NACIÓN
Asamblea nacional cocalera en el Catatumbo: por qué, para qué y qué busca el presidente Gustavo Petro
El mandatario ha calificado la guerra contra las drogas como un “fracaso” y busca trabajar de la mano de los propios cultivadores en otras alternativas.
Durante su visita a la conflictiva y olvidada región del Catatumbo, el presidente Gustavo Petro propuso una idea que ha llamado la atención: una primera asamblea de campesinos cultivadores de hoja de coca. ¿Cuál es el motivo de este encuentro en una de las zonas con mayor presencia de cultivos ilícitos y justo en la frontera con Venezuela?
El propio presidente dio la respuesta. “Para ello he admitido una idea sugerente e interesante: que se realice en el Catatumbo la primera asamblea de campesinos cultivadores de hoja de coca, la primera asamblea de cocaleros y cocaleras, con la intención de mostrarle a este Gobierno los caminos, las políticas públicas, los senderos que nos permitan lograr que una familia campesina que hoy se dedique a la hoja de coca y a la pasta, pueda sustituir eso por una actividad que le garantice más calidad de vida, más intensidad, la posibilidad de sacar adelante a sus hijos y a sus nietos, para que la hija del campesino pueda ser una médica y doctora y su hijo un general”, sostuvo el mandatario.
De esta manera, Petro está abriendo la puerta a un diálogo directa con el eslabón más débil de la larga cadena de la droga. En el Catatumbo, durante años, no han tenido éxito las políticas públicas para que los cultivadores abandonen la coca y se dediquen a la siembra de otros productos.
La falta de vías y la amenaza latente de grupos armados ilegales, así como la estratégica ubicación del Catatumbo, han terminado por empujar a muchos campesinos a la siembra de la coca. Por eso, Petro quiere oírlos en una asamblea. Para que sean ellos mismos los que orienten al Gobierno sobre lo que se debería hacer para tratar de sustituir las siembras.
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“¿Cómo lograr que un campesino, una campesina, sea propietaria de la industrialización de sus productos, llámese arroz en la parte baja, llámese cacao, llámese café, llámese el nombre de los productos diversos que puedan nutrir, y ayudar a nutrir no solamente al Catatumbo, sino el país?”, se preguntó el Presidente.
Frente a las vías terciarias, Petro anunció que el Gobierno busca sacarlas adelante a través de una contratación directa “entre el Estado y la comunidad, para que se puedan desarrollar más baratos y sin corrupción de ningún tipo”.
Petro, de hecho, dijo que esa experiencia que aportarán los cocaleros servirá para hacer “la transición del Catatumbo hacia la paz y la prosperidad”, una apuesta ambiciosa en una históricamente golpeada por la guerra.
“Ese camino que en esa asamblea de campesinos y campesinas cocaleros nos muestre, nosotros lo juntaremos a lo que la experiencia del Gobierno ha logrado, malogrado, a veces, y podamos construir entonces la transición del Catatumbo, hoy lamentablemente centro de exportación de cocaína a escala mundial, hacia una gran región próspera de producción alimentaria, que pueda industrializarse y mostrarle a cada familia campesina y a cada hombre, hoy armado por ahí por las trochas o en las esquinas, que es posible un Catatumbo más grande, más poderoso, si del lado del Gobierno somos capaces de producir, de aumentar la productividad de la región”, dijo el presidente.
En su apuesta de paz total, durante su visita a El Tarra, donde realizó un consejo de seguridad, Petro también señaló que esta región de Norte de Santander debe convertirse en “la capital nacional de la paz”. En el Catatumbo opera el ELN, las disidencias de las Farc y todo tipo de bandas criminales. A esos grupos armados ilegales, el Gobierno les ha hecho la oferta de la paz total.
“Les propongo, amigas y amigos del Catatumbo, salir de ese primer lugar del año pasado y construir el primer lugar de la paz de Colombia, la primera línea de la paz en Colombia; que aquí se puedan desarrollar las conversaciones de la sociedad y las conversaciones de quienes hoy hacen la violencia para dejar definitivamente las armas y pasar a una nueva era, la era de la paz en Colombia, que el Catatumbo sea la capital nacional de la paz, eso es lo que les proponemos”, dijo Petro. “Si aumentamos los cultivos de hoja de coca en el Catatumbo, aumenta la violencia, aumentan los muertos, aumentan las masacres, aumentan los líderes sociales asesinados, aumentan las fosas comunes”, agregó el mandatario.
La apuesta de Petro en el Catatumbo parte de la base del fracaso de la lucha contra las drogas. El propio presidente ha dicho que ese balance “es realmente negativo, es un fracaso”.
“Tenemos que lograr que disminuya sustancialmente la producción de hoja de coca en el Catatumbo, y tenemos que lograr que se abandonen las armas ilegales en todo el Catatumbo”, dijo Petro.