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“Mi papá sí sabía”: esta es la explosiva confesión de Nicolás Petro sobre la entrada de dineros irregulares a la campaña presidencial; salpicó a Verónica Alcocer y Laura Sarabia, entre otros
Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, confesó en la Fiscalía que su padre conoció del ingreso irregular de dinero en efectivo a su campaña. Reveló que Euclides Torres y Christian Daes, entre otros, dieron la plata. Salpicó a Verónica Alcocer, Laura Sarabia, Armando Benedetti, Pedro Flórez, Agmeth Escaf y Miguel Ángel del Río.
El pasado 2 de agosto, a las 9:39 de la mañana, el búnker de la Fiscalía se estremeció. Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, decidió colaborar con la justicia en un revelador interrogatorio que duró varias horas.
El exdiputado del Atlántico había sido capturado cuatro días antes en Barranquilla, al igual que su exesposa Day Vásquez. Cuando el panorama de Nicolás era muy oscuro por los graves cargos en su contra (enriquecimiento ilícito y lavado de activos), el joven político se destapó y no solo aceptó su responsabilidad, sino que prendió el ventilador contra su papá, la primera dama Verónica Alcocer, fichas cercanas al mandatario, reconocidos empresarios y la campaña presidencial.
Pero 19 días después, el 21 de agosto, el presidente visitó a su hijo en su vivienda, en la capital del Atlántico. A partir de ese entonces, Nicolás empezó a incumplir su compromiso con la justicia. Aplazó las citas con los fiscales, pidió más tiempo y hasta cambió a su abogado. La Fiscalía entendió el giro y radicó el escrito de acusación en su contra para llamarlo a juicio.
SEMANA revela en exclusiva los apartes más escandalosos de la confesión de Nicolás Petro, por la cual un juez le concedió su libertad. El más delicado compromete directamente al presidente de la República y a la financiación de su campaña con dineros en efectivo que, según su hijo, entraron de manera irregular y no se reportaron.
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Cuando el fiscal le preguntó si el entonces candidato tenía conocimiento de los aportes económicos y la financiación del empresario Euclides Torres, quien tiene contratación en el Estado, Nicolás fue categórico y respondió: “Sí. Sabía perfectamente que Euclides era quien financiaba la campaña”.
Los fiscales, en el interrogatorio, le pidieron a Nicolás que explicara por qué decía que su papá estaba al tanto. Él agregó: “Porque yo se lo mencioné varias veces, él lo sabía; él, en los cs, cuando nos transportábamos para los eventos, siempre iba Pedro Flórez, entonces él y yo hablábamos de la financiación, que Euclides financiaba. Benedetti siempre se lo recalcaba en presencia mía, que era Euclides el que estaba financiando los eventos y la campaña”.
Las preguntas de la Fiscalía se hicieron más específicas en cuanto a si el candidato se interesó por conocer si esos dineros aportados en efectivo estaban siendo reportados por la campaña a los organismos de control. El hijo del mandatario, simplemente, señaló: “En presencia mía, no”. También indicó que nunca vio que su padre se interesara por el tema, ni tampoco por los detalles de cómo se gastaba el dinero.
Nicolás les reveló a los fiscales que incluso Armando Benedetti “siempre sacaba pecho y siempre hacía comentarios delante de él (Gustavo Petro), que esto costó tanto”. Según Nicolás, su padre “siempre se quedaba callado” al oír a Benedetti. “O sea, ni aprobaba o desaprobaba”.
Lo que sí quedó claro fue que el entonces candidato asistió a “todos” los actos que financió Torres en el Caribe y contó además que, en el caso de Sucre, “fueron organizados por Rodrigo Ramírez, hoy en la junta directiva de Monómeros”.
Nicolás señaló que aunque Benedetti llevó a Torres a la campaña, el intermediario para obtener los dineros fue el hoy senador Pedro Flórez, del Pacto Histórico, y que su papá los legitimó, tanto a él, en calidad de hijo, como a Flórez, como los encargados de la campaña en la costa Caribe. “De eso salió un documento supuestamente que era Verónica, pero realmente la legitimación nos la dio el propio candidato a la presidencia”, dijo Nicolás.
