Rodrigo Lara Sánchez cuestionó nombramiento de exesposa de Roy Barreras en cargo consular; contó que su pareja tuvo que salir de un cargo público

El excandidato a la vicepresidencia Rodrigo Lara Sánchez criticó al presidente del senador Roy Barreras por defender el nombramiento de su exesposa en un cargo consular en Barcelona. Dijo que, en cambio, cuando él formó parte de la campaña presidencial, su esposa dejó un cargo del Estado.

“Senador Roy Barreras y cómo hago para explicarle a mi esposa que es ingeniera electrónica, que llevaba más de 25 años trabajando en lo público, de ellos los últimos 8 años en el Min. TIC y ahora ya no trabaja allí porque es mi esposa? ¿Qué le puedo decir?”, aseguró Lara Sánchez.

Aunque Lara no lo detalla, y en su momento no causó tanto impacto mediático, Ana Isabel Valencia, esposa de Lara, fue asesora del MinTIC hasta marzo de 2022, cuando se desarrollaba la campaña electoral en la que su esposo fue la fórmula de Federico Gutiérrez. La ingeniera duró ocho años y tres meses en el cargo.

Barreras defendió el nombramiento de su exposa, María Paula Martínez Pérez, alegando que fue designada como cónsul “de primera” en el Consulado General de Colombia en Barcelona por sus capacidades y no por la relación personal.

“Respeto su trabajo. No fue nombrada sino trasladada. Trabaja hace diez años en Cancillería. Estamos separados hace 12. Las mujeres en Colombia valen por su trabajo y sus capacidades no por ser la ‘esposa de…' y menos la ‘ex’ de… Sin embargo el machismo aún las minimiza”, aseguró Barreras.

No se trata del único nombramiento que ha sido cuestionado en el gobierno de Petro de personas que son cercanas a líderes del Pacto Histórico. También ha generado ruido la designación de Ninco Daza como embajador de Colombia en México, ya que trabajó con el senador Gustavo Bolívar y no cuenta con título profesional.

También fue criticada la cercanía de la vicepresidenta Francia Márquez con Elizabeth García Carrillo, la nueva embajadora de Colombia en Bolivia. Algo similar sucedió con el nombramiento de Ligia Margarita Quessep, embajadora del país en Italia y quien es cercana a la primera dama Verónica Alcocer.

Varias de esas designaciones han generado críticas de algunos sectores, especialmente porque el presidente Gustavo Petro había dicho que los nombramientos diplomáticos serían para personas de carrera y no para amiguismos o familiares de la clase política.

“No simplemente, como ocurre hoy, los hijos de los presidentes y los amigos y amigas de la clase política colombiana, incluso muchos incursos en corrupción”, aseguró Petro en medio de la campaña sobre esos nombramientos diplomáticos.

Además, el canciller Álvaro Leyva también aseguró que primarían los conocimientos en esos cargos. “Le vamos a dar preferencia a la carrera diplomática, esto no es para la clase política, esto no es para regalarlo, es para gozar de todos los conocimientos”, dijo Leyva.

El canciller aseguró hace unos días que el 40 % de los designados son personas que han estudiado para ser diplomáticos y que la ley establece que debe ser por lo menos el 20 %.

Sin embargo, esos nombramientos han generado ruido en la opinión pública, porque a pesar de las capacidades que puedan tener, no deja de generar interrogantes la cercanía con importantes líderes del Pacto Histórico, aún más, sabiendo que cuando eran oposición hicieron fuertes críticas a este tipo de designaciones.

El hecho ha generado críticas por sindicatos de la Cancillería y expertos en relaciones internacionales. “Los cargos de mayor responsabilidad deben estar en manos de las personas que se han preparado para ello”, cuestionó Francisco Burchardt, presidente del Sindicato de Empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Igualmente, la profesora Sandra Borda cuestionó que en medio de la campaña Petro le pidió su apoyo y se comprometió a nombrar estos cargos más allá de cercanías políticas, pero para la académica, eso no se ha cumplido.

“No entiendo cómo se pasa de una crítica así de feroz, a usar el servicio diplomático de la forma como lo está haciendo. Las promesas incumplidas, las críticas con doble rasero eran una cuestión de la clase política que tanto criticó y ahora son su forma de hacer política”, aseguró Borda recientemente.