de lo que usted piense, es por qué Óscar Iván Zuluaga fue capaz de volverse a presentar a las elecciones y fue capaz de buscar nuevamente la Presidencia. Las encuestas ni siquiera lo aclamaban, ¿por qué lo hizo?
M.F.C.: no, yo no puedo contestar esa pregunta, se la tenés que hacer a él. Fue su cuero interno, su voluntad, no sabíamos en ese momento que iba a entrar en la contienda política, a mí me gustaba él, pero no había comunicado nada. De repente empieza el nombre mío a subir al enfrentar a todos estos bárbaros de la primera línea y la farsa que se inventaron del estallido social con el Paro Nacional. Entonces empiezo yo a competir, pero también tenía la expectativa la senadora Paloma y entró Alirio en el juego político. ¿Por qué entró? No lo sé, se lo tenés que preguntar a él. Yo pienso que nuevamente no es fácil juzgar las decisiones, él estuvo muy cerca de la presidencia y la política confunde, el ego. El famoso ego, que es con lo que nosotros tenemos que aprender a vivir, a domar, a dominar, a través de la mente y de la oración. Le pasó, él quería, ¿qué podemos hacer?
SEMANA: senadora, del partido se han podido contactar con Óscar Iván Zuluaga, él ha mandado algún mensaje, ha hablado con alguien, ha expresado sobre esto que está ocurriendo. ¿Han obtenido algún mensaje, alguna opinión, o nada?
M.F.C.: no, no tenemos información y yo la verdad lo lamento porque sé que está pasando por un momento triste él y su familia. No me alegro jamás por el daño ajeno, ni siquiera me alegro por daño de adversarios, hoy por ti, mañana por mí.
SEMANA: el expresidente Álvaro Uribe hizo unos trinos diciendo claramente que fue engañado. Y la verdad es que en la grabación queda claro que lo engañó, pero de boca del propio Óscar Iván, que le cuenta cómo mucha cosa, Daniel García, “que él fue donde Uribe, que le dijo que él por salvar a su hijo iba a ser capaz incluso de decir lo que había hecho, lo que no había hecho, que le lloró a Uribe y que le hizo salir las lágrimas a Uribe”. ¿Qué le parece eso? Perdóneme, pero es que es increíble...
M.F.C.: ay, pero qué decimos, es... de alguna forma, de pronto él pensó que tenía controlada esa información y pretendió analizar esa relación con Uribe. Cuando alguien de la estatura de Uribe tiene confianza, pues hay que honrarla y hay que honrarla de todas las formas posibles. Así, en algunos momentos, muchos no hayamos sentido que teníamos de pronto el afecto, que yo lo he dicho en tono de modo. Y él lo entiende, que yo no he sido de sus favoritas. A mí me ha tocado con dificultad ganarme el corazón de Uribe, pero eso no importa si es que así es la gente, usted a veces le cae mejor una persona que otra o tiene sus favoritos, a veces le pasa a la mamá con los hijos, que no es nada sano, pero, pues uno tiene inclinación, más por uno que por el otro, pero sí, yo creo que eso vive, le dolió en el alma, en el alma, porque no esperaba esa expresión por parte de Óscar Iván.
SEMANA: en ese mismo trino, él le reclama a Santos por Odebrecht, por la mermelada, le reclama por las Farc, hace una mención a Zuluaga porque hace dos trinos, uno de ellos es el que estoy diciendo y también habla del Gobierno Uribe, del Gobierno de Duque…
M.F.C.: pero yo no recuerdo qué dice del Gobierno Duque…
SEMANA: mire lo que dice el trino. Dice, “elegimos a Santos. Y terminó con Farc. Sobornos de mermelada y Odebrecht, la tragedia del caso de Óscar Iván, congresistas con delitos de dineros entregados por el Gobierno Duque. Todo un engaño a tantos que lo han hecho bien y creen en estas tesis, invitaré a considerar y quiero que miremos este trino. Decisiones para no afectar a quienes merecen la confianza popular”, ¿a quién se refiere el expresidente Uribe? ¿Qué clase de decisiones?
M.F.C.: sí, de pronto se está pensando en la expulsión del partido...
SEMANA: ¿en qué?
M.F.C.: supongo que estarán pensando en la expulsión del partido.
SEMANA: ¿a expulsar a Óscar Iván Zuluaga o qué?
M.F.C.: pero es que supongo que si el presidente Uribe está anticipando que todas estas noticias que nos están afectando tienen que generar una consecuencia, pues debe ser una consecuencia de ese tipo, una consecuencia política, ¿cuál podría ser?
SEMANA: pareciera algo más grande, porque si no, no lo hubiera dicho, pues que Óscar Iván Zuluaga y él, habla de todo ese panorama y habla de decisiones que se deberían considerar como si fuera algo más grande, más general que la salida de una persona, pues ni va ni viene.
M.F.C.: no lo sé, no sé a qué se refería al presidente Uribe, si ha sido a revelaciones nuevas, de pronto de vinculaciones con corrupción. No lo sé, pero debe ser en ese sentido, siguen saliendo noticias, pues recordemos todas estas noticias de la trama del señor Castaño, que eso, pues tenía una red, hasta donde va a llegar y hasta dónde se podrán defender, y no es la primera vez, no, ha pasado en otras ocasiones, tristemente ha pasado en otros partidos. Porque es que la fórmula, Vicky, es que aquí a uno lo que le da rabia es que las empresas multinacionales y los holdings privados tienen todo un sistema de auditorías para evitar robos, como es obvio, si no sería incontrolable, los mismos bancos. Pero el sistema, la estructura del Estado, siempre está expuesta a que la lapiden. ¿Hasta cuándo vamos a tener nosotros que buscar en las regiones, alcaldes y gobernadores, favores mendigando a la clase política, a los congresistas para que bajen, entre comillas, recursos del Estado? ¿Hasta cuándo vamos a permitir esa práctica para después presionar a los congresistas a través del voto para darle esos recursos y bajar esos recursos? Ahí, ustedes, por ejemplo, como periodistas, deberían hacer toda una investigación de por qué el mismo Estado promueve la existencia de la corrupción para que pueda sobrevivir en las regiones cualquier decisión que se quiera llevar debajo de carácter público, eso es como un cáncer permanente que habita en el Estado colombiano. Entonces yo supongo que deben ser las noticias que salieron recientes, donde de pronto aparecen algunos otros miembros del partido vinculado.
SEMANA: y todo esto también, cuando usted menciona lo de Mario Castaño, el otro gran poderoso senador liberal que está en la cárcel y todo el cuento de las marionetas y alcaldes. Bueno, todo eso que ya conoce el país, pues ahí resulta también he enredado y por eso la Corte Suprema vincula y llama a responder al senador Ciro Ramírez, ¿también tiene algo que ver con esto, de pronto lo que está diciendo el expresidente Álvaro Uribe? Porque apenas se conoció esta noticia la semana pasada también
M.F.C.: No lo sé, porque no se ha hablado absolutamente nada más. Eso quedó en una noticia en medios. No se ha profundizado a mayores, no sabemos hasta dónde se llegue, si eso no es, si obviamente aquí está la presunción de inocencia, tiene el senador Ciro que defenderse como tiene que defenderse Óscar Iván y su hijo; aquí uno siempre tiene ese derecho a la presunción de inocencia, las garantías judiciales, pero el efecto político está allá. Y el efecto político, mientras uno se defiende, es que han hecho un daño y hay que enfrentar ese daño, hay que hacer el control de daños, hay que sobrellevarlo y hay que seguir adelante.
SEMANA: usted habla de la presunción de inocencia, que es real. Todo el mundo tiene derecho a esa presunción de inocencia. ¿Pero cuándo un partido hace oposición? Se le olvida esa presunción de inocencia, usted lo sabe, ustedes hoy son oposición, pero en otra época, en el Gobierno anterior, no eran oposición, eran gobierno. Yo sé que usted tenía unas distancias con el Gobierno, pero digamos que el partido era de gobierno. Y cuando culpaban de algo al Gobierno en ese momento al presidente, todo el mundo, ustedes, todos, decían, la presunción de inocencia tal, pero el petrismo no, y en este caso, ¿ustedes nunca piensan que el petrismo tiene presunción de inocencia? Hay algún acto de contrición como política, no hablo en este caso específico de por qué los partidos actúan así contra su contendor, todo, contra los propios, si hay presunción de inocencia, hay tragedia, hay angustia, hay dolor, drama humano. ¿Qué hay ahí?
