POLÍTICA
Mario Fernández Alcocer, primo de Verónica Alcocer, responde a todas las dudas que lo tienen contra la pared por posible tráfico de influencias
En entrevista con SEMANA, reveló que conversó con el presidente Gustavo Petro frente a las denuncias que se han ventilado y reveló detalles de su candidatura a la Gobernación de Sucre.
SEMANA: ¿por qué decide aspirar a la Gobernación de Sucre?
Mario Fernández Alcocer: no es la primera vez. Hace cuatro años fui precandidato, este es un proceso de casi 20 años, fui concejal de la ciudad, muy cercano a la alcaldía de mi tío Jairo Fernández, proceso en el cual aprendí de lo público, le colaboré muchísimo.
Posterior a ello me hice senador con una amplia votación en Sucre, luego elegimos como senadora a mi esposa. Si se ponen a mirar mis antecedentes y mi recorrido, llevo años valiosos de mi vida dedicados a esta actividad, recorriendo el departamento. Esta candidatura nace de eso. Le confieso: tenía incertidumbre en mi aspiración, me demoré en tomar la decisión, me demoré mucho analizando, pensando, no es un tema caprichoso. Si es como la gente quiere venderlo, ‘que la primera dama me mandó a aspirar a la Gobernación de Sucre’, pues hace rato hubiera anunciado o estaría en campaña, como lo pueden hacer otros políticos. Yo me tomé mi tiempo. No fue una decisión fácil, recogí el clamor de la gente y el consenso familiar. Además, tuve acceso a unas encuestas donde marcaba supremamente bien aún sin anunciar candidaturas.
SEMANA: ¿le consultó a Gustavo Petro su aspiración? Al fin y al cabo, es cercano.
Lo más leído
M.F.: no le consulté. Le anuncié, le conté al presidente y a la primera dama, Verónica Alcocer. Ellos no son actores políticos en el departamento, el actor político soy yo. Yo recogí ese sentir y tomé la decisión. Yo le dije: ‘he tomado esta decisión, espero que me salga bien, presidente, y si me sale bien, espero contar con usted para sacar el departamento adelante’. Esa fue la conversación que tuve grosso modo con él.
SEMANA: ¿y qué le respondió el presidente?
M.F.: él no opina, no se puede meter en política. Me dijo: ‘decisión respetable, hablamos’. Él es un hombre de pocas palabras, pero ya tenía ese sentir de avisarle a él y, por supuesto, a Verónica, con quien comparto mucho más tiempo. ‘Que Dios te acompañe, si este tema, finalmente, sale bien, tenemos que ponernos a trabajar todos por Sucre’. Ese fue el resumen de la conversación con ellos dos.
SEMANA: ¿se le volvió un problema ser el primo de la primera dama Verónica Alcocer?
M.F.: encontré muy buen ambiente en la gran mayoría de la gente que gravita alrededor del presidente y la primera dama. También encontré algunas quisquillas de gente que, por alguna razón, no me veían con buenos ojos y quisieron vender la idea de que me estaba aprovechando del Gobierno o haciendo algún tipo de tráfico de influencia. Yo le recordé a varias personas de este proceso que había votado por Petro en la segunda vuelta, lidero un equipo político en Sucre. Lo único que hago, y cuando la oportunidad me lo permite, es recordarle a algún ministro que veo por ahí que hay unos temas de Sucre que no se han atendido. Estamos en una circunstancia terrible de infraestructura, desarrollo, conectividad y, caramba, de vez en cuando veo al presidente y le recuerdo que La Mojana sigue bajo el agua y que el Golfo de Morrosquillo no avanza, a ver si por fin algunos de los temas de nuestro departamento son prioridad del Gobierno.
SEMANA: denuncian que usted se aprovecha de la familia presidencial para hacer trámites con el Gobierno. ¿Qué responde?
