Bogotá
Preocupante panorama de hambre oculta en Bogotá: solo el 61% de los hogares puede garantizar tres comidas diarias
Un estudio de la Veeduría Distrital mostró que el 48 % de los hogares de estrato dos destinan máximo $ 600 mil pesos mensuales en la compra de alimentos.
Un reciente estudio sobre la seguridad alimentaria en Bogotá reveló datos alarmantes que evidencian la creciente problemática del “hambre oculta” en la capital. Este fenómeno se presenta cuando una persona o una familia no tienen manifestaciones evidentes a primera vista, de inseguridad alimentaria, aunque esta esté presente.
“Esto se da principalmente cuando las personas no pueden garantizar la buena calidad nutricional de su dieta, ya sea por factores como reducción en los ingresos o la falta de acceso a alimentos saludables”, señaló el concejal David Saavedra, coordinador de la Bancada de la Lucha Contra el Hambre.
“Por ejemplo, según la OMS, es posible que una familia o una persona consuma alimentos que satisfacen las necesidades calóricas (2.000 calorías diarias), pero que estos no proporcionen micronutrientes esenciales como el hierro, las vitaminas o el zinc, los cuales son vitales”, indicó
De acuerdo con el informe de la Veeduría Distrital, donde 4.148 personas fueron encuestadas, solo el 61 % de los hogares puede garantizar tres comidas diarias, mientras que el 33 % de las familias solo puede asegurar entre una y dos comidas al día, lo que evidencia limitaciones importantes en materia de acceso a alimentos, sobre todo saludables.
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Otro de los datos preocupantes es que el 40 % de los hogares han reducido la cantidad y la calidad de los alimentos que pueden consumir, debido a factores económicos como el aumento de los precios o la reducción de los ingresos. Esto quiere decir, en la práctica, que el consumo de alimentos como frutas o verduras, los cuales en períodos de sequía como el actual tienden a subir de precios, se vuelven de difícil acceso para miles de familias en Bogotá.
Frente a este panorama, el concejal Saavedra lanzó una alerta sobre la urgencia de iniciar acciones por parte de la administración distrital encaminadas a tener una mayor comprensión del hambre oculta en Bogotá y generar mecanismos diferenciales que permitan el acceso de los hogares que padecen el “hambre oculta” a la oferta de servicios de seguridad alimentaria que desarrolla la Administración distrital.
Sumado a lo anterior, el fenómeno del “hambre oculta” afecta, especialmente, a los estratos 1 y 2, donde el 43 % y 35 % de los hogares, respectivamente, solo pueden asegurar dos comidas al día. Según la encuesta, el 5 % de la población tiene una dieta pobre y el 10 % una dieta limítrofe. Es decir, con base en la encuesta, el 15 % de la ciudad, más de un millón de personas, no estarían comiendo saludablemente, lo que afecta directamente su desarrollo y el desempeño diario.
En términos de destinación de recursos para la compra de alimentos, el estudio mostró que el 48 % de los hogares de estrato dos destinan máximo 600 mil pesos mensuales en la compra de alimentos. Esto puede ser, sobre todo, preocupante, si se habla de familias compuestas por más de tres personas y un 40 % de los encuestados pertenecientes a este mismo estrato, pueden gastar entre 600.000 y 800.000 pesos.
Al observar el panorama a nivel de localidades, el estudio mostró que en la localidad de Bosa (11 %), Engativá (10 %) Kennedy (11,4 %) y Suba (10,7 %) los encuestados reportaron haber tenido limitaciones para poder acceder a alimentos nutritivos. “Ante esta situación, acciones como la ampliación de las plazas de mercado en estas localidades, especialmente en Suba, donde no se cuenta con estas, se constituye en un factor clave para mejorar la disponibilidad y el acceso a los alimentos por parte de la población”, dijo el cabildante.
El informe también reveló que, para mantener la alimentación del hogar, el 45 % ha tenido que comprar alimentos más económicos, posiblemente de menor calidad, el 33 % ha reducido su gasto en campos claves como en salud y educación, y el 20 % ha recurrido a pedir ayuda a familiares o a solicitar préstamos para la compra de alimentos.