Diálogos de paz
Primicia | Gobierno Petro y ELN logran primer acuerdo en la mesa de diálogo en México
SEMANA revela en su totalidad el primer avance de las partes, tras dos ciclos de negociación.
El pasado 21 de noviembre de 2022 se reanudó el diálogo político entre el Gobierno del presidente Gustavo Petro y la guerrilla del ELN, tras unos meses de conversaciones exploratorias para retomar el diálogo que se rompió durante el mandato del expresidente Iván Duque, por el atentado de los elenos a la Escuela General Santander donde asesinaron 23 cadetes de la Policía.
En esa fecha y en el cerro Ávila de Caracas (Venezuela) las partes retomaron las conversaciones que iniciaron en 2016 cuando Juan Manuel Santos era el presidente de Colombia. Ese primer ciclo de conversaciones se cerró el 12 de diciembre con anuncios sobre alivios humanitarios y avances en temas logísticos.
Tras superar una crisis que generó el anuncio de un cese al fuego bilateral anunciado por el presidente Gustavo Petro y desmentido por el ELN, las partes se encontraron de nuevo en Ciudad de México el pasado 13 de febrero para iniciar la segunda ronda de conversaciones.
Este viernes 10 de marzo terminará dicho ciclo y las delegaciones lograron el primer acuerdo que resultará fundamental para el avance de la mesa de diálogos: la agenda con la que negociarán de ahora en adelante.
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Se trata de la hoja de ruta con la que las partes iniciarán las conversaciones con temas específicos y con la expectativa de avanzar rápidamente. Aunque la base del texto es el mismo que se construyó con el Gobierno Santos, dicha agenda se actualizó a la coyuntura del país y a las realidades territoriales que existen en 2023.
SEMANA conoció en su totalidad dicha agenda que está firmada por todos los negociadores del Gobierno Petro y del ELN, que se dará a conocer en una rueda de prensa desde México a las 12:00 m., hora local.
La construcción de este nuevo acuerdo fue objeto de fuertes debates entre los negociadores, pero en las últimas horas lograron culminar la redacción que, de todas maneras, generará bastante polémica en el país, por cuanto la guerrilla no quiso reconocer a Colombia como un Estado Social de Derecho.
Por ahora, no están claros los alcances de esa postura de la guerrilla, pero significaría que considera al Estado colombiano como ilegítimo. No obstante, lo que resulta contraproducente es que en la agenda se incluyó “el reconocimiento político y jurídico del ELN hecho por el Gobierno como organización político-militar rebelde”.
Además se pacta que se resolverá la situación jurídica del ELN y sus integrantes, incluidos los procesados y condenados. “Deben existir condiciones y garantías para la seguridad y el ejercicio de la política del ELN”.
Ese asunto, no menor, llama la atención porque si el ELN considera ilegítimo al Estado, no tendría sentido hacer esas peticiones al Gobierno Petro. Sin embargo, ese será uno de los temas que seguramente las partes aclararán en la rueda de prensa.
“La agenda es un todo y una guía para el desarrollo de los diálogos y los acuerdos, siempre teniendo en cuenta las dinámicas territoriales y la realidad del país. Los diálogos se desarrollarán en el orden de la agenda firmada, salvo cambios de mutuo acuerdo”, dice el documento firmado por las partes.
Conozca la agenda completa del diálogo
1. La participación de la sociedad en la construcción de la paz
La participación de la sociedad en la construcción de la paz será:
1.1 Un camino para la construcción de una alianza política y social hacia un gran acuerdo nacional.
1.2 En función de identificar las causas de los problemas fundamentales del país, proponer iniciativas y procesos que conduzcan a las transformaciones para la paz.
1.3 Un proceso de fortalecimiento de la sociedad que haga innecesario el uso de las armas como medio para impedir o alentar las transformaciones políticas, económicas y sociales.
1.4 Un ejercicio democrático de movilización de la sociedad en torno a la planeación, decisión e implementación eficaz de los acuerdos en las regiones y la nación.
1.5 Un ejercicio dinámico y activo, incluyente, pluralista y vinculante que permita construir una visión común de paz que propicie las transformaciones para la nación y las regiones.
1.6 Fortalecer la participación activa y eficaz de las mujeres, de las poblaciones históricamente excluidas, discriminadas y precarizadas –niños, niñas, adolescentes, juventudes, adultos mayores, pueblos étnicos, campesinado, trabajadores, privados de la libertad, la diáspora, población LGBTIQ+ y en condición de discapacidad–, en la construcción de la democracia para la paz.
2. Democracia para la paz
Este punto de la agenda conduce a:
2.1 Revisar y fomentar la participación y las decisiones de la sociedad en los problemas que la afectan, y que puedan materializarse en instrumentos de política pública eficaces en los territorios urbanos y rurales.
2.2 Examinar, desde una perspectiva democrática, el régimen político y el modelo económico.
2.3 Evaluar el tratamiento que se le da a los conflictos políticos, sociales y ambientales en función de la construcción de la paz.
2.4 Revisar el marco normativo y garantías para la manifestación pública, tratamiento de la situación jurídica de los sindicados y condenados en desarrollo de la movilización y la protesta social.
