Territorios
“No tenemos la culpa de los malos manejos. Estamos revictimizados”: hablan los campesinos que esperan el predio Los Cachorros
El Gobierno hizo un evento de entrega del lote, pero no les dio a los campesinos la resolución que los certifica como propietarios.
Maritzabel Encizo lleva ocho años esperando que el Estado colombiano le garantice el acceso a la tierra como víctima del conflicto armado. Ella es campesina y su familia siempre vivió del campo, pero trabajando en fincas alquiladas porque no tenían un terreno propio.
La esperanza de tener una hacienda titulada a su nombre llegó cuando la asociación a la que pertenece fue seleccionada por la Agencia Nacional de Tierras (ANT) para adjudicarles el predio Los Cachorros a la suya y a varias familias campesinas, un feudo ubicado a cinco horas de Puerto Gaitán.
En teoría, el Gobierno les entregó ese terreno el 19 de enero, pero han pasado cinco meses desde esa fecha y los beneficiados no han podido tomar plena posesión de los predios porque aún no se han emitido las actas de propiedad individual.
“Desde la Agencia Nacional de Tierras numeraron las parcelas y ellos nos quedaron de entregar una resolución individual de adjudicación del predio. No lo han hecho”, relata Martizabel.
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Ante la falta de una administración clara, los campesinos se están autogestionando. Ellos están divididos en tres grupos que se reparten turnos para cuidar la parcela según cada uno de los municipios que tienen jurisdicción en el predio, y los propios campesinos hacen jornadas de guardia. Ellos dejaron de trabajar solo para cuidar su pedacito de tierra.
A quienes se dedican a cuidar la tierra, el resto de propietarios les llevan comida, agua e insumos médicos y el resto de dueños van cada cierto tiempo para revisar cómo está la zona porque saben que en los asuntos de tierras en Colombia hay que cuidar los lotes ante el riesgo de invasión.
Pese a que ya hubo un evento oficial de entrega de esos dominios, aún no están habilitados para ejercer su administración plena sobre estos, y la explicación que les dan desde el Gobierno es que se debe a demoras generadas por cambios administrativos.
Incluso, en reuniones les han asegurado que el terreno podría ser improductivo (es decir, no apto para la reforma agraria), pero quienes han estado cuidando esa parcela ya sembraron yuca y tomate. La tierra sí es fértil.
“Dicen que hubo un conflicto entre los funcionarios de la Agencia Nacional de Tierras, unos que entraron, otros que salieron, pero nosotros no tenemos la culpa. A nosotros el Gobierno nos prometió una entrega de tierras sin inconveniente. Teníamos la preocupación de que nos sacaran porque sabemos que hoy en día matan por pedazos de tierra, pero no tenemos la culpa de los malos manejos que hayan dado. Estamos revictimizados”, aseguró Martizabel.
Como ella, Fabián Sánchez es una de las personas que serían beneficiadas por esta entrega. Ambos pertenecen a la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de San Martín de Los Llanos, en Meta, y hacen parte de un conjunto de 125 familias de los municipios de Puerto Gaitán, Puerto López y San Martín.
Todos ellos fueron seleccionados para la titulación de predios del gran lote de más de 13 mil hectáreas de Los Cachorros, pero la fotografía que se tomaron durante el evento de entrega de esa comarca se quedó en un simple retrato.
Fabián también asegura que están pendientes de la entrega individual porque, sin una resolución que certifique la propiedad de cada grupo familiar, no pueden empezar a trabajarlo en pleno uso de sus derechos legales.
“Algunos están cuidando el predio porque hay amenaza de invasión por parte de comunidades indígenas y afro e hicimos una vaca para hacer un estudio topográfico”, aseguró el campesino que está esperando que él y los suyos puedan acceder a cerca de 70 hectáreas productivas que le correspondería a cada grupo familiar.
Los Cachorros es un lote que colinda con ríos y espejos de agua. Los campesinos esperan que las resoluciones de propiedad individual de los lotes lleguen con prontitud para que la promesa de repartir tierra con la reforma agraria no se quede en un compromiso más incumplido para las víctimas del conflicto.