¿Qué le pasa a Armando Benedetti?: advirtió campaña de desprestigio en su contra, borró y le echó la culpa a la “rabia” y el “trago”, ¿amenazas o presiones?

Si la intención del más reciente trino de Armando Benedetti era despejar dudas acerca de la campaña presidencial de Gustavo Petro, lo que hizo fue aumentar sospechas o, por lo menos, la incertidumbre.

A las 6:29 p. m. de este 5 de junio, el exembajador de Colombia en Venezuela confirmó que no estaba a gusto con su posición dentro del Gobierno, pero a diferencia de los audios publicados por SEMANA y la entrevista que le concedió a la directora de este medio, Vicky Dávila, le bajó al tono beligerante.

Benedetti, lejos de arremeter contra Laura Sarabia, a quien llegó a referirse como “Hijue…” en la conversación con SEMANA y en los audios revelados, aceptó que su actuar estaba basado en el malestar con el presidente Petro por el puesto que le dio como embajador, dado que quería ser canciller, lo que explicaría por qué no tuvo la mejor relación con Álvaro Leyva.

Así mismo, atribuyó sus más recientes trinos, declaraciones y audios al estado de alicoramiento en el que supuestamente ha estado.

“He sido parte fundamental del actual proyecto político del presidente Petro. Sin embargo, no satisfecho con lo que me correspondió políticamente, en un acto de debilidad y tristeza me dejé llevar por la rabia y el trago”, escribió.

Pero hay varias observaciones en torno al trino de Benedetti. La primera de ellas es: ¿por qué le bajó al tono y al malestar en sus pronunciamientos cuando, horas antes, concretamente a las 2:24 p. m., aludió a una campaña de desprestigio en su contra? ¿Lo están presionando? ¿Está amenazado?

El trino en mención, que fue eliminado esta tarde, dice lo siguiente: “Es claro que hay una campaña para desprestigiarme en mi integridad personal con el objetivo de descalificarme de futuras cosas que pueda decir”.

Otra observación es que solo minutos después de que Benedetti atribuyera su actuar a la “rabia y el trago”, el presidente Gustavo Petro lo usara para defenderse. A saber: el exembajador dejó ver que en la campaña del líder del Pacto Histórico ingresaron $15.000 millones de dudosa procedencia en la Costa, o sea, ratificó lo mismo que se le escuchó decir en los audios revelados por SEMANA.

A las 7:02 p. m., es decir, poco más de media hora después del sorpresivo trino de Benedetti con un tono más conciliador, el presidente escribió: “Nuestros rivales políticos se han apresurado a ponerme denuncias en la comisión de acusaciones. Sin embargo, en ninguna entrevista o en audios se ha mostrado que he cometido un delito. Se trata de un simple intento de golpe blando para detener la lucha contra la impunidad”.

Del dice que “yo soy un drogadicto” al “pasa por un trance”

También llama la atención de lo sucedido que alcaldes de talante progresista, como Daniel Quintero, atribuyeran lo que Benedetti dijo de la campaña presidencial de Gustavo Petro a la dificultad del momento que está atravesando, no solo por el lío con Laura Sarabia, sino por su salida de la embajada.

“Después de todo este rollo queda muy claro que el presidente no tenía nada que ocultar. Nunca cedió a presiones por puestos y menos a amenazas sin sustento. Benedetti pasa por un trance complejo de su vida que, sin embargo, no justifica todo lo que hizo”, escribió el alcalde de Medellín.

Horas antes, el canciller Álvaro Leyva dejó ver que las declaraciones de Benedetti obedecerían a su adicción a las drogas. Lo hizo en conversación con la prensa, donde sin tapujos dijo.

“Él mismo dice (Armando Benedetti) yo soy un drogadicto… ¿A ustedes les parece que esa puede ser una buena fuente? Por eso salimos a las velocidades y en tres horas se cambió”, afirmó Leyva.