POLÍTICA
Paz total: volver a negociar con los reincidentes calentó el debate en el Congreso
Humberto de la Calle propuso que no se le abriera la puerta a conversar de nuevo con las disidencias de las Farc y que, en cambio, se sometieran a la justicia como cualquier banda criminal. Su propuesta fue derrotada.
En medio del debate del proyecto de ‘paz total’ que fue aprobado en la plenaria del Senado este lunes en su tercer debate, uno de los puntos más álgidos fue volver a negociar con los reincidentes que han incumplido acuerdos anteriores. Eso quiere decir que delincuentes como Iván Márquez, entre otros disidentes de las Farc y de otras guerrillas y bandas criminales, podrán volver a sentarse con el Estado a negociar.
El punto generó polémica, especialmente, porque el senador Humberto de la Calle fue quien presentó una proposición para que no se abriera esa puerta. Llamó la atención el hecho porque De la Calle fue el jefe negociador del acuerdo de La Habana firmado en 2016 con las Farc, del cual varios, entre ellos Márquez, incumplieron y volvieron a las armas.
Varios le reclamaron a De la Calle por su posición, ya que los apoyos al proyecto se alcanzaron a ver comprometidos en ese punto. Una de las principales alertas que hizo la bancada cercana al Gobierno es que si se aprobaba la propuesta del exjefe negociador, la ‘paz total’ quedaba incompleta y Petro no habría podido negociar con algunas disidencias y otros grupos reincidentes.
La discusión de fondo era darles una oportunidad para volver a negociar o que se sometieran como cualquier banda criminal. “Propongo un artículo explícito en el que se diga que los desertores no pueden entrar en conversaciones con el Gobierno salvo para el sometimiento a la justicia por orden judicial”, propuso De la Calle.
Eso quiere decir que no se les cerraba la puerta a la paz total, como argumentaron algunos, sino que en vez de volver a negociar, tenían que someterse como cualquier banda criminal. Sin embargo, la coalición de gobierno aplastó esa posibilidad.
De la Calle reconoció que este artículo iba directamente para Márquez y su grupo de la Segunda Marquetalia por haber “traicionado” el acuerdo de La Habana. “Me opongo a que se le dé tratamiento de negociación”, aseguró el congresista y exjefe negociador.
Eso generó un profundo debate en la plenaria que puso a tambalear el proyecto por un momento. “Cerraría completamente la puerta para cualquier sometimiento a la justicia de quienes hoy están en esa disidencia. Y la paz total es con todos, el mecanismo que sea”, aseguró el presidente del Senado, Roy Barreras.
Desde el Pacto Histórico contrarrestaron la propuesta de De la Calle, a pesar de que trató de defender esa idea hasta el final. “Allá firmaron varias veces, firmamos hoja por hoja, son más de 1.000 firmas. El mensaje que se le da a los colombianos es que no pasa nada, que el más avivato sale adelante”, reclamó De la Calle. Además, el senador puso de precedente de que se trata de un mal mensaje para el ELN con quien se está negociando en Caracas. Habló de abrir la posibilidad a un “repechaje” para esos grupos armados y una puerta para que no cumplan los compromisos adquiridos.
Iván Cepeda, quien acompañó a De la Calle negociando en La Habana, tuvo que salir a contrarrestar ese punto, que puso a prueba la esencia del proyecto del Gobierno. “De ello depende, ni más ni menos, que la paz pueda ser global y que pueda acabar con todas las formas de violencia”, aseguró Cepeda.
El senador del Pacto Histórico se refirió a los “desertores” y los comparó con los miembros del Clan del Golfo, ya que, según él, también son consecuencia de otros grupos armados y, por lo tanto, no se habría podido someter bajo los efectos de esa ley. “Si no vamos a cerrar la violencia en Colombia, está clara la advertencia”, reclamó Cepeda. “Es un tema trascendental, se trata de si habrá una salida jurídica para las disidencias o si les cerramos la puerta”, aseguró Barreras.
Clara López fue otra de las que salió a defender esa propuesta. Dijo que no es lo mismo lo que se negoció en La Habana que esta propuesta de ‘paz total’ de Petro. “No excluyamos la posibilidad de que todas las personas de los acuerdos pasados integren este proceso. La gente en los territorios necesita la paz total”, afirmó López.
La senadora Angélica Lozano se puso del lado de De la Calle y reconoció que es muy distinto ser un disidente raso a un líder de la talla de Iván Márquez, que, según ella, “traicionó al pueblo colombiano”. “Iván Márquez no es lo mismo que un tipo de civil de base, sin bachillerato. Iván Márquez tenía derecho por la generosidad de Colombia de estar aquí sentado”, afirmó Lozano, quien exaltó a los excombatientes de las Farc que hoy hacen parte de Comunes y que según ella han cumplido ese acuerdo. “¿Vamos a premiar a Iván Márquez?”, preguntó la senadora de la Alianza Verde.
Lozano también reclamó que el mensaje que se le envía al ELN aprobando ese artículo es que luego de negociar podrán reincidir y se les perdonarán esos delitos.
María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, aseguró que eso evidencia que Márquez no se salió por ningún ‘entrampamiento’ o incumplimiento del Estado, sino que fue él quien no cumplió. Recordó que quien pidió las 190 curules fue Márquez y que posteriormente siguió cometiendo delitos. “Un país que regala impunidad es un país que está decidido a que nunca haya autoridad ejercida legítimamente”, reclamó Cabal.
Desde la oposición, varios se pronunciaron respaldado la idea de De la Calle para no volver a darle una nueva oportunidad de negociar a Márquez y compañía. El senador Miguel Uribe reclamó porque en un momento estaban reunidos detrás del atril de la presidencia del Senado el ministro de Defensa, Iván Velásquez; el del Interior, Alfonso Prada, y el alto consejero para la Paz, Danilo Rueda, junto a De la Calle y Roy Barreras, dando la discusión en privado. “Yo le pediría a usted que me ayude a que el debate se haga en el Senado y no detrás”, solicitó Uribe.
Finalmente, la proposición de De la Calle fue derrotada por las mayorías que tiene el Gobierno, a pesar de que, por un momento, algunos lanzaron la posibilidad de suspender la discusión y evitar que se hiciera esa modificación. En últimas, se dejó abierta la puerta para que quienes reincidan en la ilegalidad puedan volver a sentarse a negociar con el gobierno de Gustavo Petro y hacer las exigencias que consideren para dejar las armas.