Diálogos de paz
Otty Patiño dice que para el ELN la dejación de armas es un asunto “incierto y no muy cercano”
En la agenda de diálogo que pactaron las delegaciones no quedó claro ese tema y hay más dudas que certezas.
El diálogo entre el Gobierno y la guerrilla del ELN está avanzando y las delegaciones de paz cerraron la segunda ronda de conversaciones en Ciudad de México con la elaboración de la hoja de ruta con la que negociarán de ahora en adelante.
SEMANA reveló la agenda completa con la que las partes iniciarán a abordar los puntos clave para buscar una salida negociada al conflicto y hay varios que generan más dudas que certezas, por ejemplo, el tema de las armas del ELN.
Por ejemplo, en el capítulo del fin del conflicto armado no está claro cómo será el desarme de esta organización y queda abierta la posibilidad de que también se hable de ese asunto en las Fuerzas Militares.
En varias ocasiones, Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, ha dicho que ellos están dispuestos a tocar el tema de las armas, pero también debe haber una revisión sobre las que están en poder del Estado.
Lo más leído
En ese sentido, la agenda dice: “En el marco de las nuevas circunstancias generadas por este proceso, se construirá un acuerdo sobre las armas del ELN, en sincronía con la estrategia para superar la violencia y neutralizar el armamentismo y el belicismo”.
En ese sentido, Otty Patiño, jefe de la delegación de paz del Gobierno, reconoció que ese es un tema espinoso aunque no aclaró cómo se abordará el asunto en las negociaciones.
Además, indicó que para la guerrilla “el tema de las armas para ellos es un asunto que como toda guerrilla que ha usado y que ha basado su protección en las armas, pues el tema de dejar las armas en un futuro es incierto y no muy cercano”, dijo Patiño.
Eso significa que ese punto será uno de los más álgidos en un futuro porque no está claro cómo se abordará el asunto, ya que el ELN ha dicho reiteradamente que el uso de las armas por parte del Estado también debe ser revisado. Aún se desconoce si el Gobierno Petro cederá a esta petición.
Patiño agregó que, en todo caso, los procesos de paz deben terminar “en una dejación de armas, que las armas se vuelvan inútiles para proteger su vida. Para el desarrollo de la política lo que inadmisible es que lo hagan con el fusil al hombro. Eso está totalmente descartado”.
Conozca la agenda completa del diálogo
1. La participación de la sociedad en la construcción de la paz
La participación de la sociedad en la construcción de la paz será:
1.1 Un camino para la construcción de una alianza política y social hacia un gran acuerdo nacional.
1.2 En función de identificar las causas de los problemas fundamentales del país, proponer iniciativas y procesos que conduzcan a las transformaciones para la paz.
1.3 Un proceso de fortalecimiento de la sociedad que haga innecesario el uso de las armas como medio para impedir o alentar las transformaciones políticas, económicas y sociales.
1.4 Un ejercicio democrático de movilización de la sociedad en torno a la planeación, decisión e implementación eficaz de los acuerdos en las regiones y la nación.
1.5 Un ejercicio dinámico y activo, incluyente, pluralista y vinculante que permita construir una visión común de paz que propicie las transformaciones para la nación y las regiones.
1.6 Fortalecer la participación activa y eficaz de las mujeres, de las poblaciones históricamente excluidas, discriminadas y precarizadas –niños, niñas, adolescentes, juventudes, adultos mayores, pueblos étnicos, campesinado, trabajadores, privados de la libertad, la diáspora, población LGBTIQ+ y en condición de discapacidad–, en la construcción de la democracia para la paz.
2. Democracia para la paz
Este punto de la agenda conduce a:
2.1 Revisar y fomentar la participación y las decisiones de la sociedad en los problemas que la afectan, y que puedan materializarse en instrumentos de política pública eficaces en los territorios urbanos y rurales.
2.2 Examinar, desde una perspectiva democrática, el régimen político y el modelo económico.
2.3 Evaluar el tratamiento que se le da a los conflictos políticos, sociales y ambientales en función de la construcción de la paz.
2.4 Revisar el marco normativo y garantías para la manifestación pública, tratamiento de la situación jurídica de los sindicados y condenados en desarrollo de la movilización y la protesta social.
2.5 Incentivar la participación de la sociedad en la construcción del poder ciudadano.
3. Transformaciones para la paz
Las transformaciones para la paz comprenderán:
3.1 Propuestas elaboradas por la sociedad y sustentadas en los resultados del punto 2 de esta agenda (Democracia para la Paz).
3.2 Políticas públicas tendientes a superar la pobreza, la exclusión social, la corrupción y la degradación ambiental, en búsqueda de la equidad.
3.3 Planes de desarrollo alternativos integrales en territorios urbanos y rurales, incluyendo los planes de vida y planes de etnodesarrollo, que constituyan opciones económicas, productivas y sustentables que beneficien a las comunidades.