Asimismo, añadió que, luego del paro nacional, el primer evento importante que realizó la campaña para relanzar a Gustavo Petro, y tratar de mermar su desgaste por la violencia en las protestas, fue en septiembre de 2021, en un evento conocido como la manifestación de la P, en Barranquilla. Según Nicolás, Euclides Torres puso la plata y Gustavo Petro sabía. Tanto es así que, después de la jornada, hubo una reunión entre Petro y Torres en el apartamento de Benedetti. Sin embargo, Nicolás reconoció que Torres patrocinó todas las manifestaciones de la precampaña y la campaña con dinero en efectivo.
En el aplicativo de Cuentas Claras, del Consejo Nacional Electoral (CNE), no aparecen reportadas las millonarias sumas que entregó Torres a la campaña de Petro, según el hijo del hoy mandatario.
Nicolás dio detalles de cómo se manejaba el dinero, cómo se les entregaba a los líderes y cómo se financiaba el transporte y la sede en Barranquilla. “Cuando llegó a la campaña, (Benedetti) siempre nos decía que él ponía la plata, que él buscaba la plata y la plata la conseguía a través de Euclides, pero quien canalizaba esos recursos era Pedro Flórez, el (hoy) senador”.
Petro y Daes
El hijo del presidente les dijo a los fiscales que hubo una reunión en Barranquilla, en la cual él estuvo presente, entre el candidato Petro y el empresario Christian Daes, y que todo fue organizado por María Antonia Pardo, quien durante un tiempo manejó las comunicaciones de la campaña y hoy está vinculada al Gobierno con ProColombia.
“Se habló de temas de coyuntura nacional y hubo un momento donde Nany Pardo, Christian Daes y Gustavo Petro se apartan, hablan y ahí empieza la financiación de Christian Daes a la campaña a través de la señora Nany Pardo”, le reveló Nicolás a la Fiscalía.
Luego se detuvo en la salida de Pardo de la campaña y aseguró que esto generó una crisis con Daes. Según referenció, todo ese capítulo está en los ‘petrovideos’, revelados por SEMANA. Nicolás afirmó que allí queda claro que lo encargan de hablar con el empresario “para que no esté molesto”. “Pero quien termina teniendo la relación directa entre Christian (Daes) y la campaña es Agmeth Escaf”, contó Nicolás.
Tal vez lo más grave que destapa Nicolás es que, en una oportunidad, Adriana Mejía, nombrada gerente de Artesanías de Colombia, se reunió en Barranquilla con Daes y Escaf, “y transportó unos recursos para la señora Verónica Alcocer”. En ese instante, el fiscal que interrogó a Nicolás le preguntó si lo que acababa de decir era una “severidad” o un “comentario”.
Nicolás se ratificó: “El señor Christian Daes financió parte de esa campaña (de Verónica Alcocer)”. Y fue más allá y confirmó que “el dinero llegaba a través de Agmeth Escaf”. Según el exdiputado, la esposa del presidente tuvo una “campaña paralela” que requirió de una millonaria financiación.
Enseguida, indicó que fue testigo de cómo le llegaba el dinero de Daes a la hoy primera dama. “La ocasión en que yo estuve presente fue en efectivo (...) Era en un morral, podrían ser 50, 100 millones de pesos, eran fajos”. Adriana Mejía, según Nicolás, llevó el dinero a Bogotá para entregárselo a Verónica Alcocer.
Frente al interés que habría tenido Daes de entregar dinero para que Petro fuera presidente, Nicolás afirmó: “Él es un empresario, es contratista también del Estado, ellos aportan unos dineros con la expectativa de que al Gobierno el día de mañana les puedan tocar la puerta y el Gobierno se las pueda abrir”.
Laura, ¿ficha de Euclides?
Uno de los momentos cruciales del interrogatorio de Nicolás fue cuando habló de Laura Sarabia, directora de Prosperidad Social y mano derecha del presidente Petro. Él puso en duda si Euclides Torres le pidió al mandatario que la designara como jefe de Gabinete, su primer cargo, del cual ella salió en medio de un escándalo por el polígrafo y las ‘chuzadas’ a la niñera Marelbys Meza. Nicolás dejó varias cosas claras sobre el papel de Laura en la campaña: “Sabía perfectamente de todos los movimientos financieros que se hicieron en su momento para la organización de esas manifestaciones políticas”.
