Bogotá
¿Qué opinan los candidatos a la Alcaldía de Bogotá sobre la propuesta de transporte gratis financiado con cobro a la factura de la luz?
Opiniones divididas entre los aspirantes al cargo.
Voces a favor y en contra se escucharon este sábado, 2 de septiembre, entre los candidatos a la Alcaldía de Bogotá frente a la propuesta que lanzó el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, para buscar una tarifa cero para el transporte público.
El mandatario colombiano planteó la posibilidad de financiar el transporte público a través de una pequeña cuota en la factura de la luz, lo que permitiría a los ciudadanos acceder a ese servicio de movilidad de manera aparentemente gratuita, lo que ha levantado toda sería de controversias.
Bajo esta idea, según lo dicho por el jefe de Estado, cada mes los usuarios pagarían una pequeña tarifa en su factura de electricidad, lo que les otorgaría el derecho de utilizar el transporte público de manera ilimitada, que se convertiría “aparentemente, y realmente para muchos, un transporte gratuito”.
Una idea para las ciudades con transporte público masivo: ¿y si pagaramos a través de una pequeña cuota en la factura de la luz el transporte público cada mes y nos diera derecho a subirnos en cualquier bus todos los dias y durante el tiempo que sea?
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 2, 2023
Sería aparentemente, y…
Frente a la propuesta empezaron a pronunciarse los candidatos a la Alcaldía de Bogotá. Uno de los primeros fue Carlos Fernando Galán, quien lidera la intención de voto de acuerdo con la más reciente encuesta de Invamer, apoyando, en parte, la propuesta de Gustavo Petro.
Tendencias
“Presidente, estamos de acuerdo en que debemos avanzar hacia una tarifa cero en el transporte público. Sin embargo, eso requiere un estudio serio y que contemple varias opciones”, dijo Galán a través de un video en su cuenta de X, antes Twitter.
El aspirante del Nuevo Liberalismo señaló que se deben revisar opciones distintas a las que propone el mandatario, dado que cobrar el transporte público en el recibo de la luz podría afectar considerablemente el bolsillo de los ciudadanos.
Galán expuso cuánto tendría que pagar cada ciudadano en la factura de energía para subsidiar el transporte público, asegurando que cuando fue Concejal presentó un proyecto que se convirtió en acuerdo de ciudad para que el Distrito identificara alternativas para encontrar cómo financiar el transporte.
“La fórmula que usted propone implicaría que el próximo año, la capital tenga que cobrar entre 3 y 6 billones de pesos, o bien el faltante o bien la totalidad del costo de la operación. Como referencia, vía impuesto predial se está recaudando casi 4 billones de pesos, eso significa que los ciudadanos tengan que pagar casi un nuevo predial a través de la factura de la luz”, anotó.
Por su parte, el candidato Rodrigo Lara, de Vamos a Vivir Bogotá, coincidió en que la tarifa del sistema integrado de transporte público en la ciudad es demasiado costoso, no es bueno y, además, es inseguro, por lo que se tienen que buscar soluciones para que se pueda bajar su precio.
“Nosotros tenemos una propuesta básicamente para auditar y controlar seriamente los costos del sistema de operación del sistema de Transmilenio, que lleva a que el subsidio de presupuesto público sea muy alto y las tarifas sean muy altas. Vamos a reducir esa tarifa”, señaló Lara.
Señaló que se van a buscar los mecanismos alternativos para financiar y bajar los costos de las tarifas, con el fin de proteger el “bolsillo” de los capitalinos.
Gustavo Bolívar, por su parte, criticó las respuestas que han dado dirigentes de la derecha colombiana sobre la propuesta del mandatario y aseguró que Gustavo Petro “no propone un subsidio”, sino, por el contrario, “que la gente prepaga una cuota adicional en el recibo de la luz, que le da derecho a tomar el transporte gratis”.
Bolívar señaló que “con lo que se recaude, se les paga la operación a los privados, que son los dueños de los buses. Como alcalde consultaría a los bogotanos, en las urnas, si están de acuerdo con ese cobro, dentro de mi programa de democracia directa. Aquí nada se impondrá. La voz la tienen las mayorías”.