M.F.C.: nosotros no hemos salido de paso sencillamente a tapar cosas. Usted recordará que cuando (sucedió) la imputación de Daniel García, al día siguiente, comenzaba oficialmente la campaña, el presidente Uribe no tuvo ningún miramiento y lo sacó del partido. No es la primera vez, pero nuevamente usted es un partido político, usted no tiene capacidad de control. Si uno muchas veces no tiene capacidad de controlar a la gente cercana en su empresa, en la misma familia, aquí estamos expuestos a la conducta humana que es individual. El efecto político sí altera, pero a todos los partidos les ha pasado o ¿de qué partido era Mario Castaño? O ¿de qué partido han sido muchos otros vinculados con unos procesos espantosos? Entonces, a todos les pasa por el nivel de exposición que uno no quisiera que le pasara, pero la realidad es que pasa. ¿Ahora, qué debe hacer el partido? Sacudirse, el partido tiene las herramientas para decir por ahí no es, por ahí no va, a ver si es que uno ha avalado como partido un candidato, una gobernación resultó que el señor salió una porquería y ¿qué culpa tiene uno? Usted no tiene por qué tener responsabilidad, la responsabilidad política se asume y se hacen los correctivos, cuando usted hace los correctivos, le está demostrando a la gente que esa persona actuó porque se le dio la gana, es responsable penalmente de forma individual y su responsabilidad política es la que le ha traído consecuencias, porque o no será miembro del partido, tendrá algún tipo de sanción, pero nosotros no hemos sido proclives a cobijar esas conductas.
SEMANA: ¿qué tanto esto influye o impacta al Centro Democrático? Además, en vísperas de unas elecciones que vienen en pocos meses, ya en octubre, las elecciones regionales, que han hablado de eso dentro del partido porque incluso hay voces, ayer hablábamos con José Obdulio Gaviria y él reconoce que incluso hay voces que quisieran que se acabara el partido con base en lo que sucedió y este escanda.
M.F.C.: no, pero pues quien diga que se acaba el partido por esto... ¿Entonces usted cierra un negocio porque su hijo lo administró mal? No. Él es responsable por lo que hizo. Ya, de hecho, está respondiendo. Repetimos judicialmente, tendrá un debido proceso, políticamente ya lo es y el partido tiene que tomar decisiones. Pero contrario a lo que usted dice, el partido está creciendo en todo el país, porque la gente se dio cuenta de que aquí nos montaron, fue una propaganda durante años para destruir el legado del presidente Uribe, que gústele o no, nos trajo paz, no la paz loca de este presidente Petro; gústele o no, la gente pudo producir y generar más riqueza; gústele o no, el PIB se aumentó; el ingreso per cápita se aumentó. Todos los indicadores que no le gustan a la izquierda, no le gustan porque no les gusta la evidencia, sino la farsa, ahí están, se dedicaron a destruir.
Y nosotros empezamos recogiendo firmas en el último rincón porque yo lo hice hasta altas horas de la noche para hacer movimiento significativo de ciudadanos y lo logramos pese a un enemigo como Santos, que es bastante y fue bastante poderoso y peligroso, ambicioso, que controló lo que le dio la gana. ¿Por qué por este hecho, que fue en el 2014, nosotros vamos a arrastrar una cruz al 2023, cuando hemos demostrado que sí somos una buena oposición, que hacemos la tarea juiciosamente, que tenemos respetabilidad, inclusive nacional e internacional? Este es un hecho que empaña, pero es un hecho que se va a superar. Y eso no nos puede impedir a nosotros de llegar hasta el último rincón de Colombia con la cabeza en alto defendiendo unas ideas que son las que sacan al país del estado en el que está.
SEMANA: la gente no puede confundir ese cuentico de que es que no robó, ¿quién dijo que solamente es delincuente que roba? Eso es una mentira. No importa que no haya robado. Segundo, ahí tenemos que ver porque está, uno de los cargos es enriquecimiento ilícito, ¿por qué? Y lo explico para la gente, porque él presenta una contabilidad con falsedades y a través de esa contabilidad con falsedades le devuelven 26.000 millones de pesos del Estado, en reposición de votos. Si no, si él hubiera presentado las cuentas reales, él no había sido sancionado y no hubiera obtenido esa devolución de dinero, esa reposición de dinero. Entonces, ahí la gente sí tiene que entender, doctora María Fernanda, que no es solo malo, o no delinque, solo aquel que roba; delinque aquel que quiere torcer un testigo como lo hizo él. Tuvo la mente para mandar un mes a unos abogados a Brasil a que contactaran a Duda Mendonça, el publicista, el experto en campañas, para que torciera su versión e hiciera una declaración extrajuicio diciendo, “yo no tengo nada. La campaña no tuvo nada que ver. Óscar Iván Zuluaga no tuvo nada que ver. Yo sí recibí la plata. Pero ellos no sabían”, hombre... ahí sí, como dicen las grabaciones, por Dios.
