Política
Monseñor Fabio Henao, quien hizo parte de la liberación del padre de Lucho Díaz: “No se nos habló de salir de Colombia, caminamos muy poco desde el helicóptero hasta el sitio donde él estaba”
En diálogo con SEMANA se refirió al carro de valores que apareció en el aeropuerto por donde movieron al padre del jugador de futbol.
SEMANA: Cómo fueron esos momentos. ¿Usted cómo se entera de que debe ir por el padre de Lucho Díaz?
FABIO HENAO: Nosotros desde la Conferencia Episcopal hacemos acompañamiento permanente a la mesa de diálogo y negociación y a los procesos derivados de la mesa. En ese sentido, hacemos acompañamiento al mecanismo de monitoreo y verificación del cese al fuego, así como al comité nacional de participación. En el de monitoreo se analizaron, entre otras situaciones, el secuestro del padre del jugador Lucho Díaz y se planteó cómo sería el procedimiento para su liberación. Desde las distintas instancias se pide que Iglesia Católica y Naciones Unidas estemos presentes como acompañantes permanentes.
SEMANA: Al secuestrado lo liberaron el jueves, ¿a usted cuándo le informan que debía ir por él?
F.H.: Prácticamente, nos enteramos un día antes que es cuando se confirma que se hará el operativo de liberación. Nosotros no hacemos parte de todas las conversaciones que se hacen sobre seguridad, sino que hacemos un acompañamiento.
SEMANA: ¿Cuánto duró en llegar hasta el lugar de la liberación?
F.H.: Se trazó la ruta y permitió llegar casi al sitio exacto de la entrega. Generalmente, cuando se establecen estas coordenadas no se hace un recorrido muy extenso, se hace una caminata muy cercana por el lugar y es completamente reservado hasta el momento en que se llega allá. Son los pilotos quienes reciben las indicaciones, nosotros no.
SEMANA: ¿Fue en Colombia o Venezuela?
F.H.: Tendría que conocer el territorio muy bien, confío que es tierra colombiana, nunca se habló de pasar fronteras ni salir del territorio colombiano. Son montañas, con vegetación muy espesa. A nosotros -reitero- nunca se nos habló de salir del país.
SEMANA: ¿Cómo fue el proceso de liberación?
F.H.: Vimos muy rápidamente al padre de Lucho Díaz y nos dedicamos rápidamente a un diálogo con él. La emoción, el afecto, la atención estaba centrada en él. No estuve pendiente de los otros detalles. Estábamos en un sitio donde teníamos el helicóptero relativamente cerca y tan emocionados por encontrarlo a él que la emoción se dirigió hacia esa persona. Fue un rato no muy largo, fue algo breve. Toca mucho las fibras humanas encontrarse con una persona que ha estado anhelando estar libre y con un país tan a la expectativa. Lo que queríamos era que él estuviera bien, que se sintiera acogido, allí dimos gracias a Dios, fue una oración personal, yo le di gracias a Dios que nos permitiera estar presentes.
SEMANA: ¿Cómo fue ese encuentro con el liberado?
F.H.: Yo no lo conocía, el obispo de Riohacha, sí porque lo había confirmado el año pasado previo a un matrimonio u otra ceremonia. Había estado cercano, yo no tenía el privilegio de conocerlo previamente. Me presento, le digo que lo acompañamos de una manera espiritual, es un mensaje pastoral el que se hace en ese momento. Es una frase de acompañamiento y él lo agradeció.
SEMANA: Han informado que los secuestradores le robaron algunas de sus pertenencias. ¿Escuchó algo?
F.H.: No escuché eso. Era tan emocionante el tema de la libertad que no, personalmente, no escuché.
SEMANA: ¿El hijo, Lucho Díaz, habló con el padre durante la liberación?
F.H.: Personalmente, no vi que alguien hubiera alzado su teléfono. Yo, personalmente, no hice ni recibí llamadas en ese espacio, fue un grupo grande, pero nadie hizo el gesto de que hiciera una llamada, fueron conversaciones entre las personas que fueran y el señor Luis Manuel.
SEMANA: ¿Por qué apareció un carro de valores en la escena de la liberación? ¿Fue pagada la libertad del padre de Lucho Díaz?
F.H.: Yo el carro de valores no lo vi. Llegamos al aeropuerto en un avión, de ahí pasamos a la pista, montamos el helicóptero y salimos con él hacia un sitio en Valledupar. Hay una explicación de la empresa dueña de ese vehículo y también de Naciones Unidas. Me parece que esa explicación da cuenta de la presencia de ese auto en el aeropuerto. No estaba en la pista. Entiendo que estaba en la parte exterior.
SEMANA: ¿La mesa de negociación con el ELN debe trasladarse a Colombia?
F.H.: Es un asunto que lo tienen que definir las partes, somos acompañantes permanentes.
SEMANA: Antonio García, jefe del ELN, dijo que esa guerrilla seguirá secuestrando. ¿Qué opina?
F.H.: La Iglesia siempre ha sido insistente en que el secuestro es inaceptable. Nosotros toda la vida hemos levantado la voz en favor de las personas que están en esas condiciones. Nuestra presencia siempre está muy vinculada con ese clamor. Ahora, la forma como la mesa lo aborde, la metodología que se adopte para entrar en esa temática, será asunto de la mesa. No ha estado ajeno a la mesa en el pasado, esperamos que se avance, hay que buscar los mejores caminos.