Política
Presidente Petro reveló que ya no hay confinamiento en el Bajo Cauca y reportó normalidad en vías | ¿Se acabó el paro minero?
El jefe de Estado agradeció la labor adelantada por la Fuerza Pública.
Luego de las horas de caos y terror que se vivieron en el Bajo Cauca por el paro minero que desató una profunda crisis de orden público en esa región del país, el presidente de la República, Gustavo Petro, hizo un balance de la situación y del trabajo que viene adelantando la Fuerza Pública.
El mandatario colombiano, por medio de su cuenta oficial de Twitter, reveló que en las zonas afectadas por el paro minero en el departamento del Cauca y Antioquia ya no hay confinamiento de la población.
En ese mismo mensaje, el jefe de Estado envió un mensaje de agradecimiento a la Fuerza Pública por el control en el Bajo Cauca, señalando que se reporta completa normalidad en la movilidad y en las vías que sufrieron bloqueos.
“Agradezco a la Fuerza Pública todo su esfuerzo y buen trabajo en el Bajo Cauca. Hoy hay completa normalidad en la movilidad, no hay territorios confinados y estamos entregando las ayudas humanitarias”, trinó Petro.
Agradezco a la Fuerza Pública todo su esfuerzo y buen trabajo en el Bajo Cauca. Hoy hay completa normalidad en la movilidad, no hay territorios confinados y estamos entregando las ayudas humanitarias. pic.twitter.com/QgP2CTJ8Dh
— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 14, 2023
Paro minero: policía escoltó a conductores que se movilizaban por la vía que conecta Antioquia con Córdoba
La noche del lunes 13 de marzo, la Policía Nacional activó un protocolo de seguridad en el Bajo Cauca antioqueño tratando de minimizar las afectaciones que ha dejado el paro minero y el control que han ejercido grupos criminales como el Clan del Golfo en la región.
Para las autoridades, es importante conectar a los departamentos de Antioquia y Córdoba, por lo que facilitaron caravanas nocturnas para acompañar a los conductores de los vehículos que llevaban horas y días tratando de llegar a sus destinos.
Desde la institución informaron que las caravanas nocturnas de abastecimiento que iniciaron serán de manera permanente y contaron con más de 2.000 policías y un amplio despliegue operacional con motocicletas de alto cilindraje, tanquetas y vehículos blindados, que acompañan el abastecimiento de víveres y medicamentos, escoltando el transporte público y particular que se moviliza entre los dos departamentos.
Por su parte, el mayor Albert Celys, comandante del primer distrito de Policía de Antioquia, afirmó que la movilidad fue reactivada, “dándoles seguridad a los colombianos para garantizar el derecho de la locomoción”, y con esa frase invitó a la comunidad a transitar de nuevo por las carreteras.
Por su parte, el mayor Albert Celys, comandante del primer distrito de Policía de Antioquia, afirmó que la movilidad fue reactivada, “dándoles seguridad a los colombianos para garantizar el derecho de la locomoción”, y con esa frase invitó a la comunidad a transitar de nuevo por las carreteras.
Sumado a ello, este martes las autoridades reportan que la llegada al municipio de Caucasia a la 01:05 a. m., durante el recorrido, se unieron a la caravana diferentes vehículos en los municipios de Tarazá, Cáceres y del corregimiento el Jardín. En total, 35 vehículos, ocho vehículos particulares, dos carrotanques con combustible, ocho tractomulas cargadas de alimentos y 17 camiones con repuestos y alimentos.
Cabe recordar que en un comunicado atribuido al Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), esta organización al margen de la ley aseguró el pasado sábado que no está detrás del paro minero que desde varios días se lleva a cabo en el Bajo Cauca y en el nordeste de Antioquia.
En el texto responden al gobernador Aníbal Gaviria, quien manifestó en las últimas horas que integrantes de esta organización delictiva están obligando a jóvenes a que se infiltren en las protestas. “En la noche de este viernes, este grupo criminal estuvo en varios municipios, obligando a los jóvenes a montarse en volquetas para ir a los sitios del paro. Eso quedó grabado y tenemos pruebas”, señaló el gobernador.
En su comunicado, el Clan del Golfo tildó de “cortina de humo” las denuncias de Gaviria y aseguró que no está “promoviendo ni apoyando el paro minero”. “Una vez más lo aclaramos y le manifestamos al señor Gaviria, no estamos promoviendo ni apoyando el paro minero que lleva más de una semana y al cual se han sumado mineros de muchos municipios de Córdoba y Antioquia. Cosa diferente es que respetemos la protesta social porque vivimos en los territorios”, señala el grupo delincuencial.
Sin embargo, SEMANA reveló audios, chats, seguimientos e información que dejan al descubierto que en el paro minero, en el que algunos de ellos están realmente afectados, se ha infiltrado el poderoso Clan del Golfo, financiando desmanes y dando órdenes para sumarse a las protestas, de lo contrario, habría retaliaciones contra los habitantes de la zona, con la advertencia de que los tienen vigilados.
“Usted colabora y nosotros le colaboramos, pero si no quiere, gran hijueputa, allá mismo adentro en el parqueadero se lo quemamos”, en ese tono llegan las “invitaciones” a bloquear las vías. En este caso, la amenaza es contra un grupo de camioneros, y aunque ellos responden que “usted debe entender que los carros no son de nosotros, son de los dueños”, la advertencia es contundente.
Y hay una coincidencia. Luego del asesinato de Wilmer Antonio Giraldo, alias Siopas, uno de los cabecillas de esta organización, los investigadores que estaban en la zona monitoreando e indagando lo que ocurría en el interior de este grupo supieron de la protesta que se venía y la danza de millones que estaban dispuestos a invertir para financiar los actos que en ocasiones han sido violentos.
En las interceptaciones había un mensaje claro, no era el momento de estar peleando, haciendo referencia a los enfrentamientos internos: “No nos vamos a dejar joder”. Por eso dieron la orden y enviaron emisarios para que se pusieran al frente del polvorín. En el área metropolitana dispusieron de una especie de oficina desde donde monitoreaban lo que ocurría minuto a minuto.