Política
“Pablo Escobar no es hijo del pueblo colombiano, es hijo de la oligarquía colombiana”: afirmó el presidente Gustavo Petro desde Francia
De acuerdo con el jefe de Estado, fue la misma oligarquía la que “lo generó y lo construyó”.
Este domingo, el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, habló desde Francia sobre sus reformas y otros temas de interés nacional. De igual manera, el jefe de Estado se refirió al capo narcotraficante en los años noventa.
“Colombia es famosa, no solo por Pablo Escobar, que ya deberían anular ese tipo de proyecciones en la televisión que no hablan de nosotros. Pablo Escobar no es hijo del pueblo colombiano, es hijo de la oligarquía colombiana que lo generó y lo construyó”, dijo el presidente desde el Viejo Continente.
Y posteriormente destacó: “Gabriel García Márquez es el hijo del pueblo colombiano. Hijo del pueblo colombiano. Hay una gran diferencia entre García Márquez y Pablo Escobar”.
“Nosotros somos garciamarquianos. Fíjense en ustedes, ¿no éramos acaso cafeteros? Siglo XX, el tinto, que no se llama tinto en París, el café, no venía de Colombia antes, no era delicioso, ahora mezclan todos los cafés y ya no está el gusto. ¿Pero ese café no fue el que construyó la nación colombiana en el siglo XX?”, añadió.
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Asimismo, el mandatario colombiano se despachó en contra del Congreso por el fracaso que tuvo una de sus principales iniciativas de Gobierno, señalando que la célula legislativa no dio espacio para “dar un solo debate de ideas” sobre la reforma laboral.
“La reforma laboral no buscaba más que si pasan las seis horas de la tarde y se hace la noche, entonces se paguen extras, es decir, un mayor salario que si se trabaja de día; que si llega el sábado y el domingo los días de descanso y se trabaja, entonces se paguen los festivos. Eso ya existía antes en Colombia”, sostuvo Petro.
Y agregó el mandatario colombiano en su discurso: “Que si se entra a trabajar, entonces no te contraten por un mes o dos; que si eres mujer, el patrón te acosa sexualmente, sino que te contraten de manera indefinida o con unos criterios de mayor estabilidad laboral, que el contrato no es entre iguales, porque el que se emplea tiene menores condiciones económicas que el empleador y, por tanto, hay una desigualdad y, por tanto, una necesidad de proteger derechos de la persona que es más débil, la mujer que lleva los tintos al señor de la oficina”.
“El señor de la oficina no es igual económicamente que la señora de los tintos. El señor de la oficina puede tener riqueza, poder económico, bancos, incluso empresas, pero la señora de los tintos tiene niños y niñas, tiene una vida igualmente valiosa que el señor de la existencia”, sentenció Petro.
También aseguró: “Una Constitución del 91 y una sociedad que se pretenda moderna, equitativa, debería proteger a la señora de los tintos del señor de la oficina, del banquero, porque si la señora de los tintos se queda sin empleo, se mueren sus niños de hambre; porque si la señora de los niños no llega a las 6:00 de la tarde a su casa, sino que la condenan a trabajar hasta las 10:00, las 11:00 y las 12:00 de la noche, entonces sus hijos se quedan sin su calor porque no hay más, porque no hay jardín infantil, porque están en un inquilinato, porque le toca coger el bus de TransMilenio o de otra empresa y durar dos horas en el trancón para ir y para volver hasta donde el señor de la oficina”.
Además lanzó varias pullas: “Que el señor de la oficina no tiene ni idea cómo come la señora de los tintos. Y sí pretende entonces insinuar y volver realidad en la legislación que la señora de los tintos no tiene derecho, que si trabaja el domingo no debe tener extras, que si trabaja más allá de las ocho horas no debe tener extras, que si se le da la gana porque le cayó mal, entonces la puede echar en el mes siguiente como si no fuera un ser humano, como si ni siquiera fuese un animal, como si todavía estuviésemos en los tiempos del cepo y de la cadena, en los tiempos de la esclavitud”.