El hijo del presidente señaló a Sarabia de ubicar en el Gobierno a los recomendados de Euclides Torres. “Laura Sarabia se encargaba de ubicar a gente en cargos importantes, en sectores en los que Euclides tiene algún tipo de interés (...) Por ejemplo, la Superintendencia de Transporte (el superintendente), esa ficha es del señor Euclides”, reveló el hijo del presidente.
“Desconozco si Euclides le pidió al presidente nombrar a Laura en el cargo en el que estaba, pero, sin lugar a dudas, Laura aprovechó ese cargo para ayudar al señor Euclides”. “Laura sabía de todos los movimientos de los recursos, de cómo se financió la campaña en el Caribe, de todos los aportes que dio el señor Euclides”, agregó Nicolás.
El hijo del mandatario también se había comprometido en su acuerdo con la justicia a hablar de todos los episodios de corrupción que conoce. Por eso, cuando los fiscales le preguntaron acerca de este tema, él, con una frialdad pasmosa, aseguró que estaba dispuesto a contarle a la Fiscalía la verdad sobre graves hechos de corrupción y señaló a la primera dama Verónica Alcocer, al exembajador Armando Benedetti y al abogado Miguel Ángel del Río. Uno de los fiscales le preguntó sobre a qué se refería cuando hablaba de corrupción. Él se quedó mirándolo y le dijo: “Coimas”. El fiscal le insistió: “¿Qué es una coima?”. Nicolás fue contundente: “O sea, una contraprestación económica por el trámite o la gestión”. El fiscal entró en detalles con una nueva pregunta: “O sea, ¿son como intermediarios para que se adjudiquen determinados contratos a determinadas personas?”. El hijo del presidente dijo: “Exacto”.
En el caso de Verónica Alcocer, Nicolás aportó información sensible. Señaló que un congresista costeño y un primo de la primera dama tienen un papel fundamental en los “intereses” de la esposa del presidente.
“Quiero detenerme un poquito en el papel que hoy Agmeth Escaf, aparte de ser representante de la Cámara, está fungiendo, lo hace al lado del señor Mario Fernández Alcocer, primo de la señora Verónica Alcocer. Hoy, ellos dos son los encargados de materializar los intereses políticos que tenga la señora Verónica Alcocer dentro del Gobierno y en materia electoral. Tanto así que hoy Mario Fernández Alcocer es candidato a la Gobernación de Sucre y el candidato de Agmeth Escaf, el señor Varela, es el candidato en el departamento del Atlántico a la Gobernación. Además, son los encargados de ir a las entidades públicas a buscar beneficios propios y para la señora Verónica”.
El fiscal le preguntó: “¿Beneficios en qué sentido?”. Nicolás, sin dudar, dijo: “Beneficios burocráticos, contratación, etcétera”. El hijo del presidente fue más específico: “Estuve reunido con Mauricio Lizcano en el apartamento de Bogotá, donde asistieron el señor Mario Fernández Alcocer y el señor Agmeth Escaf, y ahí se habló directamente de burocracia y que ellos eran la representación de Verónica Alcocer”. Cuando le preguntaron si el presidente sabía de las andanzas de su esposa, Nicolás dijo: “Tengo entendido, por medios de comunicación, que sí. Tanto así que pidió a los ministros no atender más a Agmeth Escaf, ni al señor Mario Fernández Alcocer”.
El mea culpa de Nicolás
Nicolás Petro no solo salpicó a su papá, a su campaña, a la primera dama, a la gente más cercana del Gobierno y a empresarios. También hizo un mea culpa, frente a los fiscales, al lado de su abogado en ese momento, y mientras era grabado en una de las confesiones más importantes de los últimos tiempos en el país y que involucran a la cabeza del Estado. Los colombianos vieron al hijo del presidente denunciando a su propio padre.
