Política
Polo Polo: de influenciador a figura clave de la oposición a Gustavo Petro
El representante electo por una de las curules afro, dueño de un discurso lenguaraz, es sinónimo de controversia.
Esta semana, la oposición le propinó una dura derrota al presidente Gustavo Petro en su propio terreno: la calle. El jefe de Estado, experto en movilización social, convocó a marchas en favor de sus reformas sociales para el pasado martes, pero apenas 24 horas después la oposición respondió y le dio de su propia medicina. Según cifras de la Policía, las manifestaciones petristas reunieron en todo el país a cerca de 28.000 personas, mientras que los contradictores al Gobierno actual en las calles fueron 47.000.
Detrás de esta victoria de la oposición estuvo la presencia de grandes figuras, como la senadora María Fernanda Cabal, pero el gran artífice de las movilizaciones fue un hombre que hasta hace un año nadie imaginaría que podría hacerle contrapeso en las calles a Petro, pero que en los últimos seis meses ha ganado un importante notoriedad mediática: el representante Miguel Abraham Polo Polo, quien fue el que convocó a la ciudadanía a levantarse contra el Gobierno.
Polo Polo no se ha destacado en su función legislativa necesariamente por sus posturas de fondo sobre algún tema o por algún proyecto de ley que genere gran impacto en la vida de los colombianos, sino por su forma de hacer política que para algunos se acerca al radicalismo. Un radicalismo de derecha conservadora. Sus posturas han ganado notoriedad por su discurso irreverente, en ocasiones incendiario, que lo han llevado a estar en el escalafón de ser uno de los congresistas con más demandas en contra: le han puesto 12 en lo que lleva de congresista.
Una de estas demandas se la interpuso el propio senador Roy Barreras, presidente del Congreso, ante la Corte Suprema de Justicia, por una serie que había publicado en contra del presidente Gustavo Petro, en los que tildaba de “guerrillero” al jefe de Estado.
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“Me niego a creer que este guerrillero y su gabinete de delincuentes destruirán el país y nosotros solo quejándonos en redes. Llego la hora de despertar. Desde las veredas más profundas de nuestra nación, hasta las ciudades más grandes, tenemos que levantarnos contra este gobierno”, decía uno de los trinos. La demanda, no obstante, fue inadmitida por la Corte Suprema de Justicia.
Lejos de amilanarse, después de esta demanda, Polo Polo ha arreciado aún más contra el Gobierno desde sus redes sociales, las mismas desde las que convocó a las marchas de esta semana.
Las redes sociales son su escenario natural. Desde allí fue que catapultó su carrera y pasó de ser un jóven afro, de estrato dos, de Toluviejo, un municipio pequeño en la Costa y de universidad pública, a llegar al Capitolio Nacional.
Su presencia en redes la empezó a capitalizar desde 2018, durante la campaña presidencial en la que se enfrentaron Iván Duque y Gustavo Petro, que a la postre ganó el uribismo. Durante la contienda, grabó una serie de videos en los cuales se argumentaba porque no votar por el entonces candidato de Petro y por qué debería de ser apoyada la candidatura de Duque.
Esto lo convirtió en el blanco favorito de las barras bravas petristas. Pero antes que temerles, disfrutaba de su cuarto de hora, supo capitalizar la atención. Hoy tiene más de 200 mil seguidores en Twitter y 86 mil en Instagram, es un influencer de derecha.
Los que lo conocen dicen que su ingenio está volcado a las redes sociales y aseguran que no suelta el celular por más de 15 minutos durante el día porque en él encuentra su más fiel herramienta de trabajo. Antes que pensar en grandes intervenciones en el Congreso o nuevos proyectos de ley, Polo Polo piensa en trinos y videos para Instagram.
En su paso de convertirse de influencer a figura clave de la oposición, ha contado con mentores importantes, como la senadora Cabal y el abogado Abelardo de la Espriella, quienes impulsaron su candidatura a la Cámara.
Críticas
Sus opositores lo siguen cuestionando por posturas suyas como negar que la desigualdad existe en Colombia, por hacerse elegir por la curul afro aunque no defiende las luchas de las negritudes y por decir que la vicepresidenta Francia Márquez genera lástima y vergüenza para la población negra.
“A los negros no nos tienen que dar más subsidios. Hay que llevar libre comercio y desarrollo capitalista”, insiste el congresista.
Pero este administrador público de la Universidad de Cartagena no da su brazo a torcer. Ha encontrado en las redes sociales y las calles la fórmula para catapultar su carrera, una fórmula, curiosamente, muy similar a la que usó el petrismo, la tendencia política que él tanto critica.
Polo Polo asegura que quiere ser presidente de la República y le lanzó hace poco una dura sentencia a Petro: “si fuera por apoyo popular, la ciudadanía libre y sin presiones políticas le ganó el pulso. Debe retirar sus reformas si no quiere un verdadero estallido social”.