M.F.: desde hace semanas vienen con ese comentario, tratando de desprestigiar mi nombre. Ante los medios, el mismo presidente y Verónica hemos hecho claridad de eso. No hay ningún aprovechamiento. Por ejemplo: si voy un fin de semana a La Mojana sucreña ―llevan más de un año bajo el agua― y estoy en un evento con la primera dama y me pasa por el frente el director de la Unidad Nacional del Riesgo, siento que tengo la obligación de recordarle a ese funcionario que en La Mojana están esperando que solucionen ese problema de la manera que consideren institucionalmente. Es lo que he hecho en algunas ocasiones en pro del departamento. Mal haría en no hacerlo, en no representar y no tener vocería de mi gente. Pero no hay un acto ilegal, no pido un contrato para nadie, no entrego una hoja de vida y no favorezco a nadie.
SEMANA: ¿por qué el presidente Petro desautorizó sus gestiones? Lo hizo ante un consejo de ministros en la Casa de Nariño.
M.F.: él no hizo énfasis en mí, pero vamos al caso hipotético de que yo hacía parte de esa oración. El presidente ―tiene toda la razón para hacerlo― tiene muchas prevenciones con el tema familiar. Le pasaron unos casos con la Alcaldía de Bogotá y otros con su familia en la Presidencia. Por supuesto que llegan comentarios, hay ruido, el presidente se cuida de eso y lanza la frase. Ese tema lo aclaré con el presidente, tuvimos la oportunidad de hablar y está completamente claro.
SEMANA: ¿usted habló con Petro? ¿Qué le dijo?
M.F.: así es, hablé con él, me escuchó, le expliqué que no estaba ocurriendo nada, que no había tráfico de influencias, que no había ningún aprovechamiento irregular de mi cercanía con Verónica. Eso quedó completamente claro y hasta ahí llegó ese tema.
SEMANA: en el consejo de ministros, el presidente desautorizó gestiones suyas, ¿a cuáles se refería?
M.F.: es que hay mucho ruido hace semanas de tráfico de influencias, han estado preguntándome por un tema de un acueducto que no sé a qué se refieren. Había un cúmulo de comentarios. Era necesario aclarar el tema y quedó supremamente claro.
SEMANA: ¿Y habló con Verónica de esa mención del presidente?
M.F.: Con Verónica hablo todos los días de todos los temas. Por supuesto, si hay algún comentario en contra mía, hay que buscar la génesis y aclararlo. Eso fue lo que se hizo. El tema quedó claro para el señor presidente y Verónica.
SEMANA: ¿a usted le molestó esa actitud del presidente? Al fin y al cabo, son familia.
M.F.: sí, pero le repito que había un antecedente familiar ―no es mío― que lo tiene a él muy prevenido y es lógico que él tenga las alarmas prendidas 24 horas con esos temas.
SEMANA: ¿por qué Petro también desautorizó a Agmeth Escaf? ¿Qué relación existe con usted?
M.F.: creo que fue producto de un comentario cargado de veneno en contra nuestra, un comentario infundado. Soy amigo de Agmeth desde hace muchos años. No hay ningún comportamiento irregular por parte del congresista. Doy fe de ello. El tema fue aclarado, el capítulo ya se cerró.
SEMANA: conclusión, ¿Petro no está bravo ni con usted ni con Agmeth?
M.F.: ese capítulo se cerró y se aclaró.
SEMANA: ¿usted le maneja negocios a Verónica Alcocer?
M.F.: no le manejo nada. La acompaño a ella, de vez en cuando, en algunas visitas en el territorio. Es el rol que cumplo. Conozco la región Caribe, ayudo a organizar información para que ella, institucionalmente, la operativice con el presidente o con quien considere. No hago nada diferente: recoger, organizar y tabular la información y lograr que ella, a través del presidente, la operativice.
SEMANA: ¿a usted le pagan?
M.F.: no, en absoluto. No tengo ni he tenido ningún contrato con el gobierno.
SEMANA: ¿tiene gente recomendada en el gobierno?
M.F.: en absoluto. No.
SEMANA: Verónica Valencia, su exasesora, está en el ICBF. ¿Llegó por usted?
