POLÍTICA
“Recomiendo a Petro que vaya al psicólogo porque la salud mental es importante”: consejero de la UNAL
El reconocido psicólogo Humberto Rosanía, quien hizo parte del Consejo Directivo de la Universidad Nacional que eligió a José Ismael Peña, habló con SEMANA . “Si Petro llamó ‘vagabundos’ a los miembros del Consejo Nacional Electoral, ¿qué se espera para los profesores de un consejo superior universitario?”, dijo.
SEMANA: Usted hizo parte del Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional que designó como rector José Ismael Peña y que hoy ha generado una revuelta en la institución. ¿Qué opina de lo que está pasando?
Humberto Rosanía (H. R.): Es una muestra clara del talante del presidente, cuando no se le dan las cosas intenta cambiarlas, inclusive, si eso significa pasar por encima del Estado Social de Derecho y del marco legal vigente. Y con base en esa filosofía intuyo que el presidente da instrucciones a sus ministros y cuando no son aplicables en términos legales acuden a interpretaciones alejadas de la realidad que favorecen las vías de hecho y ocurre lo que está sucediendo hoy en la Universidad Nacional. En buena hora la Procuraduría ha manifestado que todo se hizo bajo el marco legal vigente. Ahora esperamos que el Gobierno esté a altura de las circunstancias y le dé legitimidad al rector, lo rodee y le permita trabajar.
SEMANA: ¿Por qué la ministra de Educación, Aurora Vergara, se está oponiendo a la elección de José Ismael Peña?
H. R.: Porque el presidente hizo una promesa incumplible: les prometió a los estudiantes que pondría de rector al profesor Leopoldo Múnera, reconocido como el candidato a la rectoría de Gustavo Petro. Cuando el Consejo Superior Universitario, ejerciendo sus funciones, no lo designa, el presidente decide junto con su ministra desplegar un manto de dudas tratando de socavar la legitimidad del rector para después, favorecidos por las vías de hecho, tratar de imponer al candidato de Petro.
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SEMANA: ¿Por qué la ministra no quería firmar las actas donde se eligió a José Ismael Peña si ella estuvo presente cuando se dio la elección?
H. R.: Ella aduce que había unas imprecisiones en las actas, que las intervenciones no quedaron consignadas con nombres propios. La ministra solicitó esos cambios. Después pidió nuevas modificaciones y más modificaciones. Creo que estaban esperando que cambiara la composición del Consejo Superior Universitario para poner irregularmente un rector encargado y tratar de cumplirle al Presidente.
SEMANA: Hoy el Consejo Directivo cambió. ¿Petro tiene mayorías?
H. R.: No lo puedo afirmar, pero pensaría que sí. Ya ha movido sus factores de poder. Creo que ahora van a buscar una mayoría con los delegados, con la ministra, van a esperar, de pronto, e intentar poner un representante estudiantil afín a sus ideologías. Considero que María Alejandra Rojas, quien fuera miembro de la UTL de Jesús Santrich, y Dana González, reconocidas estudiantes y activistas, junto con el profesor Moncayo, quienes ser perfilan como las orientadoras de esa mayoría en el nuevo CSU.
SEMANA: ¿Petro quería politizar la Universidad Nacional?
H. R.: No me cabe duda, lo que ellos llaman la constituyente universitaria es un piloto para la gran constituyente en el país. Y Petro necesita un movimiento estudiantil que esté indignado y emocionado en función de su agenda política, pero se encontró con unos miembros del Consejo Superior que preferimos la academia antes que las agendas políticas.
SEMANA: ¿Por qué no ganó el candidato de Gustavo Petro a la rectoría de la Universidad Nacional?
H. R.: No puedo hablar por los otros consejeros, pero sí por mí. En la entrevista yo ponderé que el señor Múnera manifiesta un desprecio total por la verdad, no tiene el talante de un líder y es irresponsable al momento de comunicarse. De hecho, mucho de lo que está pasando se debe a que nadie se explica cómo un candidato se somete a unas reglas y cuando no le funciona pasa a liderar una desobediencia civil porque no lo designaron a él. Es verdaderamente vergonzoso y pintoresco. Eso que muestra hoy: su talante de cómo asumir la pérdida; eso fue lo que este consejero observó, por eso, ponderé que la Universidad Nacional se merecía un gran rector como lo tiene hoy: el doctor José Ismael Peña.
SEMANA: ¿Cómo fueron los momentos de tensión a la hora de la elección del rector?
