“Que no les compren comida a los congresistas”: Alejandro Ocampo, del Pacto Histórico, molesto con “saboteo” a reforma a la salud

El Gobierno del presidente Gustavo Petro tiene afán por aprobar su controvertida reforma a la salud en el Congreso. Por eso, el Pacto Histórico, la coalición mayoritaria del Legislativo, está preocupada, porque a medida que pasan los días, la iniciativa no avanza en la plenaria de la Cámara de Representantes.

El congresista Alejandro Ocampo, molesto porque la agenda legislativa está estancada ya que durante el segundo semestre solo se ha estudiado la reforma a la salud, estalló y solicitó que no les compren más comida a los congresistas.

La afirmación, además, la hizo tras evidenciar que Cambio Radical y el Centro Democrático, los dos partidos opositores del gobierno, han optado como estrategia política por retirarse de la plenaria, desbaratar el cuórum y evitar la aprobación del proyecto. Esta semana, por ejemplo, ha ocurrido dos veces.

“Con el sueldo que nos pagan como congresistas podemos comprar nuestro almuerzo; que si no les dan se van y votan”, dijo Ocampo.

El 95 % de los empleados en Colombia compra su almuerzo o lo lleva, dijo. Y “los empleados de los colombianos debemos hacer lo mismo”, añadió.

En su discurso en el Congreso, donde no camufló su molestia con los partidos contrarios, expresó: “A ningún trabajador le pagan por sabotear su trabajo; le pagan por trabajar, los colombianos nos pagan por trabajar. Lo que hacen los congresistas del Centro Democrático y Cambio Radical, de decir que vienen a sabotear, es inapropiado y desleal con los colombianos”.

A renglón seguido, el congresista de izquierda se preguntó: “Imagínense que a un vigilante o a una enfermera le paguen para sabotear la salud de la gente. Esto no se puede permitir”.

En realidad, el hecho de que un congresista se retire de la plenaria no se constituye en un delito o una irregularidad y los congresistas de oposición saben que la conformación del cuórum es una de las estrategias que tiene el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, para salvar su controvertida reforma a la salud en el Congreso.

De hecho, él lo reconoció en una entrevista a SEMANA.

Por eso, ante las múltiples advertencias que hacen de supuestos vicios en el trámite de la iniciativa en la Cámara de Representantes, han encontrado en el retiro del recinto de sesiones una forma de protesta y de no prestarse para la aprobación de la iniciativa.

El presidente Gustavo Petro, también preocupado porque su reforma no avanza en el legislativo, cogió el toro por los cachos e invitó a los partidos opositores a tomarse un café en la Casa de Nariño y hablar de la reforma a la salud.

Aunque el expresidente Álvaro Uribe vio con buenos ojos la propuesta, dijo que asistiría siempre y cuando se detuviera su trámite en el Congreso. La propuesta no la aceptó el jefe de Estado, quien quiere hablar con la oposición, pero sin que se detenga la aprobación de su controvertido proyecto.

El problema para el Gobierno es que el tiempo corre y lo más probable es que, en lo que resta del 2023, la reforma a la salud no sea aprobada, tal como pretendía el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco.