POLÍTICA
Reforma laboral, en veremos: congestión en la agenda del Congreso y el “sectarismo” de la ministra tienen congelado el debate
El Gobierno Petro congestionó la agenda del Congreso y se quedó sin espacio político para debatir esa iniciativa. El esfuerzo, además, se centra en la de la salud y la pensional.
La reforma laboral no sale si el Gobierno Petro, sobre todo su ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, no convence al Congreso, y esa tarea está quieta. A la funcionaria la están calificando como una “sectaria” que poco se ha prestado para el diálogo sobre ese texto, aunque sí ha estado en las discusiones de su otra misión legislativa: la reforma pensional.
Pero la que está frenada es la laboral y esa pausa indefinida para el articulado responde a varios motivos. El primero es que el Gobierno está metido de cabeza con las reformas a la salud y las pensiones, porque si no las aprueban antes del 20 de julio (día en el que finaliza la legislatura) se hunden, y las movidas legislativas para esos dos proyectos de ley no dan tiempo de destrabar la laboral.
Por otro lado, los congresistas están frenados esperando guiños de los empresarios, quienes siguen molestos porque la ministra Ramírez nada que los llama a concertar el contenido de ese texto, pese a que en diciembre les había prometido que se reunirían en enero. Pasaron dos meses desde ese compromiso, la cita no ocurrió y los legisladores esquivan el costo político de darle alas a una reforma que ni siquiera ha sido dialogada.
Un tercer motivo es que los ritmos del Congreso no dan para priorizar las tres reformas al tiempo, y menos cuando se avecinan proyectos de ley sobre los servicios públicos y la paz total, que también van a congestionar la agenda.
Lo más leído
Es más, hasta el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, responde: “En las primeras semanas los congresistas siempre nos hacemos rogar. Yo tengo alma de congresista, pero eso comienza a desarrollarse”.Hay otro problema que la tiene frenada y es la falta de interlocución de la ministra.
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, no le habló a la Cámara en medio del debate de la reforma a la salud, y en el Congreso se están quejando de la nula interlocución que están teniendo con la ministra del Trabajo, que parece ya estar presta a hablar sobre la pensional, pero nada que atiende los llamados del Legislativo para la laboral.
Incluso, hay quienes señalan que, si Ramírez no se mueve, sería probable que el ministro Velasco entre en el ajedrez político para destrabarla, pero primero tiene que jugarse sus cartas por los otros proyectos del Gobierno. Los tiempos, por ahora, están congelados y quienes son cercanos al presidente Petro van a empezar a moverse para enviar mensajes políticos.
El primero de ellos es la creación de una comisión para ver acuerdos de partidos de la reforma pensional. “Tenemos los votos, pero necesitamos un debate pausado. Tengo la confianza de que con ideas, propuestas y buenas formas vamos a sacar las reformas”, sostiene Velasco.
Los congresistas de la Comisión Séptima del Senado señalan que hay reticencia para aprobar la reforma a la salud, pero el Gobierno está tranquilo en que tendría los votos. Hasta se habla de que hay ocho de diez votos del Partido de la U en el Senado para cuando esta pase a la plenaria y que 10 de 13 de los liberales están jugados con las reformas, pese a que el expresidente y jefe de esa colectividad, César Gaviria, se opone a ellas.
El Gobierno apenas se está moviendo para convencer a la clase política de sus aparentes ánimos conciliadores y, si no concilian, la reforma laboral seguirá frenada.