“Me están dañando las vallas por querer ser la primera mujer gobernadora de Nariño”: Claudia Cabrera ante los ataques a su campaña

Claudia Cabrera, la candidata que aspira a ser la primera mujer gobernadora de Nariño por voto popular, está desafiando un oscuro trasfondo de violencia y misoginia.

A pesar de que en el transcurso de su vida política ha enfrentado amenazas, secuestros y ataques, su determinación y la firmeza de su convicción la siguen llevando por el camino de apoyar a las comunidades.

En las últimas horas, ella ha denunciado el daño de sus vallas publicitarias que se ubican en la vía que lleva al aeropuerto de Nariño.

“El daño a las vallas no es simplemente un acto de vandalismo. Es una manifestación de violencia de género, un intento desesperado de frenar mi ascenso político y mantener a las mujeres en roles subordinados en la sociedad. Soy la primera mujer que busca obtener este puesto y estoy en representación de todas las mujeres que anhelan liderar y cambiar el rumbo de la política en Nariño. Muchos acostumbrados a someter a las mujeres están desesperados porque hoy nosotras demostramos que también podemos liderar”, indicó ante SEMANA.

Asimismo, indicó que ha demostrado su popularidad y respaldo al recolectar la impresionante cifra de 129.000 firmas en apoyo a su candidatura a través del Grupo Significativo Nariño Renace. Este logro es un testimonio de su capacidad para conectar con la gente y movilizar a la comunidad en torno a su visión para el futuro de Nariño.

La historia de Claudia

La historia de Claudia en la política está marcada por su valentía, ya que desde su incursión en la vida política, en 2015, ha sido blanco de intimidaciones y violencia.

Un secuestro en su pasado y un intento de asesinato cuando fue alcaldesa de Policarpa, Nariño, demuestran la gravedad de las amenazas que ha enfrentado.

Además, su exposición como objetivo militar este año resalta la determinación de aquellos que buscan evitar su ascenso en el tema político.

Esto en la vida de Claudia también ha dejado cicatrices profundas en su familia. La pérdida de su padre debido, según ella, al estrés causado por la situación política es un recordatorio sombrío de cómo la violencia política afecta a las familias y comunidades enteras.

“Perdí a mi padre hace tres meses, él tenía cáncer, pero al enterarse de que era objetivo militar su situación de salud empeoró”, dijo.

Y es que su lucha por un futuro mejor y la renovación de Nariño, como lo simboliza su lema “nariñorenace,” a menudo viene con un alto precio humano.

Además de las amenazas y la violencia, Claudia también ha enfrentado la hostilidad de aquellos que se resisten a su candidatura. Se le ha prohibido ingresar a ciertas zonas del departamento, como el municipio de Coordinadora, a esto ahora se le suma que las vallas de su campaña han sido vandalizadas.

Finalmente, la aspirante a la gobernación dijo: “Sus intimidaciones no nos detendrán, seguiremos avanzando con la firme convicción de que un futuro mejor nos espera”.

El riesgo electoral en Tumaco, Nariño, es de antaño, el municipio también vivió las elecciones regionales de 2019 en alerta roja

La violencia, el olvido y el riego extremo en el que viven los habitantes de Tumaco, Nariño, es un problema que, infortunadamente, se convirtió en parte del paisaje. Recientemente, la Procuraduría General de la Nación alertó por el riesgo electoral que hay en 17 municipios del país, siendo Tumaco el que lidera la lista.

La procuradora general de la Nación, Margarita Cabello, hizo un llamado urgente al Gobierno nacional para que “brinde plenas garantías de seguridad en estas regiones”. Sin embargo, no es novedad que en Tumaco se encuentren en riesgo. Un ejemplo fueron las elecciones regionales de 2019, cuando también aparecieron en el listado de zonas en alerta para desarrollar los comicios.

La advertencia de la Procuraduría se hace con base en la tercera versión del Mapa de Percepción de Riesgo del Centro Integrado de Información e Inteligencia Electoral (Ci3E) de la Policía Nacional. Pero si se busca en los archivos de la Misión de Observación Electoral (MOE) se encuentra que la realidad de 2023 es similar a la de hace décadas, pues en ese municipio los que mandan son los grupos armados ilegales.