Nicolás Maduro recibió con honores al presidente Petro en el Palacio de Miraflores; inicia la reunión entre ambos mandatarios

El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, recibió con honores en el Palacio de Miraflores, en Caracas (Venezuela), al presidente Gustavo Petro, escenario en el que se desarrolla el almuerzo de trabajo en el que ambos gobernantes definen las bases de la agenda binacional en temas comerciales y migratorios, y con la cual buscan avanzar en el restablecimiento de relaciones.

Al presidente Petro lo acompaña su equipo de trabajo más cercano, en el que están el canciller Álvaro Leyva; el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña; la jefe de Gabinete, Laura Sarabia, y el consejero presidencial de Comunicaciones, Germán Gómez.

La llegada de Petro al Palacio de Miraflores estuvo enmarcada por un recibimiento con música tradicional de la región a cargo de la agrupación Parada, la cual acompañó la presentación de las delegaciones de ambos países. Tanto Petro como Maduro escucharon atentamente la interpretación musical.

De acuerdo con lo que ha señalado por la Casa de Nariño, “los presidentes tendrán una reunión privada y posteriormente pasarán al Salón Ayacucho para celebrar una reunión de las delegaciones, en la que se abordarán temas como la apertura de la frontera y el ingreso de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos”.

Trascendió otro dato de la jornada y es que, en el marco de la visita, la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, colocará una ofrenda floral en el Panteón Nacional, donde reposan los restos del libertador Simón Bolívar. En este acto está previsto que la acompañe la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez.

Un diálogo más allá de Venezuela

Previo al viaje, el propio presidente Petro reveló detalles del encuentro que sostiene este martes con Maduro y que es el primero entre ellos dos –como gobernantes– tras el restablecimiento de las relaciones políticas y comerciales, las cuales estuvieron rotas durante varios años.

Desde las instalaciones del Centro Aéreo de Transporte Militar (Catam), en el occidente de Bogotá, el jefe de Estado afirmó que su intención es avanzar en un diálogo que permita sentar las bases para una nueva región.

Según Petro, uno de los temas de conversación con Maduro será “la construcción democrática de América, con los cambios políticos que se vienen presentando y que en mi opinión –y es mi propuesta– deben consistir en el fortalecimiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos”.

Para ello, es clave que Venezuela reingrese a las instancias de DD. HH. latinoamericanas, petición que le hará de manera directa a Maduro. El gobernante del vecino país ha sido señalado de violaciones a los derechos humanos y de limitar las libertades individuales. De hecho, gran parte de la comunidad internacional no lo reconoce como presidente venezolano.

En medio de la rueda de prensa, el presidente Petro reveló un dato: hace 10 años no va a Venezuela.

Panorama oscuro de derechos humanos en Venezuela

El pasado 27 de septiembre, la presidenta de la Misión Internacional Independiente de la ONU sobre Venezuela, Marta Valiñas, aseguró que los servicios de inteligencia de Venezuela cometen crímenes de lesa humanidad bajo las órdenes de las altas esferas del gobierno de Nicolás Maduro para reprimir a la oposición.

“Este plan fue orquestado al más alto nivel político, liderado por el presidente Nicolás Maduro”, afirmó Valiñas en ese momento. Así mismo, denunció que sus investigaciones y análisis “muestran que el Estado venezolano utiliza los servicios de inteligencia y sus agentes para reprimir la disidencia en el país. Esto conduce a la comisión de graves delitos y violaciones de los derechos humanos, incluidos actos de tortura y violencia sexual”.

Las conclusiones del informe dejan en evidencia el papel del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM) “en la ejecución de un plan orquestado por el presidente Nicolás Maduro y otras autoridades de alto nivel para reprimir a la oposición al Gobierno, incluso mediante la comisión de torturas de extrema gravedad, que son constitutivas de crímenes de lesa humanidad”.

La misión documentó 122 casos de víctimas que fueron “sometidas a tortura, violencia sexual y/u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes” perpetrados por agentes de la DGCIM desde 2014 hasta la actualidad en el vecino país.