Congreso
Moción de censura contra la ministra del Deporte, Astrid Rodríguez, está lista: ¿renunciará o saldrá derrotada del Congreso?
La ministra del Deporte, Astrid Rodríguez, podría tener las horas contadas en su cartera por cuenta de la moción de censura que le hará el Senado antes de acabar el mes de febrero.
La figura de la moción de censura, herramienta del Congreso para limitar el poder presidencial y hacer control político sobre el Ejecutivo, nunca se ha estrenado en Colombia desde su creación en 1991. Aunque el Senado y la Cámara han citado a múltiples debates en este sentido para establecer responsabilidades políticas, jamás se han configurado las mayorías y los ministros se quedan atornillados en sus cargos.
Quizás la única que tenía futuro era la que se adelantó en contra del entonces ministro de Defensa, Guillermo Botero, en noviembre de 2019, pero decidió presentar su renuncia y el asunto quedó en el olvido. Casi cinco años después de aquel debate, el ambiente político es el mismo y en el Senado quieren que la ministra del Deporte, Astrid Rodríguez, salga de esa cartera.
Lo ocurrido con los Juegos Panamericanos, que tenían como sede a Barranquilla en 2027, es un tema que no ha sido olvidado y las bancadas tradicionales quieren pasarle cuenta de cobro a la funcionaria por considerar que hubo negligencia de su parte y que, por esa razón, se perdió la sede.
Más de 35 senadores firmaron la petición de moción de censura y el presidente del Congreso, Iván Name, pondrá a consideración de la plenaria la solicitud para que se defina la fecha del debate, que, en todo caso, se hará antes de que termine el mes de febrero. Quienes impulsan este mecanismo quieren que antes de meterse de lleno en la agenda legislativa se resuelva este asunto, pues Colombia, según ellos, pasó una vergüenza internacional.
Tendencias
El senador David Luna ha sido el más crítico de la funcionaria y en reiteradas ocasiones ha manifestado que “no podemos tener servidores públicos mediocres”, por lo que augura que se configurarán las mayorías para sacarla del cargo.
En el papel, hay 62 votos por el Sí, que están distribuidos entre el Centro Democrático (12), Partido Conservador (12), La U (10), Partido Liberal (13), Cambio Radical (11), Mira (3) y Colombia Justa Libres (1), que tumbarían a la lona a la ministra.
Esa cifra es muy lejana a los 28 votos por el No, que están fijos entre el Pacto Histórico, Comunes, la ASI y Aico. La Alianza Verde no ha destapado sus cartas y cuentan con ocho votos que seguramente se irán por el Sí, pero tendrán una reunión la próxima semana.
Por esa razón, la ministra Rodríguez está con un pie fuera del cargo y a la expectativa de si el presidente Petro la dejará afrontar el debate o si decide retirarla antes para evitar que la oposición, a cerca de dos años de Gobierno, le tumbe a un integrante de su gabinete.
A menos que el Gobierno Petro haga un fuerte lobby con las bancadas para intentar cambiar los votos, por ahora la ministra Rodríguez se convertiría en la primera funcionaria en estrenar la figura de la moción de censura en Colombia. El senador Mauricio Gómez Amín, del Partido Liberal, indicó que, así Petro la retire del cargo, el debate se llevará a cabo en el Senado para establecer responsabilidades ante la pérdida de la sede de los Juegos.
Para el congresista, el Gobierno Petro no tiene defensa alguna, pues en varias declaraciones admitió que no se hizo el trabajo adecuado para mantener la sede y que, incluso, el presidente dijo que se había “perdido por ignorancia”. Tanto Amín como Luna saben que podría aparecer la mermelada del Ejecutivo, por lo que desde esta semana empezarán reuniones de bancada para garantizar los votos por el Sí.
En todo caso, la ministra Rodríguez saldrá muy golpeada de ese debate de moción de censura, porque las bancadas están alistando la artillería para demostrar que el manejo deportivo en Colombia ha sido un fracaso en estos meses de gobierno. El presidente Petro tendrá una semana para definir el camino que tomará: cambiar a la ministra o esperar a que la oposición la saque, en medio del escarnio público.