Política
“Nos corresponde hacer el cambio, quizá en cuatro años no podamos hacer lo que se podría hacer en décadas”: presidente Gustavo Petro
El jefe de Estado habló nuevamente del tiempo que podría tardar un cambio profundo en Colombia.
Este lunes, el presidente Gustavo Petro hizo referencia nuevamente a lo que podría demorar en materializarse un cambio profundo en Colombia. Señaló que su proyecto político fue elegido en las urnas para realizar transformaciones en el país, especialmente para superar niveles agudos de desigualdad.
Petro, en el discurso en la posesión de Patricia Tobón como nueva directora de la Unidad Nacional de Víctimas, fue enfático en asegurar que un cambio en Colombia podría tardar décadas o hasta siglos.
“A nosotros nos corresponde hacer el cambio, quizá en cuatro años no podamos hacer lo que se podría hacer en décadas, o con este cronograma y con este tipo de organización institucional tendría que hacerse en un siglo o en dos siglos, pero es nuestro reto”, sostuvo Petro.
Y agregó el jefe de Estado: “Eso significa una manera diferente de mirar el presupuesto, tema que ya prácticamente entra en discusión, si allí no hay un cambio de la mirada presupuestal, no va haber un cambio en nuestra actitud respecto a la reparación a las víctimas”.
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“Consecuencia de ello también implica una potencialidad que tanto a la Agencia Nacional de Tierras la Unidad de Restitución de Tierras como la Unidad de Víctimas tiene que tener”, sostuvo.
Primera semana de Petro en el poder
“Nosotros no podemos fallar”. Con esa contundente frase, Gustavo Petro les dio la bienvenida a los miembros de su gabinete el pasado 7 de agosto, minutos después de haberse puesto la banda presidencial. Muchos de quienes han seguido por años al nuevo jefe de Estado fueron cautivados por sus discursos, por sus anhelos de convertir a Colombia en una potencia de la vida, pero, desde que juró como el nuevo presidente, Petro pasó de la oratoria a la gerencia.
En su primera semana de mandato, anunció fuertes medidas de austeridad, puso en discusión las primeras reformas que había prometido y les abrió las puertas de su gabinete a los partidos tradicionales.
No habían pasado ni siquiera 24 horas de haberse instalado el nuevo Gobierno, cuando el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y el director de la Dian, Luis Carlos Reyes, llegaron al Congreso y radicaron la gran apuesta de Petro para sus primeros 100 días: la reforma tributaria.
Con esa normativa, se pretende recaudar 25,9 billones de pesos mediante nuevos tributos como el impuesto a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados, así como la eliminación de exenciones en el impuesto de renta, especialmente para los ingresos más altos.
Varios días después, aterrizó en el Capitolio la ley que busca prohibir el fracking en Colombia, iniciativa que cuenta con el respaldo pleno del Gobierno y deja ver que Petro va muy en serio con su política de transición energética y disminución progresiva de las actividades extractivas.
En estos primeros días en la Casa de Nariño, Gustavo Petro puso a su equipo a dar los primeros pasos para la llamada “paz total”, que no es otra cosa que la reanudación de los diálogos con el ELN y el sometimiento a la justicia de la totalidad de los grupos armados ilegales.
Por último, el alto comisionado de paz, Danilo Rueda; el senador del Pacto Histórico Iván Cepeda y el canciller Álvaro Leyva viajaron a La Habana para reunirse con los integrantes del ELN que permanecen en la isla desde 2019. EL objetivo reiniciar los diálogos de paz con ese grupo subversivo.