POLO

Petro y Moreno: ¿un choque irreconciliable?

Las denuncias por presunta corrupción en la contratación en Bogotá constituyen el capítulo de mayor tensión política en la historia del Polo. Un debate que puede determinar el futuro de la colectividad.

20 de octubre de 2010
Gustavo Petro profundizó sus diferencias con el grupo de la familia Moreno. la división en el Polo aumenta su dimensión | Foto: Archivo

La llamada corriente democrática del Polo, la que lidera el ex senador y ex candidato presidencial Gustavo Petro, puso un nuevo ladrillo en sus diferencias frente al resto del partido.

Esta vez no sólo amplió sus distancias frente al llamado sector de la Anapo, el que hoy representan Samuel Moreno, alcalde mayor de Bogotá, y su hermano Iván Moreno, senador, sino que todo parece irreconciliable.

Los llamados demócratas, al revelar una serie de indicios sobre irregularidades en la contratación pública de Bogotá, señalaron a ese sector como "los únicos responsables” del fracaso del Polo Democrático en la administración de la capital, la que por más de ocho años fue el principal botín político de este partido.

En la publicitada rueda de prensa de la tarde del martes, en la que presentaron los hallazgos de la comisión de seguimiento a la contratación distrital, y que terminó convertida en un debate interno del partido, el sector de Petro no dudó en pasar la cuenta de cobro a la familia Moreno.

“Moreno benefició a los amigos de Uribe”

Ese debate interno, que ha propiciado las mayores controversias en el Polo, se volvió a encender cuando Petro, el concejal Carlos Vicente de Roux y el senador Luis Carlos Avellaneda, revelaron un conjunto de “circunstancias sospechosas” en los procesos de contratación en diferentes áreas del sector público de Bogotá.

Con ellas lo que querían demostrar, en pocas palabras, es que quienes se han beneficiado de lo que Petro llamó “la concentración de la contratación pública” son dos sectores.

Por un lado, “los amigos de Iván Moreno”. Por otro, cinco grandes firmas de contratistas que, según Petro, “también son los grandes beneficiados en los ocho años del gobierno de Álvaro Uribe”.

Según Petro, de Roux y Avellaneda, la administración de Samuel Moreno no fue coherente con los principios del Polo, porque el partido se declaró en abierta y férrea oposición a Álvaro Uribe, pero, según Petro, la administración de Bogotá terminó “aliada” con sectores políticos afines al hoy ex presidente.

Los indicios que presentó esta comisión de seguimiento a la contratación distrital, según Petro, pretenden demostrar que cinco grandes firmas de contratistas (Conalvías, el grupo Solarte, Odinsa -que cuenta entre sus accionistas a William Vélez Sierra- y Sainc, sin mencionar al disuelto Grupo Nule) se valieron de la administración capitalina para ampliar la concentración de contratos que tienen a nivel nacional.

Los dirigentes citaron que estas mismas firmas se beneficiaron de “cuestionables contratos”, como por ejemplo los de la llamada Ruta del Sol, y que durante los ocho años de gobierno Uribe han concentrado la contratación pública.

Por eso Petro calificó al alcalde Samuel Moreno y al senador Iván Moreno de “terminar financiando el mismo proyecto político de Uribe. En palabras de Petro: “El proyecto que quería aniquilar al Polo”.

Pero la corriente de Petro fue más allá. Y pidió responsabilidades políticas, que para los más suspicaces lo que pretenden es separarse de los errores de la administración de Moreno y no perder posibilidades para que el Polo tenga cómo pelear en las próximas elecciones de la alcaldía de Bogotá.

Esa tesis la dejó entrever el senador Luis Carlos Avellaneda, quien como miembro del Polo sostuvo que su partido tiene que hacer “un acto de contrición” por lo que significó la obra de uno de sus dirigentes en Bogotá.

“Fallamos (el Polo) en el mecanismo de selección y vigilancia a quienes representan el proyecto del partido”, dijo antes de anunciar que le pedirá al comité de ética del partido una investigación contra Samuel e Iván Moreno, y pidió medidas precautelares como la suspensión provisional de los derechos políticos, al considerar la “fuerte influencia” de la familia Moreno dentro del Polo.

Ahí se encendió la controversia, porque Iván Moreno respondió y también pidió investigaciones contra el sector de Petro.

“No tienen pruebas”

El senador Iván Moreno calificó de “ligero e irresponsable” el informe de la comisión de seguimiento a la contratación distrital, al asegurar que no hay ni una sola prueba que lo vincule con la contratación.

Para Moreno, la más dura arremetida del sector de Petro tiene una explicación. El ex candidato presidencial, según el senador, está actuando en retaliación porque el sector de la Anapo no llegó a un acuerdo político para que Petro llegara a la presidencia del
Polo Democrático.

Pero ahí no paró la confrontación porque si el Polo investiga a Moreno, este dirigente también anunció medidas similares contra sus contradictores internos.

Lo primero que anunció fue que pedirá al mismo comité ético del Polo que investigue al ex candidato presidencial por lo que consideró la violación de las normas electorales, y pidió que explique el manejo de un millonario préstamo que entró a la cuenta de Petro con motivo de la campaña presidencial, por 1.860 millones de pesos, que lo tiene en investigación previa en el Consejo Nacional Electoral.

Según Iván Moreno, ese préstamo proviene de unos empresarios del chance en Tolima. “La misma mafia del chance que denunció Petro en reiteradas oportunidades”.

A la vez, Moreno se puso en manos de su juez natural, la Corte Suprema de Justicia, para que sea ese tribunal el que determine si ha tenido o no injerencia en la contratación distrital.

Incluso, en el improvisado debate, Iván Moreno le dedicó a Petro un verso de una canción vallenata: "Quien está más sucio que un rancho quiere limpiar sus uñas con mi honradez".
 
El cruce de declaraciones, de lado y lado, tendrá un próximo capítulo en el Concejo de Bogotá, donde será el concejal Carlos Vicente de Roux quien adelante un control político que tuvo su primer tiempo en el improvisado, choque que se originó en la Comisión Séptima del Senado.

Pero más allá, lo que evidencia este nuevo capítulo son las fisuras cada vez más profundas entre las corrientes ideológicas que se congregan en el Polo Democrático. Una división interna que quizá pueda generar la mayor crisis en la historia de este partido.