Nicolás reconoció que, desde 2021, empezó a recibir dineros para la campaña de Petro. Una parte de ellos se los apropió y la otra la invirtió en dicha campaña. El primero en entregarle millonarias sumas en efectivo fue el exnarcotraficante Samuel Santander Lopesierra, conocido como el Hombre Marlboro. Nicolás aceptó que le recibió aproximadamente 500 millones de pesos. Los aportes de este excapo fueron permanentes hasta 2022. Nicolás fue claro en que sabía de quién se trataba. “Sí conocía quién era el señor”, dijo. Sostuvo que el enlace fue la hija del Hombre Marlboro.
El exdiputado también reconoció que recibió una suma millonaria (200 millones de pesos) de Gabriel Hilsaca para la primera vuelta presidencial. Así como aceptó que recibió otro botín de manos de Óscar Camacho, un empresario de Cúcuta. Cuando la Fiscalía le preguntó por Juan Manuel Sarmiento, contratista de Villavicencio, Nicolás simplemente aseguró que recibió 40 millones de pesos y usó una Chevrolet Tahoe. “A mí la camioneta me gustó”.
Tal vez lo que más sorprendió a los fiscales fue cuando Nicolás empezó a hablar de los obsequios que recibió: 100 millones de pesos de manos de Jorge Robayo, de Montería. “Me dijo: ‘Nico, te quiero regalar esto’. Obviamente, más adelante, de seguro iba a pedir favores”, señaló Nicolás. Además, contó el caso de otra mujer que también le entregó otros 100 millones de pesos como regalo.
Nicolás tenía claro que esos aportes no eran gratuitos y para ello ya tenía un plan: que le dieran las direcciones del Sena y el ICBF en la costa Caribe para poder pagar los favores. “Mis expectativas eran muy altas (...) Pero nunca se pudo concretar nada en particular”, afirmó.
El hijo del presidente contó cómo usó parte de los dineros para comprar una casa de 1.600 millones de pesos y aseguró que otra parte la invirtió en la campaña de su padre. “Quizás unos 200, 300 millones”, sostuvo.
Los detalles sobre cómo guardaban la plata en efectivo que recibía junto con su exesposa Day Vásquez son impactantes. Acudieron a una caja fuerte, a morrales, y la transportaron entre varias ciudades para esconderla, apoyados con gente de toda su confianza.
El hijo del presidente dijo que su papá no tuvo conocimiento de la entrada de estos dineros en particular que él recibió.
Esa mañana del 2 de agosto, Nicolás Petro se presentó con su entonces abogado David Teleki ante los fiscales para rendir su interrogatorio que le permitiría iniciar un proceso de colaboración con la justicia. Lo primero que le preguntaron fue si había asistido voluntariamente. Él respondió “sí”. También quedó la evidencia, en video, cuando respondió que no estaba bajo ninguna presión. Además, se vio tranquilo en la diligencia conocida por SEMANA. Allí nunca fue inducido a responder con preguntas capciosas. Su tono en la declaración fue pausado, al igual que el de los fiscales.
La audiencia transcurrió en calma y tuvo varias pausas para almorzar, ir al baño y hasta para cambiar de tema. Por todo esto, llama la atención que, tras el anuncio de la Fiscalía de llevarlo a juicio, el hijo del presidente haya dicho que lo presionaron hasta el “límite” para convertirlo en “un arma” contra su papá. Lo que se ve en la grabación del interrogatorio es todo lo contrario a lo que él argumentó. Sus ataques al fiscal Francisco Barbosa y a la Fiscalía tampoco son aceptables.
La justicia le tendió la mano a Nicolás Petro, en el peor momento de su vida, cuando estaba a punto de ir a la cárcel, tras ser capturado, y le dio la oportunidad de colaborar a cambio de beneficios. El primero fue dejarlo en libertad. No deja de ser extraño cuando dijo que sabía que la Fiscalía “no era de fiar”. La frase que más llamó la atención de su pronunciamiento fue: “Decidí levantarme y no arrodillarme ante el verdugo”. La palabra “verdugo” la usó públicamente Gustavo Petro para aconsejar a su hijo detenido. Entonces, Nicolás le dijo a SEMANA: “No me voy a inmolar por mi papá”. Pero todo parece indicar que sí se está inmolando. Lo importante es que, en todo caso, alcanzó a contar la verdad; el país tiene derecho a conocerla y a que se haga justicia.