M.F.C.: todo esto produce rabia y tristeza en el corazón, produce coraje. Porque el efecto es ese. Es que finalmente el acto termina siendo un acto de corrupción. El acto termina siendo lo que todos detestamos, incluso él mismo, porque su vida no ha sido una vida de corrupción, ni una vida de lujo ha sido una familia decente. Que él haya caído en esa tentación es su fuero interno, su decisión, no soy su juez, lo lamento porque, además, esa es una buena familia, lo lamento, le toca enfrentar las consecuencias. No vamos a maquillar actos, está claro, pero sí hay que hacer la exposición completa de lo que pasaba, de lo que pasó aquí, de lo que pasó en las otras campañas, porque creo que además Odebrecht estuvo en otras campañas y no estoy mal al concejo de Bogotá, también ayudó, porque ellos también hacían obras en Bogotá.
SEMANA: y en medio de la conversación, él resulta haciendo lo que le aconsejó, tal vez el padre Arturo, porque todo está con base en la conversación que tuvo con el padre Arturo y le dice que no tiene porqué inmolarse, y eso se lo repite frecuentemente a Daniel García, que eso es lo de la conversación y no tiene porqué hacerlo y es como si le hiciera caso en la confesión, en su conversación íntima que tuvo con el sacerdote.
M.F.C.: ¿pero usted no cree que eso es una evidencia de remordimiento de conciencia? ¿Que él siente que lo que hizo fue malo? ¿Que él siente que está destruido por dentro y quisiera liberarse de eso, quisiera contar? Y el sacerdote lo que hace es decirle lo que él piensa, es su recomendación, no tiene porqué inmolarse. Es como cuando usted va un acto de confesión y dice, hice esto, hice esto y el sacerdote no sale con un megáfono a contar lo que usted hizo, pero sale a publicar, le da unas recomendaciones, yo ahí veo con más claridad y es que, el ser humano está tan expuesto, tan expuesto, y que cuando la vida pública te hace estar sometido al escrutinio público valga la redundancia, esa exposición es mayor. Vuelvo y no justifico, yo explico, porque yo no quiero olvidarme del ser humano, que él es y que él ha sido. Y no quiero ser yo quien tenga, pues, el martillo para condenar.
SEMANA: voy a hacerle un comentario sobre el cura, sobre el padre Arturo. Entiendo perfectamente que hay un secreto en la confesión y que ningún sacerdote puede ir a contar lo que le acaban de confesar, eso es cierto. Pero lo que me parece a todas luces absolutamente incorrectas es que un sacerdote se atreva a decirle a una persona, “siga mintiendo, siga engañando, aspire a la Presidencia para que engañe a los demás, trate de ser presidente, no importa lo que hizo”. O sea, esto es absolutamente horrible. Un sacerdote, ¿uno qué espera? Que le diga, “hombre, usted está absuelto, usted va allí, cuéntele la verdad a la justicia, usted vaya y diga lo que hizo”, pero no puede ser que la recomendación de un sacerdote, senadora, sea “siga mintiendo”. Pero un sacerdote, y creo que el sacerdote se equivocó. Pensemos que fue de buena fe, pero se equivocó, y mal, porque Óscar Iván Zuluaga, según los audios, él dice “el padre Arturo me ayudó a afianzarme”, es decir, lo ayudó a creer, si él mismo la mentira de que estaba haciendo lo correcto, y segundo, quería...
M.F.C.: y le recomendó que fuera donde Daniel, que fuera también allá…
SEMANA: claro, ¿para qué le recomienda lo de Daniel? Evidentemente, para que lo pusiera igual de... Sabe para que lo metiera en la misma onda de que no había que decir nada, era la manipulación de la verdad, senadora; realmente macabro, a mí, le confieso una cosa, pues claro, cualquier persona que caiga en una situación así, humanamente, sufre, su familia sufre, seguramente injustamente su familia por lo que ha hecho él. Pero cuando uno mira en blanco y negro, esas grabaciones son las que antes, porque él tenía una imagen de un señor correcto, decente, un señor brillante en su oficio, una persona confiable que quería gobernar el país, y no lo era, no lo es.
M.F.C.: ¿qué comentario puedo hacer?
