Política
Rectora pide no reversar acuerdo logrado en la reforma a la educación: “No respetarlo es un revés para la democracia”
Ángela Merchán, rectora de la Universidad Los Libertadores, habla en SEMANA sobre el proyecto de ley estatutaria que busca hacer de la educación un derecho fundamental y opina sobre la situación en la Universidad Nacional.
SEMANA: ¿Qué opina sobre la reforma a la educación que se aprobó en tercer debate en la Comisión Primera del Senado?
Ángela Merchán (A.M.): Yo la celebro. Participé activamente, junto con otro grupo grande de rectores, empresarios y diferentes representantes de otros sectores, en el acompañamiento. Fuimos consultados en las ponencias que se presentaron en la Comisión Primera del Senado. En ellas hay convergencias y divergencias. Sin embargo, para la comunidad académica, lo que se acuerda al final refleja el interés de todos los sectores respecto a muchos asuntos.
Por ejemplo, la preservación del principio de la autonomía, educación terciaria, educación posmedia y poner de precedente toda la regulación alrededor de la primera infancia y la educación preescolar, que nos parece a todos fundamental. El trabajo para preservar el avance de la calidad de la educación nos parece muy importante.
En especial, es importante la aclaración sobre lo que significa la educación en Colombia, como un sistema que se compone de diferentes etapas, que conducen a la formación integral de los individuos; involucra múltiples actores en una continuidad en esas etapas que debe resultar en el desarrollo de competencias. La propuesta que llegará al Senado de la República está concertada.
SEMANA: ¿De qué forma se resguarda la autonomía universitaria y el sistema mixto?
A.M.: La autonomía está reconocida por la Constitución. Aquí lo refleja la ponencia acordada por los diferentes sectores. Se busca que se preserven los principios para que cada institución tenga la posibilidad de determinar sus estatutos, reglamentos y formas de actuar, de acuerdo con su naturaleza, organización y misión. De tal manera que me parece que si se respeta tal como está aprobado el proyecto de ley estatutaria, claramente recoge los principios de la autonomía, que se deben preservar y respetar.
SEMANA: Desde el Pacto Histórico, Fecode y demás sectores afines al presidente Gustavo Petro manifestaron que se deben reversar esos acuerdos de la Comisión Primera de Senado. ¿Qué opina?
A.M.: Primero tengo que señalar que estoy completamente en desacuerdo. La propuesta original nos conducía a discusiones que se dieron hace 30 años, cuando se planteó la Ley 30. Antes de ser algo progresista, condujo a discusiones del pasado. El texto original dejaba por fuera asuntos fundamentales en los que hemos venido trabajando en todo el sistema educativo, como lo son la calidad y preservación de este. Dejaba por fuera asuntos fundamentales como, por ejemplo, el sistema mixto. Desconocer que el sistema educativo colombiano se conforma no solamente de universidades estatales, sino también no estatales, me parece que va en desmedro del avance de la educación. Además, se estaba dejando por fuera toda la perspectiva de fomento respecto a la obligación del Gobierno para apalancar procesos, tanto en universidades estatales como no estatales.
Segundo, las comisiones tienen congresistas encargados de algunas temáticas. Con la distribución de los poderes del Gobierno les entregan a los congresistas una responsabilidad sobre una temática específica y se confía en que hagan su tarea. Luego de todo el proceso se establecen unas conclusiones, que no son forzadas, y presentan los insumos que recogen. El acuerdo se debe respetar. No respetarlo es un revés para la democracia, para el ejercicio mismo de la democracia en los diferentes poderes que tiene el Estado. Además, un revés a quienes fuimos consultados y hacemos la educación en los diferentes sectores.
SEMANA: ¿Cree que descartando los cambios de lo aprobado a la Comisión Primera del Senado pondría en riesgo la autonomía universitaria?
A.M.: Sí, pero es necesario entender. Es necesario estudiar. No se puede hablar de educación sin estudiar. La autonomía, como está consagrada en la Constitución, no es absoluta. No es que todo el mundo haga lo que quiera. El Gobierno, a través del Ministerio de Educación, tiene tres funciones esenciales: garantizar la calidad, fomento, y velar por la inspección y vigilancia.
Cuando el Estado pretende, a través de esta reforma, incluir una perspectiva de control que afecta la forma de operación de cada una de las instituciones, desconociendo su naturaleza, organización y misión, está desconociendo la posibilidad que tienen las instituciones de fijar sus estatutos y reglamentaciones. La autonomía no es hacer lo que se quiera, a nosotros nos regula el Gobierno. Sería un revés y atentaría contra los principios de lo que es la universidad.
SEMANA: ¿Qué pasó en la Universidad Nacional con la elección de Leopoldo Múnera como rector?
A.M.: La elección del rector, desde un principio, estuvo viciada por todo el ruido que se hizo alrededor. Cuando un consejo superior determina, siguiendo sus procedimientos, quién es su rector es una decisión. La reversión de la decisión pone sobre la mesa la realidad de todo lo que circuló en los medios de comunicación y redes sociales.
Me parece que eso le quita completa claridad al funcionamiento de esa institución, le quita la seriedad a los procesos en que se toman decisiones tan relevantes como la elección de un rector. Dejan a estos rectores en una postura poco razonable y saludable para iniciar un proceso de administración. Esto solo afecta a las comunidades de estudiantes y de profesores.