2.5 Incentivar la participación de la sociedad en la construcción del poder ciudadano.
3. Transformaciones para la paz
Las transformaciones para la paz comprenderán:
3.1 Propuestas elaboradas por la sociedad y sustentadas en los resultados del punto 2 de esta agenda (Democracia para la Paz).
3.2 Políticas públicas tendientes a superar la pobreza, la exclusión social, la corrupción y la degradación ambiental, en búsqueda de la equidad.
3.3 Planes de desarrollo alternativos integrales en territorios urbanos y rurales, incluyendo los planes de vida y planes de etnodesarrollo, que constituyan opciones económicas, productivas y sustentables que beneficien a las comunidades.
3.4 Políticas, planes y programas que superen el histórico conflicto agrario, sobre el ordenamiento ambiental y territorial dirigidas a la recuperación sostenible y productiva de los territorios urbanos y rurales, la restauración y protección de la Casa Común.
3.5 Pactos sociales que consoliden los acuerdos y una pedagogía y comunicación hacia una cultura de paz.
3.6 El plan integral de transformaciones se articulará y armonizará con los planes nacionales de desarrollo.
4. Víctimas
El objetivo en este punto es el reconocimiento a todas las víctimas, sus afectaciones y sus derechos con base en:
4.1 La asunción de responsabilidades que emane de la verdad de todas y todos.
4.2 La memoria de la vida y luchas de todos los afectados por el conflicto.
4.3 La justicia.
4.4 La reparación integral colectiva y/o individual.
4.5 Las garantías de no repetición y no olvido.
4.6 Asumir el ambiente como víctima.
El conjunto de estos componentes hace posible el reconocimiento y asunción de responsabilidad a la luz del Derecho Internacional, para lograr la reconciliación en la sociedad, teniendo en cuenta la especial relevancia de las recomendaciones que surjan de esta.
5. Fin del conflicto armado
5.1 El reconocimiento político y jurídico del ELN hecho por el Gobierno como organización político-militar rebelde.
5.2 Resolver la situación jurídica del ELN y sus integrantes, incluidos los procesados y condenados.
5.3 Condiciones y garantías para la seguridad y el ejercicio de la política del ELN.
5.4 Erradicar toda forma de paramilitarismo para que no se repita.
5.5 Dinámicas y acciones humanitarias.
5.6 Cese del fuego y hostilidades de carácter bilateral hacia la generación de condiciones para la superación del conflicto armado.
5.7 En el marco de las nuevas circunstancias generadas por este proceso, se construirá un acuerdo sobre las armas del ELN, en sincronía con la estrategia para superar la violencia y neutralizar el armamentismo y el belicismo.
5.8 Ajustes institucionales y procedimentales requeridos por ambas partes para la implementación de este punto.
6. Plan General de Ejecución de los acuerdos entre el Gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
6.1 Este Plan General de Ejecución se construirá con los planes específicos de cada punto de la agenda y contará con un programa y cronograma para su implementación.
6.2 El Plan General de Ejecución de acuerdos incluirá mecanismos de control, seguimiento, verificación y ajustes que contarán con la participación de la sociedad, la comunidad internacional, el Gobierno nacional y el ELN.
6.3 Este plan contemplará las siguientes dimensiones: jurídica, política, social, económica, ambiental y diplomática.
6.4 El Plan y los acuerdos que contiene serán objeto de validación democrática por medio de la participación de la sociedad en el proceso de paz, de principio a fin.
6.5 Los acuerdos parciales se implementarán según su carácter en el corto, mediano o largo plazo.
Queda claro que Brasil, Chile, Cuba, Noruega, México y Venezuela serán los países garantes y que la Conferencia Episcopal de Colombia junto con el representante especial del secretario general de la ONU en Colombia, serán acompañantes permanentes.
Así mismo se pactó la creación del Grupo de Países de Acompañamiento, Apoyo y Cooperación (GPAAC) donde Alemania, España, Suecia y Suiza tendrán las siguientes funciones:
1.1 Respaldo político y diplomático al proceso de paz en Colombia.
1.2 Apoyo técnico a la Mesa en temáticas específicas.
1.3 Cooperación en términos financieros.
1.4 Financiación de la Delegación de Diálogos del ELN.
Dentro de lo pactado también quedó claro que cada delegación podrá cambiar sus delegados, asesores y consejeros sin que haya lugar a objeción alguna y únicamente se debe acreditar ante la mesa.
Además, “ante las eventuales crisis de la Mesa de Diálogos, las partes agotarán todos los mecanismos internos de concertación para resolverlas. De no resolverse y ante el riesgo de una eventual ruptura de diálogos entre las partes, se recurrirá a los Garantes y acompañantes permanentes”.
Finalmente, quedó claro que los acuerdos parciales se implementarán de inmediato y se articularán “de manera armónica con un acuerdo general”.
Se agrega que: “Los acuerdos que se realicen para afrontar realidades urgentes en los territorios deben garantizar permanencia, profundización y continuidad. Es decir, no deben ser episódicos o simplemente demostrativos. La regionalización, la sectorización y la territorialización serán factores siempre presentes en la formulación, en los contenidos y en los métodos de implementación de los acuerdos. La confianza y la credibilidad de la mesa por la sociedad colombiana debe ser alimentada continuamente por avances ciertos”.