Política
“Ya veremos si se atinó o no”: esto dijo el presidente Petro tras la elección de Luz Adriana Camargo como fiscal general
El jefe de Estado indicó que la nueva funcionaria “no tiene tacha de corrupción”.
No pasó desapercibida para el presidente Gustavo Petro la elección que hizo la Corte Suprema de Justicia de Luz Adriana Camargo como nueva fiscal general, luego de que sorpresivamente Amelia Pérez renunció a su candidatura.
El jefe de Estado, en una declaración que dio en la Casa de Nariño, afirmó que Camargo no tiene tacha alguna de corrupción y aseguró que “ya veremos si se atinó o no”, haciendo referencia a la elección que hizo el alto tribunal.
“La Corte anunció su función constitucional, la terna era responsabilidad mía. De eso hoy va a salir, obviamente, una mujer. Es lo que se ha conseguido. Y sin antecedentes de corrupción. De aquí para adelante ya veremos si se atinó o no se atinó”, sostuvo Petro.
Presidente Gustavo Petro reaccionó a la elección de Luz Adriana Camargo como nueva Fiscal General: “No tiene antecedentes de corrupción”. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/s0cUWfIGKs
— Revista Semana (@RevistaSemana) March 12, 2024
Y avanzó en su intervención: “Pero los dos criterios fueron respetados. Y ahora corresponde un diálogo entre la Fiscalía nueva y el Gobierno nacional para establecer los criterios comunes de política criminal”.
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“En mi opinión, la Fiscalía ha vivido una corrupción desde hace años. Y el avance de cooptación del crimen sobre la Fiscalía, que es lo peor que le podría suceder a la Nación, ha avanzado. La práctica de entregar las fiscalías regionales a la política y en los últimos años realmente al Centro Democrático, a personajes que vivieron en el Centro Democrático”, insistió.
También aseguró: “Esta discusión la presenté al Congreso, incluso desde la época de Luis Camilo Osorio. Y ahora lo que uno puede evidenciar es que hay grupos criminales que han logrado defender las investigaciones sobre ellos. Y eso ha venido comiendo cada vez más espacios del ente investigador. Ahí hay mucha gente decente aún. Pero el daño que se le ha hecho es enorme”.
“Transformar una Fiscalía en un instrumento de persecución política, extorsionar desde ahí para tomar posiciones políticas y proteger a los grupos criminales. Eso es todo lo contrario de lo que se tiene que hacer. Entonces lo que esperamos es que esta nueva fiscal coja las riendas y le dé un viraje a la Fiscalía para volverla una institución completamente culta y que le dé confianza a toda la ciudadanía colombiana de que se hará justicia”, puntualizó.
Luz Adriana Camargo, nueva fiscal general. Corte Suprema no se dejó presionar
Este martes, Luz Adriana Camargo Garzón se convirtió en la nueva fiscal general de la Nación. La otrora magistrada auxiliar de la Corte Suprema de Justicia e integrante de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala tomará las riendas del ente investigador para el período 2024-2028. Su trayectoria, de más de 35 años en la rama judicial, incluso vinculada a la Fiscalía, la anteceden.
SEMANA presenta un perfil de Camargo Garzón, las principales propuestas y su hoja de vida, la cual tiene un capítulo extenso por el trabajo que desarrolló como magistrada auxiliar en la Corte Suprema de Justicia, en la unidad que investigó la llamada “parapolítica” y que logró que más de 40 congresistas fueran investigados. Lo propio ocurrió en Guatemala, desempolvando actos de corrupción que llegaron a salpicar a un presidente. En los dos escenarios trabajó con el hoy ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Desde el año de 1987, Camargo Garzón ha estado vinculada a la Rama Judicial. Comenzó como oficial mayor del Juzgado 19 Superior en Bogotá, proyectando fallos por delitos relacionados con homicidios y contra la fe pública, más conocidos como de corrupción.
Durante 27 años escaló por diferentes cargos hasta llegar, en 2005, a la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia, en la que hizo parte de la recién creada Unidad Especial de Investigación que recibió la misión de indagar por los nexos y alianzas políticas que habían firmado varios políticos con los grupos paramilitares, para así garantizar su llegada al Congreso entre la década de los ochenta y los noventa.
Durante este período se vinculó a senadores y representantes a la Cámara, varios de ellos pertenecientes a las más importantes familias políticas en el norte y el oriente del país, quienes habrían vendido su alma al diablo para que los paramilitares promovieran a sangre y fuego sus candidaturas. Esto a cambio del compromiso de proteger el proyecto político de las AUC y entregarles todo tipo de contratos para que se siguieran fortaleciendo.
De esta forma fueron cayendo poco a poco dirigentes políticos de la talla de Álvaro García Romero, más conocido como El Gordo, Eleonora Pineda, Rocío Arias, Miguel Alfonso de la Espriella y Erick Morris. La designación de Camargo en este trascendental cargo tuvo como base la experiencia que tenía tras su paso como fiscal delegada ante la Corte Suprema de Justicia, entre 2003 y 2004, donde dirigió investigaciones contra ministros, gobernadores y miembros de misión diplomática por hechos relacionados con corrupción mediante la celebración irregular de contratos.
Como magistrada auxiliar, cargo en el que estuvo hasta el 13 de enero de 2014, proyectó decisiones en investigaciones y juicios por los delitos de cohecho (entrega de sobornos), concusión, peculado, enriquecimiento ilícito, lavado de activos, contratación pública ilegal, tráfico de influencias, prevaricato, delitos electorales, injuria, calumnia, delitos contra la vida e integridad personal.
Los caminos de Camargo y Velásquez se juntarían nuevamente en enero de 2014, cuando trabajaron en la Comisión Interamericana contra la Impunidad, en Guatemala. En el país centroamericano adelantaron una compleja y extenuante investigación contra varios funcionarios del Gobierno, entre ellos el presidente Otto Pérez Molina y su vicepresidenta Roxana Baldetti por un rosario de delitos entre los que se encontraban actos de corrupción en entidades del Estado, tráfico de influencias, defraudación y el ingreso de mafias al poder.
Sus hallazgos fueron la base para que, en 2022, el Tribunal Mayor condenara a Pérez Molina y Baldetti a ocho años de prisión por los delitos de asociación ilícita y un caso especial de defraudación tributaria, viéndose obligados a devolver un millón de dólares por los daños causados.
Camargo estuvo en esta comisión hasta el 30 de octubre de 2017. Posteriormente, enfiló su carrera a consultoría en temas relacionados con la protección de los Derechos Humanos, laborando en entidades como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (OEA) y la fundación Forjando Futuros. En esta última realizó labores para la identificación de los patrones de sistematicidad en los homicidios de los líderes sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes de la guerrilla de las Farc después de la firma del Acuerdo de Paz.
Su designación en la terna para el cargo de fiscal general tomó por sorpresa a esta abogada de 58 años. Más aún, si se tiene en cuenta que su designación fue el epicentro del terremoto político generado con la segunda terna radicada personalmente por el presidente Gustavo Petro ante la Corte Suprema de Justicia el pasado 26 de septiembre, entrando a reemplazar a la exfiscal Amparo Cerón.