POLÍTICA
Petro y los verdes están enfrentados, pero el partido seguiría en el gobierno, al menos hasta febrero. Varios quieren continuar cercanos a la Casa de Nariño
Este lunes, el partido tomará una decisión, pero el escenario no está tan despejado. Las fuertes declaraciones del ministro Guillermo Alfonso Jaramillo precipitaron la votación.
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, terminó por precipitar una decisión que la Alianza Verde tiene por delante: definir si dejan de ser un partido de gobierno y saltan a la independencia frente a Gustavo Petro.
“Uno no puede tener, como sucede con algunas personas, representación en el Gobierno, representación importante en Bogotá a través del Sena, importante a través de institutos como el Icetex y hacer oposición. Este presidente es muy generoso porque les permite a los que están disfrutando del gobierno hacer toda la oposición, a pesar de que disfrutan de las posiciones en el alto Gobierno que se las hemos negado a nuestros propios militantes”, reconoció Jaramillo.
La declaración del ministro es realista. Pero se trata de una autoconfesión que, sin duda, pondrá al Gobierno a defenderse de escándalos jurídicos porque la oposición alista el arsenal de denuncias penales y disciplinarias. Ya hablan de un posible cohecho y tráfico de influencias. Jaramillo reconoció que el Gobierno ha entregado cargos a la Alianza Verde y espera, a cambio, respaldo a sus reformas en el Congreso.
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De otro lado, las declaraciones de Jaramillo rompieron la estrategia que tenía lista el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, para aprobar en bloque el articulado de la reforma a la salud este jueves 23 de noviembre. Una vez más, el quórum se diluyó.
Además de congresistas del Partido Conservador, Centro Democrático y La U, algunos representantes de la Alianza Verde no asistieron a la plenaria porque el abogado y excandidato presidencial Enrique Gómez Martínez los recusó. Sobre su decisión frente a Petro, la Alianza Verde anunció que se dará a conocer este lunes a las 3:00 de la tarde en una dirección nacional.
Aunque el ambiente está caldeado y en contra de Petro en algunos sectores, SEMANA confirmó que aún no hay mayorías para que la colectividad salte a la independencia. Quienes deciden son 63 directivos, entre ellos, 23 congresistas y 40 personas que hacen parte de las delegaciones regionales donde el petrismo tiene representación. Todos están convocados a la reunión en Bogotá.
Los tres codirectores de la Alianza Verde, Carlos Amaya, Antonio Navarro Wolff y Rodrigo Romero, cuestionaron las afirmaciones del ministro Jaramillo y dijeron en un comunicado que estaba “equivocado si cree que la participación en el Gobierno es moneda de cambio por votos en el Congreso”.
No obstante, no creen necesario que un salto de garrocha hacia la oposición a Petro deba darse en este momento porque sería enviarle un mensaje a la opinión pública de que las afirmaciones de Jaramillo son ciertas. El cuarto codirector es el profesor Antanas Mockus, quien no ha fijado una posición. Su esposa, Adriana Córdoba, es la embajadora de Colombia en Dinamarca.
El codirector Carlos Amaya, por ejemplo, no votó por Petro porque respaldó a Rodolfo Hernández en la segunda vuelta. Amaya buscó que la Alianza Verde se declarara en independencia. Sin embargo, hoy, cambió de decisión.
Algunos sectores como el de Claudia López, su amiga política, están inconformes con la postura de Amaya, pero él, quien cuenta con un número de votos importantes en la dirección nacional, tiene sus propios cálculos políticos porque es el nuevo gobernador de Boyacá y no quiere enfrentarse a la chequera de Petro.
Si la votación recayera exclusivamente en el Congreso, las cuentas serían otras y la Casa de Nariño enfrentaría un nuevo golpe legislativo. En el caso del Senado, de ocho curules, cinco están en favor de cruzar a la independencia: Jota Pe Hernández, Angélica Lozano, Andrea Padilla, Edwin Fabián Díaz e, incluso, el presidente del Senado, Iván Name, quien no lo ha dicho oficialmente, pero ha lanzado más de un vainazo contra Petro en las últimas semanas.
Por el contrario, Ariel Ávila, Ana Carolina Espitia e Inti Asprilla insistirían en quedarse al lado del Gobierno. Asprilla, en todo caso, se ve cada vez más distante de la Casa de Nariño desde el 20 de julio pasado, cuando fue derrotado en la presidencia del Senado por Iván Name. Por el lado de la Cámara de Representantes, de 14 congresistas, los verdes que quieren independencia son Katherine Miranda, Catherine Juvinao, Alejandro García, Carolina Giraldo y Cristian Avendaño, entre otros.
Y quienes insisten en seguir cerca del Gobierno son Martha Alfonso, ponente de la reforma a la salud, además de Olga Lucía Velásquez, esposa de Ovidio Claros, hoy presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, quien obtuvo el cargo con el respaldo del presidente Petro. El representante Duvalier Sánchez, quien escribió una sentida carta donde hizo un llamado a los copresidentes para que convoquen a las bancadas y se adelante una conversación sobre el papel frente al Gobierno, no definió su postura. Los demás decidirán este fin de semana.
Sin embargo, hoy el grueso de senadores y representantes seguirán asumiendo posturas de independencia al Gobierno sin necesidad de una declaratoria, como ocurre desde hace varios meses con los congresistas Jota Pe Hernández, Catherine Juvinao y Katherine Miranda, quienes se han venido oponiendo abiertamente a la reforma a la salud.
¿Aguantará el Gobierno la indisciplina y la división del partido a la hora de votar sus reformas? ¿Los verdes están dispuestos a entregar el Sena, el Dapre, la Alta Consejería para las Regiones y el Icetex? Frente a la primera pregunta, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, no tiene otra alternativa que contar con los votos de los congresistas cercanos al Gobierno porque personajes como Hernández, Juvinao y Miranda, entre otros, no darán su brazo a torcer porque consideran que las reformas son lesivas.
Además, el propio Petro conoce como pocos el ADN del partido que él fraccionó durante la campaña presidencial de 2022 y que estuvo a punto de someterse a una escisión con el sector de Claudia López y su esposa, Angélica Lozano.
Por otro lado, en la colectividad no están dispuestos a entregar sus cargos.
Carlos Ramón González, excodirector de la Alianza Verde, cada vez pierde más terreno en el partido que fundó y hoy está amañado en la dirección del Dapre, la entidad que maneja el computador del Palacio de Nariño. Igual situación ocurre con la exsenadora Sandra Ortiz, alta consejera para las Regiones, quien trabaja al lado de Petro. Ella fue la última en llegar al cargo y no está dispuesta a irse. Jorge Londoño, hoy director del Sena, quiere seguir al frente de la entidad más burocrática que tiene la Alianza Verde.
Retirarse supondría que la casa política, que se ha quejado por participación representativa en el Gobierno, se quede sin la joya de la corona. Por su parte, Mauricio Toro es prudente en la dirección del Icetex y acata las decisiones de su partido. Todos han recibido llamadas de algunos congresistas que les piden que renuncien y otros que se sostengan, pero ninguno se precipitará a tomar decisiones, a menos que Petro piense lo contrario.