SEMANA: No, pues yo le estaba haciendo el mío, yo la entiendo, ¿sabe por qué? Porque siento que en esta entrevista ha quedado claro el golpe emocional que eso significa para ustedes. Lo entiendo, lo entiendo humanamente, es comprensible. Pero ustedes tienen, ustedes son un partido, son la oposición, ustedes y ahora una palabra, una frase muy importante, tienen que dar ejemplo, están llamados a dar mucho ejemplo, no pueden criticar si no son ejemplares ustedes. Pero aquí hay un hecho incontrovertible, doctora María Fernanda. Ese hombre hizo algo muy malo y cometió delitos y tiene que pagar ante la justicia. Creo que ese es el resumen, independientemente del dolor que esto pueda traer. Y hay una responsabilidad política para ustedes, justo, injusto, el colmo, el engaño. No importa, pero ahí está. No sé si en eso está de acuerdo.
M.F.C.: hay una responsabilidad política que hay que afrontar, hay que salir adelante porque uno está expuesto de forma permanente, permanente como individuo y como partido único, y ese es un riesgo que se asume al estar precisamente inmerso en la condición del querer ser político o hacer política.
SEMANA: siempre hay que ser correcto, doctora María Fernanda, donde uno esté. En el lugar que esté, y si quiere regir los destinos de una nación de más de 50 millones de colombianos, lo que la gente espera cuando confía su voto es “este hombre o esta mujer es correcta”, ¿verdad?
M.F.C.: el ejemplo es el que forma, no hay discurso. Es el ejemplo, así es.
SEMANA: pues doctora María Fernanda, la dejo, usted está muy triste, se le ve dolida, se ve golpeada y todo…
M.F.C.: Pero claro... o sea, era demasiado inesperado. Además, nosotros hemos sufrido mucho desde que fuimos movimiento y en el partido. Nosotros nos hemos enfrentado a todo. Es que la gente olvida, yo tengo memoria, no para amargarme, afortunadamente, pero enfrentamos todo, enfrentamos a Santos, el acuerdo de La Habana, la manipulación en el Congreso, enfrentamos el ganar en el plebiscito con el No, que nos impusieran, enfrentamos ahí sí que un mal ejemplo a las Farc en el Congreso muertas de risa sin haber pagado un día de cárcel, enfrentamos todos los días la abominación de unos personajes que nunca hicieron un acto de contrición y de perdón verdadera con sus víctimas, pero se les llena la boca hablando de la guerra y la paz y señalándolo a uno, como si uno hubiera asesinado y secuestrado, hemos enfrentado todo, la rotulación en medios, los adjetivos que lo descalifican la persecución, el señalamiento. Uy por Dios, es que yo creo que uno le sale ya cuero, no de lagarto, afortunadamente, yo creo que le sale a uno cuero duro, ¿no? De pronto de búfalo, pero aprende uno y genera conciencia, porque a nosotros nos ha pasado de todo, es de todo y ahí tenemos que seguir adelante porque la vida pasa.
SEMANA: quiere despedirse contándome una cosa que es real, y es que Óscar Iván Zuluaga pague por lo que hizo. Eso ahí no hay tutía. Ahí enfrenta la justicia y perfecto. ¿Y Juan Manuel Santos, qué? ¿Y la campaña de reelección de 2014 qué? Tiene algo que decir sobre eso, para terminar.
M.F.C.: sí, Juan Manuel Santos representa el régimen, el mismo régimen que ha gobernado y usufructuado a Colombia. No son los famosos 20 años que ha gobernado la derecha que dicen los mamertos, no, nada que ver. Juan Manuel Santos es el régimen. Es lo que yo denomino la élite revolucionaria. Las familias dueñas de Colombia, que desde el interior son los que han decidido el destino de las regiones a los que nunca le importó que mataran gente, ni en Urabá, ni en Santander, ni en el llano, ni en ningún lado, porque aquí peleaban, pero arreglaban a punta de un vaso de whisky, esas familias que siempre tuvieron afinidad con las Farc. Yo digo que debieron haber sido hasta de pronto socios de negocios, por eso el acuerdo de La Habana yo lo llamo un pacto de élites, y aquí terminamos amarrados y muy para infortunio, nuestro Uribe no lo entendió y le devolvió la posta al régimen cuando el régimen le quema su candidato inocente, Andrés Felipe Arias. Estamos en el régimen, Santos sigue mandando, sigue teniendo sus hilos y creyó que, poniendo a Petro en el poder, porque si no es con Santos, Petro no llega y va a poder manejarlo, y a Petro creo que por lo menos Santos no lo maneja, no sé si Maduro o si por allá los rusos o si Irán. Pero Santos no lo maneja.
SEMANA: senadora, un abrazo, recupérese completamente, usted sabe que nos gusta verla combativa.
M.F.C.: Así es, ya pronto. Gracias.