M.F.: no llegó por mí. Verónica dejó de trabajar conmigo hace años, estuvo en mi UTL hace muchos años, ella tiene un montón de amigos en todas partes, una buena hoja de vida, seguramente la presentó y les gustó. No tengo nada que ver con ese nombramiento.
SEMANA: ¿por qué visitó algunos ministerios? Ciertos ministros han salido a hablar.
M.F.: Es cierto. Como vengo del Congreso, mi esposa es congresista, tengo clara la lectura de cómo se mueven los temas en Cámara y Senado. Tengo muy buena amistad con el exministro del Interior Alfonso Prada, y con el ministro Luis Fernando Velasco. Como soy afín al gobierno, mal haría en no darles a ellos unas lecturas de lo que creo que puede ocurrir con los proyectos en el Legislativo. Además, he militado con Velasco en el Partido Liberal, tenemos una amistad entrañable y hago simplemente recomendaciones.
SEMANA: ¿por ejemplo, qué recomendaciones ha dado?
M.F.: recomendaciones propias a los proyectos de ley. Frente a la reforma a la salud, la necesidad de la concertación con los partidos, que Dilian Francisca Toro tenía una posición, Fincho Cepeda, otra, temas netamente políticos y de componendas congresionales. Nada diferente a eso.
SEMANA: ¿y con el Ministerio de Vivienda?
M.F.: me encontré con la ministra de Vivienda en alguna ocasión. Simplemente le recordé temas generales de Sucre, que son muchos, aquí carecemos de infraestructura de agua, saneamiento básico, tratamientos de aguas residuales. Mal haría yo en no hacer ningún tipo de ‘recorderis’ de cómo está el departamento.
SEMANA: ¿le sirve ser primo de la primera dama para que le abran las puertas?
M.F.: en circunstancias especiales donde he estado con Verónica, por alguna razón gravitan los funcionarios y aprovecho sanamente para recordarles los temas de Sucre. Esto no es Barranquilla, no es Cali o Bucaramanga, quizás es el departamento más pobre, más olvidado, con menos inversión pública.
SEMANA: ¿Verónica Alcocer acompañará su candidatura a la Gobernación de Sucre?
M.F.: es decisión de ella. Ya arranqué mi proceso, ya lo anuncié y lo estoy consolidando. Todas las voces amigas que quieran venir a ayudar, bienvenidos.
SEMANA: ¿usted ve a Verónica Alcocer como candidata presidencial?
M.F.: falta mucha tela por cortar. Es un gobierno que está empezando, que le falta mostrar mucho más su capacidad frente a la transformación que quiere el presidente. Cuando eso encarrile bien, como lo quiere el presidente, se podrá hablar de ese tema. Ahora es demasiado precario hablarlo.
SEMANA: ¿dejará de acompañar a Verónica Alcocer después de todo lo que ha pasado?
M.F.: creo que los tiempos no me permiten mantener la misma agenda, me toca concentrarme en la campaña.
SEMANA: ¿qué partido avalará su candidatura a la Gobernación de Sucre?
M.F.: no he tomado la decisión todavía.
SEMANA: ¿le gustaría Pacto Histórico?
M.F.: es una posibilidad.
SEMANA: por último, Miguel Ángel del Río, quien hace parte del Pacto Histórico, dice que usted es un camaleón envenenado. ¿Por qué?
M.F.: yo creo que quien está envenenado es él. Yo no soy camaleón, yo no me camuflo para llegar a procesos políticos, yo llegué de frente a apoyar a Gustavo Petro en segunda vuelta hasta avalado por Germán Vargas Lleras, jefe de Cambio Radical, quien autorizó a mi esposa a que hiciéramos campaña por Gustavo Petro. No soy camaleón, no soy rémora, no ando escondido haciendo marrullas.
SEMANA: ¿en qué terminó su proceso por parapolítica?
M.F.: esto está cerrado. La Corte se inhibió de investigarme, demoró muchos años llamando a declarar a la gente, buscando pruebas y, finalmente, concluyeron que no había ningún motivo para abrir investigación formal. Nunca me abrieron una investigación formal. Siempre fue inhibitorio y ya lo cerraron.