Política
Presidente Gustavo Petro se despachó contra las EPS, las acusó de quebrar los hospitales por malos manejos financieros
El jefe de Estado realizó una férrea defensa a la reforma a la salud que radicó su Gobierno en el Congreso de la República.
El presidente de la República Gustavo Petro arrancó la semana con fuertes pullas a las empresas prestadoras de salud (EPS), al acusarlas que ser las responsases de la quiebra de hospitales en Colombia, como consecuencia, según el mandatario colombiano, de un pésimo manejo financiero.
Petro encendió nuevamente la polémica por medio de su cuenta de Twitter, señalando que las EPS también perjudicaron el sector laboral de la salud llevándola a una pauperización; de la misma manera el jefe de Estado realizó una férrea defensa a la reforma a la salud que radicó su Gobierno en el Congreso el pasado 13 de febrero.
“Uno de los mayores aportes de la reforma a la salud, después de establecer un fuerte sistema de atención primaria y prevención, que reduce en el tiempo los costos de la salud, es el sistema nacional tarifario único en la Adres”, trinó Petro.
El sistema tarifario únivo, que se perfeccionará con una Adres más capaz,permite que no se quiebren hospitales y mejore la condición salarial de la fuerza laboral de la salud
— Gustavo Petro (@petrogustavo) February 20, 2023
En manos de las EPS llevó a la quiebra de hospitales, la integración vertical y la pauperización laboral
El mandatario colombiano también señaló en otro mensaje: “El sistema tarifario único, que se perfeccionará con una Adres más capaz, permite que no se quiebren hospitales y mejore la condición salarial de la fuerza laboral de la salud”.
“En manos de las EPS llevó a la quiebra de hospitales, la integración vertical y la pauperización laboral”, concluyó Petro en su cuenta de Twitter.
Las EPS sí se acabarían como hoy las conoce el país
La muerte de las EPS era el pilar fundamental de la reforma a la salud hasta la semana pasada. Cuando al Gobierno Petro, el mundo político se le había venido encima por cuenta de esa propuesta, hubo un giro. El primer mandatario y la ministra Corcho, que llevaban ocho meses llamando a esas empresas “intermediarios financieros” en el mejor de los casos y ladrones del sistema de salud en el peor, celebraron el encuentro con ellos y aseguraron que estas empresas no se acaban, sino que se transforman.
Pero la transformación es bastante más amplia de lo que se esperaba tras la reunión, pues prácticamente el Gobierno radicó la propuesta original. Las EPS dejarían con esta iniciativa de ser Empresas Promotoras de Salud como son hoy y se convierten en empresas prestadoras de servicios.
Lo fundamental es que, con el nuevo modelo, las EPS dejan de ser los aseguradores en el sistema de salud y, con esto, también pierden el manejo de los recursos. Es un tema de mucho impacto si se tiene en cuenta que hoy el presupuesto de este sector es de 70 billones de pesos.
El presidente lo confirmó con claridad en la presentación del proyecto. “No habrá intermediación de los recursos”. Aseguró que ese modelo ha quebrado muchos hospitales y consultorios. “Ingentes recursos de la salud se fueron esfumando así”, dijo.
Agregó que “hoy no tendremos eso si este proyecto de la salud se vuelve ley”. Pero aclaró que “el dinero público se manejará por lo público”. Y que esas compañías pueden organizarse para tener Centro de Atención Primaria privados.
“No habrá más clientes en la salud. Las personas serán personas”, dijo. Agregó que están pensando en un sistema mixto, que permite la presencia privada, pero que el objetivo central no es la “codicia”.
Como explicó en SEMANA el exministro Fernando Ruiz, el eje de la discusión es el aseguramiento. Se trata realmente de la médula del trabajo de las EPS, y por eso si este desaparece, esas compañías dejan de ser lo que son. “Gracias al aseguramiento hemos podido incluir en tratamiento continuo monitoreado a más de tres millones de diabéticos, un número mayor de hipertensos, más de ciento veinte mil colombianos con VIH, un número incontable de pacientes con enfermedades huérfanas, más de 130.000 personas que son diagnosticados con cáncer cada año; cerca de 300.000 colombianos a lo largo de un año se encuentran en alguna etapa de tratamiento. Tenemos en Colombia 880.000 personas con enfermedad renal crónica, 25.000 en hemodiálisis. Cada año 5.000 nuevos pacientes entran a terapia de reemplazo renal. Son millones los colombianos cuya vida depende del aseguramiento”.
La periodista María Isabel Rueda contestó la pregunta de si, al quitarles ese rol, se acaban las EPS en su Tik Tak para SEMANA. “La respuesta es confusa. Se quedan las que han logrado sobrevivir, pero no se creará otra EPS en el país. La más poderosa será la Nueva EPS, la estatal, que tendrá que recibir a 11 millones de usuarios provenientes de las que cerraron o cerrarán. Pero ojo: lo de que no se acaban las EPS es bastante relativo; por obligación, tendrán que mantenerse abiertas mientras se construyen los centros de atención primaria, o CAP, a los que tendrán que cederles sus afiliados a medida que se va consolidando el proceso de transición y se va construyendo su CAP”, dijo.
La periodista agregó que eso quiere decir que “si usted se enferma, el plan es que en el futuro ya no será su EPS, sino a su CAP, el que resolverá a dónde lo envían. Suponemos que, preferiblemente, a un hospital público, o sea, resultó paja que no desaparecen las EPS, porque tarde o temprano lo harán y, mientras tanto, irán languideciendo, porque creo que el estímulo a la inversión se va a acabar”.
Eso hace toda la diferencia a la hora de enfrentar una enfermedad. Ruiz lo explica en términos sencillos. “En Colombia el costo del tratamiento de un paciente con cáncer puede estar entre $ 30 y $ 300 millones y hay pacientes con enfermedades huérfanas cuyo costo puede superar los $ 1,000 millones al año”. El exministro explica que hoy las EPS logran cubrir el costo de esos tratamientos de cuatro maneras: 1. Utilizando en los casos costosos el dinero de aquellos que no consumen servicios. 2. Definiendo y contratando actividades que previenen la incidencia de enfermedades. 3. Montando programas que mantengan las condiciones de salud de los pacientes crónicos. 4. Haciendo negociaciones de precios y mecanismos de pago con los hospitales y la industria farmacéutica que permitan controlar los costos de los servicios y medicamentos.
Eso es lo que la reforma a la salud les quita: la función de gestionar el riesgo y la enfermedad pasa a ser de la Adres o de los entes territoriales, es decir de los políticos. Ruiz sobre eso hace una seria advertencia. “Eso en Colombia no es posible, simplemente porque no tienen capacidad técnica, ni cuentan con los sistemas de información para hacerlo sin la mínima curva de aprendizaje. Más de 20 años y muchos millones de pesos invertimos en el actual sistema de salud para llegar a estas capacidades. El escenario de suprimir el aseguramiento individual es simplemente el de conducir el sistema de salud al colapso y condenar a la discapacidad y la muerte a millones de colombianos”.
Finalmente, la senadora Paloma Valencia también lanzó un S.O.S. “Las EPS llegan a su fin. El Gobierno les quita su función de asegurador y establece un régimen de transición para que se conviertan en prestadores de salud. Eliminan la posibilidad de que entren nuevas EPS en el sistema. Dejan a las EPS sin marco jurídico y obligan a entregar toda la población afiliada al Gobierno nacional”, alertó.