Política
Presidente del Congreso, Roy Barreras, pide aplicar “maniobras” para revivir la coalición de Gobierno
El presidente Gustavo Petro declaró esta semana el fin de su coalición en el Legislativo.
Con la decisión que tomó el presidente Gustavo Petro, después de conocer la decisión de los partidos tradicionales de no apoyar la reforma a la salud, de romper su coalición de Gobierno en el Congreso de la República, el Ejecutivo queda sin la fuerza suficiente para aprobar las reformas que son parte del corazón de la propuesta del mandatario.
Más que una sorpresa, el quiebre de la coalición oficialista se esperaba por las abismales diferencias entre el Gobierno y los partidos tradicionales. Muchos aseguraban que la alianza estaba “pegada con babas” y que el rompimiento era inevitable.
Por eso, son varias las voces que han empezado a pedirle al jefe de Estado que reconsidere su decisión para el bien de la agenda de reformas sociales.
Uno de los que ha insistido con esta idea es el presidente del Congreso, Roy Barreras, quien incluso planteó este viernes que se deben hacer “maniobras de reanimación” a la coalición de Gobierno.
“Dije hace dos días que los médicos sabemos que un paciente en paro cardiaco (anunciando la muerte posible) se puede reanimar y revivir. Se llaman maniobras de RCP. Estamos aplicando esas maniobras a nuestra coalición de gobierno”, apuntó Barreras.
El senador del Pacto Histórico se mostró confiado en que la coalición podrá ser “reanimada” si se aplican las maniobras adecuadas.
“La coalición puede y debe reanimarse para tramitar las reformas institucionalmente en el Congreso como debe hacerse en democracia”, indicó.
La expectativa del Gobierno era que la coalición, en todo su esplendor, se mantuviera unida por un año, en el que aprobarían las reformas clave de la agenda. Contra su pronóstico, la alianza sólo duró ocho meses, separada por distintos factores que remontan hasta su origen.
En los pocos meses de existencia, la coalición fue noticia por los desencuentros ideológicos, contradicciones y voces disidentes. Todo comenzó en la campaña presidencial, en la cual, desde primera vuelta, mostró que los partidos tradicionales no creían en el cambio que prometía el entonces candidato Gustavo Petro.
Los liberales, los conservadores y la U, respaldaron en primera vuelta a Federico Gutiérrez, candidato que representaba una derecha que prometía construir sobre los logros del expresidente Iván Duque.
Para sorpresa de muchos, Gutiérrez quedó de tercero y Rodolfo Hernández pasó a segunda vuelta, lo cual hizo que los partidos repensaran su apoyo para la siguiente jornada electoral.
Pensando en los peligros de una potencial victoria de Gustavo Petro, los partidos se acercaron a Rodolfo Hernández, quien en muchas ocasiones rechazó apoyos e insistió en su independencia de cara a la segunda vuelta. Los liberales, conservadores y La U dejaron a sus militantes en libertad, pero siempre existieron guiños hacia el exalcalde de Bucaramanga.
La mayoría de los congresistas de dichas colectividades hicieron campaña pública por Hernández, dejando en claro el temor a lo que podría llegar a hacer Petro como presidente. El ingeniero santandereano perdió las elecciones y los líderes de las colectividades no tuvieron más opción que aterrizar en la coalición de Petro.
Una coalición unida por burocracia terminó deshecha por presiones, diferencias ideológicas y la intransigencia de la ministra Carolina Corcho. El Gobierno, acabando públicamente con la alianza con partidos tradicionales, pone en riesgo el resto de reformas y estancaría en el Congreso una buena parte de su llamada agenda de cambio.
Sin mayorías en el legislativo, el presidente planteó otra estrategia en que la ciudadanía le exigiría los cambios al Congreso.
En medio de una agenda de trabajo en el Valle del Cauca, Petro encendió las alarmas por un agitado discurso en el que pidió una movilización ciudadana para que se aprueben las reformas sociales. “Cuando le dijimos al pueblo del estallido social cálmense que vamos a resolver esto por las buenas y en las urnas, pues el pueblo del estallido social fue a las urnas y se calmó”, sostuvo Petro.