Presidente Petro defendió el Gran Acuerdo Nacional que convocó: “No es un evento de entrampamientos calculados”. Se vienen marchas

El presidente de la República, Gustavo Petro, realizó una férrea defensa del Gran Acuerdo Nacional que convocó para que diferentes orillas políticas y sociales se puedan ubicar y sacar adelante sus polémicas reformas sociales.

A través de su cuenta personal de Twitter, el mandatario colombiano fue tajante en asegurar que el Acuerdo Nacional en su administración va, en respuesta a los críticos de esa iniciativa política.

De la misma manera, el jefe de Estado reveló que uno de los objetivos del acuerdo es permitir consolidar en el país que se acabe los hechos violentos y se puedan definir los caminos de prosperidad.

“El acuerdo nacional va. Es un acuerdo social y político. No es un evento de entrampamientos calculados. Es poner la franqueza de una sociedad encima de la mesa para lograr los puntos comunes que nos permitan acabar la violencia y prosperar”, trinó Petro.

La postura del mandatario colombiano se dio en respuesta a una publicación que hizo la Confederación General del Trabajo (CGT), en la cual manifestaron su apoyo al Gran Acuerdo Nacional que convocó Petro, revelando que el próximo 20 de septiembre habrá movilizaciones en varias ciudades del país.

“El 15 de agosto del presente año, en la Casa de Nariño, nos reencontramos en un diálogo sincero y propositivo, delegados y delegadas del Comando Nacional Unitario - CNU y la Coordinadora Nacional para el cambio - CNPC, con el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, y la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez Ríos, en donde compartimos las valoraciones y análisis alrededor de la actual coyuntura política nacional y las perspectivas de la movilización social y popular”, expresó la CGT en un documento.

También expresó en uno de los puntos expuestos: “Convocar la Jornada Nacional de Movilización, el próximo miércoles 20 de septiembre, con acciones masivas en todo el país por la defensa del Gobierno del cambio y en respaldo a las reformas sociales. De igual manera, invitamos al pueblo colombiano a apoyar las candidaturas alternativas y listas unitarias en las próximas elecciones del 29 de octubre para continuar con el proceso de consolidación del proyecto político de transformaciones que adelantan Gustavo Petro y Francia Márquez por una democracia plena y de construcción de un nuevo país”.

En la Casa de Nariño, el presidente de la República —Gustavo Petro— empezó a mover sus fichas para sellar un gran acuerdo nacional, con el objetivo de abonar el camino para poder impulsar las polémicas reformas sociales que radicó en el Congreso de la República.

El pasado, 15 de agosto, el jefe de Estado sostuvo una reunión clave con el Partido de la U, colectividad que es independiente de su Gobierno del llamado “del cambio”, y cuyos congresistas han criticado de manera directa varías de las políticas del mandatario colombiano.

En ese momento, a través de su cuenta personal de Twitter, el presidente Petro, reveló detalles del encuentro que se llevó a cabo en el Palacio Presidencial, en el cual indicó que aportará para “construir las bases” de un gran acuerdo nacional.

“Hoy nos reunimos con la bancada del senado del partido de la U para constituir las bases del acuerdo nacional en el Senado de la República y las reformas sociales”, trinó Petro.

El temor parece rondar los pasillos de la Casa de Nariño, ya que en pocos días, el Congreso completará el primer mes de la legislatura del segundo semestre del año. El balance, al menos para el Gobierno Petro, es pobre. Hasta ahora no se han agilizado las discusiones de las reformas a la salud y a las pensiones en la Cámara y el Senado. Tampoco se radicó la reforma laboral, pese a que la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, anunció que la presentaría el pasado 20 de julio.

El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, había señalado que iba a reconstruir la coalición oficialista con el fin de garantizar el éxito de las iniciativas. Pero las mayorías del Congreso giran cada vez más hacia la independencia y nadie sabe qué ruta establecerá la Casa de Nariño para garantizar el apoyo a sus polémicos proyectos.

Velasco no tiene las mayorías para la controvertida reforma a la salud en la plenaria de la Cámara. Tampoco para la reforma pensional, que pasó su primer debate en la Comisión Séptima del Senado y tendrá que sortear la plenaria. La estrategia del Gobierno de buscar los votos de forma individual, y no a través de los partidos políticos, es dispendiosa. No ha dado resultados y puede convertirse en su propio harakiri.

Finalmente, en el Partido Liberal y en La U hay molestia porque el Gobierno ha premiado con burocracia a algunos congresistas, pero eso no quiere decir que haya una decisión de respaldo en las bancadas. Por eso, recientemente, el Gobierno perdió el control en varios escenarios del Congreso, entre ellos la presidencia del Senado, en la que triunfó Iván Name; en la Comisión Primera del Senado, resultó victorioso Germán Blanco; en la Comisión Quinta de la Cámara, se incumplieron los acuerdos y ganó Luis Ramiro Ricardo Buelvas, quien representa a las víctimas. Y se perdió un escenario más espinoso para el presidente Petro: la Comisión de Acusación.