H. R.: En realidad, no hubo momentos de tensión. Por ejemplo, las designadas del Gobierno, incluyendo la ministra Aurora Vergara, se comprometieron a designar rector, nos comprometimos todos a que el resultado, cualquiera que fuera, lo respaldaríamos de manera unitaria, no íbamos a individualizar las posturas, pero el Gobierno rompió esa palabra. Al parecer, tampoco tienen el valor de la palabra, también rompieron los acuerdos de confidencialidad y el voto secreto. A mi juicio está bien que se haya revelado todo porque querían imponer una narrativa de duda insostenible en la realidad, que hoy la procuradora lo ratificó afirmando que todo se dio bajo las normas y el marco legal vigente. En fin, ya no tienen excusas para seguir fomentando la incertidumbre y el caos.
SEMANA: ¿Por qué incumplió el Gobierno?
H. R.: Eso habría que preguntárselo a ellos, uno entiende que en el desarrollo de la personalidad hay ciudadanos que no le dan mucho valor a la verdad cuando se comprometen con su palabra. El presidente escribió en mármol que no iba a convocar una constituyente y hoy es una de sus banderas. No se puede esperar mucho más de sus ministros y funcionarios.
SEMANA: ¿Petro está pasando factura porque no le eligieron el rector que quería?
H. R.: Creo que Petro le está pasando factura a toda Colombia. Al rector designado, quizá también. Seguramente, si hubiésemos designado al candidato de Petro se hubiese reunido con él rápidamente y la foto no se hubiese hecho esperar. Este rector ha solicitado varias veces una comunicación con el presidente y la ministra y no ha sido posible.
SEMANA: ¿Qué cree que pase ahora? Petro no cederá...
H. R.: Estamos muy preocupados porque este tema se nos ha escapado de las manos a los académicos que conformamos el Consejo Superior Universitario que designó rector, hemos recibido muchas amenazas. Hacia futuro nos preocupan nuestras familias, nuestra integridad física. Si Gustavo Petro llamó “vagabundos” a los miembros del Consejo Nacional Electoral, ¿qué se espera para los profesores de un consejo superior universitario? Lo último que se pierde es la esperanza, quizás, en un momento de altura de estadista cambie su postura. Pero, debo confesar, soy pesimista.
SEMANA: ¿Qué ha tenido que soportar tras la elección del nuevo rector?
H. R.: Me vandalizaron la propiedad privada, me han enviado mensajes de texto anunciándome que atentarán contra mi vida y la de mi familia. Esto está a disposición de la Fiscalía, el Departamento de Seguridad de la universidad. Hay mucho matoneo en las redes sociales. Sin embargo, tenemos la conciencia tranquila porque designamos a la mejor persona cumpliendo las normas y las leyes vigentes.
SEMANA: ¿A los demás consejeros qué les ha ocurrido? ¿Ha sido fácil dictar clases?
H. R.: No, el profesor Diego Torres no puede ir a la universidad, a una de las consejeras la han amedrentado, la han acosado con temas sexuales, memes, una situación bastante fuerte.
SEMANA: Usted es psicólogo, ¿cómo analiza el comportamiento de Gustavo Petro?
H. R.: Es muy difícil hacer un diagnóstico de la estructura de la personalidad de alguien que uno conoce solo a través de una pantalla. No me atrevería a dar un juicio clínico sobre el presidente, pero sí podría darle una recomendación y es que vaya a un psicólogo.
SEMANA: ¿Por qué?
H. R.: Porque la salud mental es muy importante para la vida de los seres humanos. Y la salud preventiva es importante.
SEMANA: Es decir, ¿sugiere que el presidente podría tener problemas en su salud mental?
H. R.: No. Uno no solo va al psicólogo cuando tiene problemas de salud mental. También va al psicólogo cuando quiere revisar algunas cosas de su proyecto de vida, de su intencionalidad, creo que siempre es bueno tener a un profesional de la salud que mire para ver si uno está llegando a circunstancias que puedan atentar contra su propia salud mental o contra la de otros. Y él tiene un cargo que, por su naturaleza, es estresante.
SEMANA: ¿Por qué decidió hablar?
H. R.: Porque la ministra de Educación, Aurora Vergara, en un acto irresponsable, tendió un manto de dudas ante la opinión pública sobre la sesión. Y decidí hablar porque me parece también pintoresco que el viceministro de educación, sin haber estado presente en la sesión, quisiera defender, cual jefe de debate, unas supuestas irregularidades que nunca se presentaron en la jornada. Por ello, cuando uno ve que la ministra y su viceministro se comportan de forma irresponsable frente a los consejeros, es ahí cuando uno tiene el derecho de salir a aclarar. Aprovecho esta entrevista para exhortar a la ministra para que pase la página por el bien de la universidad, que posesione a Ismael Peña y trabajen juntos. Al fin y al cabo, ya yo salí del CSU: misión cumplida.