“No soy opositora, soy periodista, tengo la convicción de que a través del ejercicio periodístico puedo hacer patria”: Vicky Dávila

“No podemos sucumbir ante el terrorismo político del Gobierno Petro, no podemos perder la libertad, no podemos perder la democracia, tenemos que resistir”, dijo la directora de SEMANA, Vicky Dávila, en la Convención de Asobancaria, donde al final recibió un sonoro aplauso que se prolongó por minutos.

Dávila habló frente a empresarios, banqueros, inversionistas, congresistas, funcionarios y dirigentes gremiales. Allí destacó la importancia de la empresa privada y llamó a recuperar la confianza en los inversionistas. “No más estigmatización al empresario, no más señalamientos y persecución, no más ese discurso de extrema izquierda que quiere ponerlos contra la pared y quebrarlos para que todos seamos iguales, eso sí, no en derechos y obligaciones, sino en pobreza”, sostuvo la directora de SEMANA.

“Ese discurso de lucha de clases que desafortunadamente ha utilizado el Gobierno Petro, y que hace tanto daño. Promover el odio y el resentimiento contra los empresarios es una gran equivocación”, añadió la periodista.

Precisamente, Dávila hizo un llamado acerca del papel de los medios de comunicación, resaltando que en el contexto del país es necesario que estos cumplan con una labor que vaya más allá de comunicar. “La función de informar del periodismo debe trascender hacia una defensa cerrada de la democracia, la libertad y las instituciones”, dijo.

Dávila aseguró que siempre ha pensado que los periodistas son misioneros en busca de la verdad, por lo que advirtió que los periodistas no pueden tener precio, ni ser unos negociantes cuya mercancía es la información o la noticia. En ese sentido, llamó la atención frente a la pauta, que no puede ser usada para callar a los reporteros ni desviar el camino.

“Colombia necesita periodistas y medios con posiciones claras. El periodismo tibio, inevitablemente, se convierte en cómplice. El periodismo salomónico, ese que concede aquí y allá, arropado en la inexistente objetividad, es, a mi juicio, muy peligroso para la sociedad”, afirmó.

“La libertad de prensa es, sin duda, uno de los pilares de la democracia y debemos defenderla como se debe defender la democracia misma. Sin libertad de expresión, sin libertad de prensa, no hay democracia. Y por ello cada vez que se silencia a un periodista se silencia la democracia”, agregó Dávila en su intervención de más de media hora frente a los asistentes a la convención más importante del sector bancario.

Dávila hizo un detallado recuento de los escándalos de corrupción del Gobierno Petro que ha destapado este medio. Mostró fragmentos de los ‘petrovideos’ y la estrategia de guerra sucia de la campaña petrista; las revelaciones de Day Vásquez acerca de la entrada irregular de dinero a esa campaña y el rol de Nicolás Petro en el entramado; el maltrato del que fue víctima Marelbys Meza, la exniñera de Laura Sarabia; los audios de Armando Benedetti contando que a la campaña ingresaron 15.000 millones de pesos; las amenazas de Aida Merlano a Petro por su papel en la campaña; y las reveladoras entrevistas de Sneyder Pinilla y Olmedo López sobre el escándalo de corrupción de la UNGRD.

La directora de SEMANA invitó a los periodistas a unirse, pues sostiene que cuanto más divididos estén, cuanto más “caníbales” sean entre ellos y más se profundicen las disputas entre los profesionales de la comunicación, más débiles serán ellos y el oficio del periodismo en el país. “Las estigmatizaciones, los señalamientos y hasta la competencia brutal y despiadada solo nos lesionan la credibilidad. De esa dictadura de la superioridad moral no queda nada bueno”, dijo Dávila.

También sostuvo que los colombianos necesitan saber la verdad y añadió que quienes sean responsables de delitos deben pagar por sus malas conductas, sin importar de qué persona se trate. “No hay que tenerle miedo a la verdad ni dejarse amedrentar con amenazas de revueltas o caos en el país y la fantasía del golpe de Estado”, aseguró.

En ese punto lanzó una alerta para el futuro de la libertad en Colombia: “El Gobierno Petro no respeta a la prensa, no respeta a los periodistas y constantemente nos pone en peligro cuando nos llama mentirosos, nos hostiga en público con nombre propio y alimenta las bodegas de sus fanáticos, muchos con jugosos contratos en el Gobierno. Contratos que pagamos todos”.

Asimismo, les hizo una invitación a los empresarios: “Ustedes, empresarios, banqueros, apoyen la prensa libre, defiendan la libertad de prensa, la libertad de expresión y la verdad. Es lo primero que se ve amenazado en Gobiernos con características autoritarias. Perder la prensa, callarla, es el principio del fin de una democracia”.

A esa población, vital para la estabilidad de la economía, también la increpó por sus acercamientos con el Gobierno Petro. “Algunos empresarios han decidido negociar con el Gobierno, entregarse, solo pensando en sus bolsillos, y no en el futuro del país. Es imperativo que entiendan que esto los convierte también en cómplices”, les dijo.

Vicky Dávila es clara en que su posición sigue siendo la de una reportera: “No soy opositora, soy periodista”. Es más, enfatizó: “No hago política con el periodismo, eso sí, tengo la convicción de que a través del ejercicio periodístico puedo hacer patria. Y no pienso claudicar en mi obligación moral de defender la democracia, las instituciones, la verdad y la libertad”.

La directora de SEMANA cerró su intervención desde Asobancaria con una alerta para que Colombia despierte. “Señoras y señores, el país debe estar en alerta con la ‘constituyente’ que este Gobierno nos quiere imponer a la fuerza, un plan, un libreto que busca perpetuar el proyecto político de Petro. Y no olviden, la reelección presidencial en nuestro país está prohibida por la Constitución”.

“Alerta, no podemos permitir intromisiones del presidente y su Gobierno en la administración de justicia ni la utilización de esa justicia como arma de persecución política. La independencia de poderes es sagrada. Y valga la pena resaltar el valor de tantos magistrados de las altas cortes, así como de jueces y fiscales, quienes han sido un muro de contención”, concluyó Dávila.