Política
Presidente Gustavo Petro salió en defensa de su padre: “Mi papá no tiene novia”. El mandatario respondió a información que advierte que, supuestamente, la mujer sería nombrada en cargo diplomático
La postura del mandatario colombiano se registró en su cuenta de Twitter.
El presidente de la República, Gustavo Petro, realizó un fuerte pronunciamiento en defensa de su papá, al asegurar que no tiene novia y que por ende no está ligado a la supuesta información que advierte que su pareja sentimental sería nombrada en un alto cargo diplomático.
El mandatario colombiano fue más allá y señaló que su papá Gustavo Petro Sierra tiene 87 años y que su esposa con la que estaba conviniendo falleció hace dos meses. La respuesta de Petro se dio a un trino que publicó la senadora María Fernanda Cabal.
“¿Qué puede explicar que la senadora opositora cite a la revista que no quiere? Pues cuando se encuentran en el chisme destructivo. Mi papá tiene 87 años y su esposa, con la que convivio hasta el último dia, murió hace dos meses. Mi papá no tiene novia”, dice el trino de Petro.
También el jefe de Estado publicó otros trinos defendiendo a su papá: “Y citandose entre si, propagan el infundio contra mi padre quien tiene 87 años. Ni siquiera se leen a sí mismos . Aquí esta la esposa de mi padre, su nombre y la fecha en que murió”.
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La información que desató la profunda molestia del presidente Gustavo Petro, advierte que al parecer Gloria Esperanza Acevedo sería nombrada en un alto cargo en la embajada de Colombia en España.
¿Qué está pasando con los cargos diplomáticos?
En la campaña y luego de su elección, el presidente Gustavo Petro ha hecho énfasis en lo que deben ser las relaciones exteriores para Colombia. En su programa de gobierno, el ahora mandatario prometió que privilegiaría la carrera diplomática en todas las misiones, primando el mérito y la experiencia para ocupar dichos cargos. Incluso, prometió que en el 50 % de las embajadas y consulados se nombraría a diplomáticos de carrera. El canciller Álvaro Leyva aseguró que esos puestos no serían “para la clase política”.
Sin embargo, todo apunta a que el Gobierno está incumpliendo su promesa. Hasta ahora, lo que ha trascendido es que el presidente Petro ha nombrado a aliados políticos, amigos personales y hasta personas cercanas a su esposa, Verónica Alcocer, en puestos de suma importancia para Colombia en otros países.
En principio, el mandatario nombró a Luis Gilberto Murillo como embajador de Colombia en Washington. Luego anunció la llegada de políticos como León Fredy Muñoz a Nicaragua, Camilo Romero a Argentina, y personas de su entera confianza, como Eduardo Ávila Navarrete a España. Así mismo, se concretó el nombramiento de Ligia Quessep como embajadora en Italia. Ella es oriunda de Sincelejo y es amiga de la infancia de la primera dama. A su vez, Elizabeth Carrillo, activista arhuaca cercana a la vicepresidenta Francia Márquez, fue nombrada embajadora en Bolivia. Ninguno de esa lista pertenece a la carrera diplomática.
Recientemente, se conoció que se nombrarán más políticos y aliados como jefes de misión: Guillermo Rivera, exministro del Interior, se convertiría en embajador en Brasil, y Germán Navas Talero, excongresista del Polo Democrático, ocuparía el cargo de embajador en Dinamarca.
Francisco Burchardt, presidente del Sindicato de Empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores, conversó con SEMANA sobre la preocupación por la poca importancia que se les ha dado a los funcionarios de carrera diplomática. “Los cargos de mayor responsabilidad deben estar en manos de las personas que se han preparado para ello”, dijo el líder sindicalista.
Además, aseguró que se les ofrecieron los destinos más “apetecidos” a quienes no forman parte de la carrera diplomática. “Hay tendencia a nombrar a personas que no son de carrera diplomática en destinos europeos o en Norteamérica. Obviamente eso ha generado molestia en la Cancillería”, dijo Burchardt.
De acuerdo con la ley que regula el servicio exterior, como mínimo el 20 % del total de los cargos de embajador deben ser ocupados por miembros de la carrera diplomática. Según Burchardt, los nombramientos del presidente se aproximan al 30 %. “No consideramos que sea el número adecuado ante la expectativa de un gobierno que planteó un respeto por la carrera diplomática”.