POLÍTICA
Nombramientos diplomáticos del Gobierno de Gustavo Petro, de tropiezo en tropiezo; ¿qué está pasando?
El manejo de los cargos de la diplomacia en la actual administración se ha caracterizado por los amiguismos y las designaciones políticas.
En campaña, el presidente Gustavo Petro hizo énfasis en lo que deben ser las relaciones exteriores para Colombia. En su programa de gobierno, el ahora mandatario prometió que privilegiaría la carrera diplomática en todas las misiones, primando el mérito y la experiencia para ocupar dichos cargos. Incluso, prometió que en el 50 % de las embajadas y consulados se nombraría a diplomáticos de carrera. El canciller Álvaro Leyva aseguró que esos puestos no serían “para la clase política”.
Sin embargo, tan pronto llegó a la Casa de Nariño, Petro no solo hizo lo que han hecho la mayoría de los gobiernos, nombrar amigos y líderes políticos en cargos diplomáticos, sino que ha designado a personas con cuestionamientos que no han hecho más que generarle dolores de cabeza a su Gobierno.
El caso más reciente fue el del escritor y periodista Víctor De Currea-Lugo, quien había sido designado por Petro para ocupar la embajada de Colombia en Emiratos Árabes; sin embargo, tuvo que declinar su aspiración debido a los múltiples señalamientos que le hicieron sobre posibles casos de acoso sexual durante su época como docente universitario.
Quizá la voz más aguda en contra del escritor fue la de la representante a la Cámara por el partido Dignidad, Jennifer Pedraza, quien lo atacó duramente.
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“Este señor que acaba de nombrar Gustavo Petro en la Embajada de Emiratos Árabes tiene múltiples denuncias gravísimas por acoso y abuso sexual hacia sus estudiantes de la Universidad Javeriana y de la Universidad Nacional. ¿No que ‘el cambio es con las mujeres’? Dejen de revictimizarlas”, manifestó la congresista.
Los señalamientos han sido tantos, que el escritor y periodista tuvo que renunciar a la designación que le había hecho el presidente Petro.
Otro de los casos en los que el Gobierno ha sido criticado por sus designaciones se dio también con el excongresista Germán Navas Talero, quien protagonizó una fuerte arremetida contra la representante Jennifer Pedraza, algo por lo que ha sido duramente cuestionado.
“Qué vergüenza que esta vendedora de piñatas de bazar de pueblo sea representante a la Cámara. Por elementos como este es que el Congreso cada día está más desacreditado. La justicia, señora, no es un juego”, dijo puntualmente Navas Talero a Pedraza.
Como era de esperarse, las redes sociales se fueron en contra de Navas Talero, quien aspira a ser embajador en Suecia.
También se ha criticado el nombramiento como embajador en México de Álvaro Moisés Ninco, quien militó en las juventudes de Colombia Humana y llegó al alto cargo diplomático a pesar de no haber culminado sus estudios universitarios.
Políticos en la diplomacia
El Gobierno Petro se ha caracterizado por el nombramiento de aliados políticos, amigos personales y hasta personas cercanas a su esposa, Verónica Alcocer, en puestos diplomáticos de suma importancia para Colombia en otros países.
Como es el caso del exrepresentante León Fredy Muñoz a Nicaragua, Camilo Romero a Argentina y personas de su entera confianza, como Eduardo Ávila Navarrete a España. Así mismo, se concretó el nombramiento de Lina Quessep como embajadora en Italia. Ella es oriunda de Sincelejo y es amiga de la infancia de la primera dama.
También se recuerda el caso de Jorge Rojas, exsecretario de Gobierno de la Alcaldía de Bogotá de Petro, a la embajada ante la Unión Europea; Guillermo Rivera, exministro del Interior, a la embajada en Brasil, y Juan Manuel Corzo, exsenador conservador, a la embajada en Paraguay.
Francisco Burchardt, presidente del Sindicato de Empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores, conversó con SEMANA sobre la preocupación por la poca importancia que se les ha dado a los funcionarios de carrera diplomática.
“Los cargos de mayor responsabilidad deben estar en manos de las personas que se han preparado para ello”, dijo el líder sindicalista. Además, aseguró que se les ofrecieron los destinos más “apetecidos” a quienes no forman parte de la carrera diplomática. “Hay tendencia a nombrar a personas que no son de carrera diplomática en destinos europeos o en Norteamérica. Obviamente, eso ha generado molestia en la Cancillería”, dijo.
De acuerdo con la ley que regula el servicio exterior, como mínimo el 20 % del total de los cargos de embajador deben ser ocupados por miembros de la carrera diplomática, pero, según Burchardt, los nombramientos del presidente se aproximan al 30 %: “No consideramos que sea el número adecuado ante la expectativa de un Gobierno que planteó un respeto por la carrera diplomática”.
Incluso, afirma que la falta de experiencia de los jefes de embajadas y consulados influye en que se preste un mal servicio para los colombianos en el exterior: “Por eso solicitamos que el servicio exterior sea profesional y especializado. No se aprende en una inducción de un mes”.
