POLÍTICA
Pacto Histórico y Alianza Verde, enfrentados de nuevo por la reforma política, ¿se acabó la luna de miel?
Varios artículos de ese proyecto de enmienda constitucional del Gobierno generaron un fuerte enfrentamiento entre varios de los líderes de estas fuerzas. ¿Qué es lo que está pasando?
El Pacto Histórico, la alianza de izquierda que llevó a Gustavo Petro a la Presidencia, y el partido Alianza Verde han sido dos sectores que para algunos temas han estado unidos. Sin embargo, en otros también han estado distanciados, como sucede ahora en medio de los fuertes choques que se han presentado alrededor de la conciliación de la reforma política.
De lado y lado se han responsabilizado por supuestamente haber incluido un artículo que algunos han denunciado que se trata de un ‘mico’. Katherine Miranda, representante a la Cámara por los ‘verdes’, hizo el reclamo. Aseguró que se incluyó dentro del proyecto que los congresistas electos puedan tener preferencia en las listas de sus partidos para las próximas elecciones.
Miranda ya había calentado al debate con la bancada de Gobierno al expresar que la reforma política estaba afectando a las minorías y hasta dijo que se sentía avergonzada porque fue la jefe de debate del presidente Gustavo Petro y que no se estaba cumpliendo con lo que se prometió.
Desde el Pacto Histórico le contestaron e incluso empezaron a buscarle doliente al polémico artículo. Dijeron que en realidad lo había puesto el senador de la Coalición Centro Esperanza-Alianza Verde Ariel Ávila, quien estaba presente en la conciliación. “Ese ‘mico’ de la reforma política al parecer lo metió Ariel Ávila en Senado y ahora integrantes de su mismo partido le quieren echar el agua sucia al Pacto. ¿Coincidencia o estrategia para tumbar la reforma? Esto es un saboteo de algunos integrantes del Verde”, aseguró la congresista María del Mar Pizarro.
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Lo cierto es que rápidamente eso se desmintió. El presidente del Senado, Roy Barreras, quien estuvo presente en la reunión en la que se hizo la conciliación de la reforma, aseguró que ni fueron ellos ni fue Ávila, sino que ya venía desde el primer debate. “Ni Gobierno ni Ariel Ávila metió ningún mico”, afirmó el senador del Pacto Histórico.
La idea de que ese artículo venía desde el inicio y nadie lo vio empezó a tomar fuerza. No obstante, congresistas de diferentes sectores salieron a reclamar que eso no estaba entre lo que discutieron. Además de Miranda, parlamentarios de distintas bancadas aseguraron que lo habían eliminado.
“Ese parágrafo lo eliminamos en el debate de Comisión Primera de Cámara. Cambio Radical siempre pidió que se eliminara. Nunca fue discutido en plenaria de Cámara. Sorpresivamente lo volvieron a incluir en conciliación”, afirmó el representante Jorge Méndez.
Más allá de la discusión sobre quién fue el que lo incluyó, la reforma política y en especial ese punto generó una tormenta política entre el Pacto Histórico y la Alianza Verde que hasta hace pocas semanas se mantenían unidos y cohesionados alrededor de Gustavo Petro.
La pelea ha llevado a que incluso se relacionen al uribismo unos con los otros, haciendo referencia a que se trata del sector más lejano con el que ninguna de las bancadas ha comulgado. Por un lado, Miranda dijo que el ‘mico’ que querían meter solo era comparable con la reelección del expresidente Álvaro Uribe; del otro lado, María Fernanda Carrascal relacionó a los ‘verdes’ con el Centro Democrático.
“Lo de los ‘verdes’ saboteando la reforma política ya está fuera de toda proporción. Unos meten y quitan cosas en Senado, incluso contra los jóvenes. Luego, en Cámara culpan al Pacto, gritan, sabotean sin vergüenza alguna. Van es a terminar en coalición con el uribismo”, aseguró la congresista del Pacto Histórico.
Una relación de amores y odios
Ambos sectores venían distanciados en espacios como la alcaldía de Claudia López en Bogotá, a la que Petro le hizo una férrea oposición durante varios meses, especialmente luego de que la mandataria local dijera que iba a continuar el Metro elevado y no el subterráneo que había propuesto el actual presidente.
En medio de las protestas de 2021 se enfrentaron fuertemente por el trato que se les dio a los jóvenes que salieron a las calles. Mientras que desde el petrismo los respaldaron, la alcaldesa buscaba capotear los actos de vandalismo que se registraban a diario. Eso generó contundentes enfrentamientos entre la alcaldesa y varios líderes del petrismo, entre ellos, el mismo Petro y Gustavo Bolívar.
Sin embargo, a medida que se acercaban las elecciones, Petro y Claudia se acercaron y los ‘verdes’ y petristas volvieron a hacer alianzas de cara a los comicios presidenciales. Allí llegaron varios de la centroizquierda a respaldar a Petro, incluso antes de la primera vuelta, a pesar de que el candidato de ese sector en teoría seguía siendo Sergio Fajardo. Eso causó molestia en la Coalición de la Centro Esperanza.
Varios líderes, entre ellos Catherine Juvinao y la misma Miranda, decidieron acompañar a Petro oficialmente y hacerle campaña bajo el logo del cambio. Ariel Ávila, Angélica Lozano y otros representativos del Verde también se sumaron a esa idea, al igual que varios directivos del partido.
Pero parece que esa luna de miel se desgastó y la reforma política fue el detonante. Hoy están agarrados por esos polémicos artículos y el problema de fondo, especialmente para el presidente Petro y el Gobierno, es que la aplanadora y la gran coalición con la que cuenta en el Congreso se pueda romper.
Aunque es muy difícil que pierda las mayorías, y vendrá un receso legislativo que servirá para calmar los ánimos, el Gobierno sabe que tiene que conservar esa alianza de cara al otro año para seguir aprobando las reformas que son fundamentales, entre ellas la segunda vuelta de varias enmiendas a la Carta Política y los proyectos sobre salud, pensiones y temas laborales, entre otros.
Miranda confirmó que la próxima semana se reunirán con el mandatario, antes de las fiestas de fin de año. “Este lunes nos reuniremos con el presidente Gustavo Petro. Asistirá toda la bancada de la Alianza Verde”, confirmó la congresista a SEMANA.
El mandatario es consciente que deberá capotear una de las colectividades más cercanas para poder seguir manteniendo a pleno su gobernabilidad, pero a la vez sabe que no se trata del Pacto Histórico, al que puede liderar ampliamente, sino de un sector más ‘rebelde’ que en cualquier momento lo podrá criticar.