POLÍTICA
Rodolfo Hernández y el camino de espinas que le espera después de su renuncia al Senado
En Santander, la tierra de Rodolfo Hernández, creen que el desgaste, la falta de control político a Petro y los escándalos, le podrían pasar factura en las elecciones locales.
Desde el próximo martes, Rodolfo Hernández se despedirá del Senado, un papel que ocupó durante tres meses en los que legisló en silencio y sin mayor protagonismo. Lo hace en busca de alcanzar el último escaño público en su vida política.
El ingeniero no ha dicho oficialmente cuál será su destino, pero está claro que será Santander, su departamento. Prueba de ello es que el millonario constructor se inclinó por Jorge Salim como su nuevo estratega político, un experto en mercadeo oriundo de Bucaramanga.
SEMANA conoció que la incertidumbre ronda la cabeza del excandidato presidencial. Le gustaría apostarle a la gobernación, pero se enfrentaría con dos grandes obstáculos. Alcanzará los 78 años en el 2023 y tendrá que recorrer los 87 municipios de su departamento, un tema que le genera un desgaste, tal como lo demostró en la campaña presidencial, cuando pretendió, al inicio de la carrera electoral, conquistar exclusivamente a los colombianos desde las redes sociales.
Como las elecciones regionales son diferentes a las nacionales, esa sería una estrategia que jugaría en su contra. El ingeniero está distanciado con la prensa, acudirá nuevamente al facebook live como su principal arma de comunicación.
Tendencias
El otro problema es que Hernández, en caso de resultar triunfante en la gobernación, terminaría nuevamente en manos de la Corte Suprema de Justicia que le ha venido mostrando los dientes en los últimos días por el escándalo de Vitalogic, la presunta violación de los derechos al sindicato de la Alcaldía de Bucaramanga, el nombramiento, presuntamente irregular de una funcionaria en su gobierno en la capital de Santander, entre otros procesos. La defensa del expresidenciable confía que el 25 de octubre, cuando deje de ser senador, las investigaciones retornen a la Fiscalía.
En cualquier escenario, Rodolfo Hernández es un peso pesado y no está muerto políticamente. En las elecciones presidenciales obtuvo más de 800.000 electores en Santander, pero esa cifra, según analistas consultados por SEMANA, se le ha ido de las manos ante sus salidas en falso, sus contradicciones, su cercanía con Gustavo Petro, su falta de oposición al gobierno, los escándalos que lo rodean, sus investigaciones judiciales por presunta corrupción y las bajas sensibles que ha soportado en la Liga de Gobernantes Anticorrupción, su partido.
Hace dos meses se distanció de los exdirigentes liberales Mario Camacho y Édgar ‘El Pote’ Gómez, quienes amasan una estructura electoral en Santander, pese a los cuestionamientos en su contra. Ambos respaldan la candidatura a la gobernación de Fernando Vargas, exalcalde de Bucaramanga, un candidato cercano a Gustavo Petro y quien concentrará todo el apoyo de los clanes políticos, entre ellos, el Aguilar y el de la familia Tavera.
Hernández ya no tiene el respaldo de los congresistas Érika Tatiana Sánchez y Juan Manuel Cortés, quienes hicieron campaña a su favor, pero se marginaron porque no los tuvieron en cuenta en la conformación del partido político.
Tampoco Jota Pe Hernández, quien se convirtió en el segundo senador más votado el 13 de marzo pasado con más de 180.000 electores.
Aunque el senador tiene una buena relación con Rodolfo Hernández, respaldará a Luis Ferley Sierra. “Es uno de los mejores candidatos que tendría mi departamento. Lo conozco como político, pero también como persona”, oficializó el youtuber.
Aún falta un año para las elecciones y es incierto saber si Rodolfo Hernández se consolidará o si su prolongada desaparición mediática lo terminará por alejar, incluso, de los santandereanos.
Mientras distintos sectores especulan, no está descartada una eventual aspiración a la Alcaldía de Bucaramanga.
El cargo no le disgusta y le generaría menos desgaste político. Mientras en la gobernación necesita más de 350.000 votantes, para la Alcaldía requiere aproximadamente 100.000.
Allí se enfrentaría a Carlos Soto Monte, el primer director político de la Liga de Gobernantes, quien salió del partido por diferencias con el ingeniero; Miguel Ángel Pedraza, un abogado penalista cercano al liberalismo; el exconcejal Fabián Oviedo y el concejal Carlos Parra, cercano a Claudia López y Angélica Lozano.
El destino de Rodolfo Hernández en Santander no está definido y su final político tampoco será fácil. Lo importante es que el ingeniero, quien insiste en abortar las estructuras políticas, llegue vivo jurídicamente hasta las elecciones.