Por su parte, el exsenador Jorge Enrique Robledo dijo en su cuenta de X: “Pésima la idea de @petrogustavo de encarecerles más la electricidad a los sectores populares y a las clases medias de Colombia. Si hoy están reventados!!!”.
¿En qué consiste la propuesta del presidente Petro?
Bajo esta idea, según lo dicho por el jefe de Estado, cada mes los usuarios pagarían una pequeña tarifa en su factura de electricidad, lo que les otorgaría el derecho de utilizar el transporte público de manera ilimitada. Esta idea ha sido recibida con opiniones divididas, ya que plantea un enfoque radicalmente diferente para financiar y gestionar el transporte público en las ciudades del país.
“Una idea para las ciudades con transporte público masivo: ¿y si pagáramos a través de una pequeña cuota en la factura de la luz el transporte público cada mes y nos diera derecho a subirnos en cualquier bus todos los días y durante el tiempo que sea?”, dijo inicialmente el presidente Petro.
En principio, esta iniciativa se presenta como una forma de lograr un transporte público accesible para todos los ciudadanos, eliminando la barrera económica que representa el costo de los pasajes. Sin embargo, su implementación plantea una serie de cuestionamientos y desafíos significativos.
“Se podría establecer fácilmente un subsidio al transporte para estratos débiles económicamente, se acabaría la evasión en el sistema. Los pudientes, a lo mejor, no usarían el transporte público, pero subsidiarían a los menos pudientes”, agrega el trino.
Uno de los principales argumentos a favor de esta propuesta es que podría eliminar la evasión en el sistema de transporte público. Al vincular el costo del transporte a la factura de electricidad, se reduciría la posibilidad de que los usuarios eludan el pago de los pasajes. Esto podría traducirse en un aumento de los ingresos para el sistema de transporte público, lo que a su vez podría contribuir a su mejora y expansión.
Además, la propuesta contempla la posibilidad de establecer subsidios para los estratos socioeconómicos más bajos, lo que garantizaría que aquellos con menos recursos puedan acceder al transporte público de manera equitativa. Esto podría abordar una de las preocupaciones fundamentales relacionadas con la equidad en el acceso al transporte.
Sin embargo, esta iniciativa también plantea una serie de desafíos y preguntas sin respuesta. En primer lugar, la viabilidad económica de este enfoque es motivo de interrogantes. ¿Sería posible financiar de manera efectiva el sistema de transporte público a través de una tarifa en la factura de la luz? ¿Cómo se distribuirían los costos entre los diferentes estratos sociales?
Además, la implementación de esta propuesta requeriría una transformación significativa en la infraestructura y la tecnología utilizada en el sistema de transporte público. La eliminación de los controles de tarjetas y la transición a un modelo basado en la facturación eléctrica sería un proceso complejo que requeriría una inversión considerable.
La reacción de los ciudadanos ante esta propuesta también es una incógnita. Si bien para algunos podría representar una solución asequible y conveniente para acceder al transporte público, otros podrían preocuparse por la posibilidad de un aumento en sus facturas de electricidad o por la equidad en la distribución de los costos.
“En algunos países el subsidio de transporte pagado a los trabajadores puede ser directamente en tarjeta de pasajes o su lanzada idea de financiación directa sin validación de tarjeta. No es idea mía, han expuesto que así pagan el subsidio de transporte complementario de sueldo”, contestó la senadora Angélica Lozano a esta propuesta.
No obstante, también hay ciudadanos que se oponen y sostienen argumentos como “las personas que se movilizan en carro, moto, trabajan desde casa... pagándole el pasaje de bus a los que toda la vida se han colado, han dañado buses, han robado y bloqueado vías. ¿Qué podría salir mal?”.
Ahora habrá que esperar qué tanto escala este comentario y cuáles podrían ser las reacciones de los diferentes sectores que se desarrollan en la industria automotriz y de transporte público, quienes son los que en últimas sabrían si este tipo de modelos son o no sostenibles en un escenario como el de Colombia.