3.4 Políticas, planes y programas que superen el histórico conflicto agrario, sobre el ordenamiento ambiental y territorial dirigidas a la recuperación sostenible y productiva de los territorios urbanos y rurales, la restauración y protección de la Casa Común.
3.5 Pactos sociales que consoliden los acuerdos y una pedagogía y comunicación hacia una cultura de paz.
3.6 El plan integral de transformaciones se articulará y armonizará con los planes nacionales de desarrollo.
4. Víctimas
El objetivo en este punto es el reconocimiento a todas las víctimas, sus afectaciones y sus derechos con base en:
4.1 La asunción de responsabilidades que emane de la verdad de todas y todos.
4.2 La memoria de la vida y luchas de todos los afectados por el conflicto.
4.3 La justicia.
4.4 La reparación integral colectiva y/o individual.
4.5 Las garantías de no repetición y no olvido.
4.6 Asumir el ambiente como víctima.
El conjunto de estos componentes hace posible el reconocimiento y asunción de responsabilidad a la luz del Derecho Internacional, para lograr la reconciliación en la sociedad, teniendo en cuenta la especial relevancia de las recomendaciones que surjan de esta.
5. Fin del conflicto armado
5.1 El reconocimiento político y jurídico del ELN hecho por el Gobierno como organización político-militar rebelde.
5.2 Resolver la situación jurídica del ELN y sus integrantes, incluidos los procesados y condenados.
5.3 Condiciones y garantías para la seguridad y el ejercicio de la política del ELN.
5.4 Erradicar toda forma de paramilitarismo para que no se repita.
5.5 Dinámicas y acciones humanitarias.
5.6 Cese del fuego y hostilidades de carácter bilateral hacia la generación de condiciones para la superación del conflicto armado.
5.7 En el marco de las nuevas circunstancias generadas por este proceso, se construirá un acuerdo sobre las armas del ELN, en sincronía con la estrategia para superar la violencia y neutralizar el armamentismo y el belicismo.
5.8 Ajustes institucionales y procedimentales requeridos por ambas partes para la implementación de este punto.
6. Plan General de Ejecución de los acuerdos entre el Gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
6.1 Este Plan General de Ejecución se construirá con los planes específicos de cada punto de la agenda y contará con un programa y cronograma para su implementación.
6.2 El Plan General de Ejecución de acuerdos incluirá mecanismos de control, seguimiento, verificación y ajustes que contarán con la participación de la sociedad, la comunidad internacional, el Gobierno nacional y el ELN.
6.3 Este plan contemplará las siguientes dimensiones: jurídica, política, social, económica, ambiental y diplomática.
6.4 El Plan y los acuerdos que contiene serán objeto de validación democrática por medio de la participación de la sociedad en el proceso de paz, de principio a fin.
6.5 Los acuerdos parciales se implementarán según su carácter en el corto, mediano o largo plazo.
Queda claro que Brasil, Chile, Cuba, Noruega, México y Venezuela serán los países garantes y que la Conferencia Episcopal de Colombia junto con el representante especial del secretario general de la ONU en Colombia, serán acompañantes permanentes.
Así mismo se pactó la creación del Grupo de Países de Acompañamiento, Apoyo y Cooperación (GPAAC) donde Alemania, España, Suecia y Suiza tendrán las siguientes funciones:
1.1 Respaldo político y diplomático al proceso de paz en Colombia.
1.2 Apoyo técnico a la Mesa en temáticas específicas.
1.3 Cooperación en términos financieros.
1.4 Financiación de la Delegación de Diálogos del ELN.
Dentro de lo pactado también quedó claro que cada delegación podrá cambiar sus delegados, asesores y consejeros sin que haya lugar a objeción alguna y únicamente se debe acreditar ante la mesa.
Además, “ante las eventuales crisis de la Mesa de Diálogos, las partes agotarán todos los mecanismos internos de concertación para resolverlas. De no resolverse y ante el riesgo de una eventual ruptura de diálogos entre las partes, se recurrirá a los Garantes y acompañantes permanentes”.
Durante la fase exploratoria y en el Palacio de las Convenciones, en La Habana, los delegados del presidente Gustavo Petro y los negociadores de la guerrilla estuvieron dialogando con el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien ofreció nuevamente la isla como sede alterna de la eventual negociación de paz. La isla recibirá los diálogos en abril.
Finalmente, quedó claro que los acuerdos parciales se implementarán de inmediato y se articularán “de manera armónica con un acuerdo general”.
Se agrega que: “Los acuerdos que se realicen para afrontar realidades urgentes en los territorios deben garantizar permanencia, profundización y continuidad. Es decir, no deben ser episódicos o simplemente demostrativos. La regionalización, la sectorización y la territorialización serán factores siempre presentes en la formulación, en los contenidos y en los métodos de implementación de los acuerdos. La confianza y la credibilidad de la mesa por la sociedad colombiana debe ser alimentada continuamente por avances ciertos”.