ENTREVISTA
Rodrigo Lara propone globo aerostático para combatir la criminalidad en Bogotá, rumba hasta las 6:00 a. m. y habla de su padre
El candidato a la Alcaldía de Bogotá habló en detalle de sus propuestas. Criticó fuertemente a Claudia López, a Carlos Fernando Galán y a Gustavo Bolívar.
Con el objetivo de que los bogotanos voten mejor informados el próximo 29 de octubre, de cara a la primera vuelta -en el caso de la capital-, SEMANA hace una ronda de entrevistas con cada uno de los candidatos al Palacio Liévano. Esta vez el turno fue para Rodrigo Lara Restrepo.
SEMANA: ¿Cómo ha sentido la campaña hasta el momento?
RODRIGO LARA (R.L.): Durísima. Nosotros tomamos una apuesta difícil, la de recorrer un camino estrecho, que es salir a la calle, recoger firmas, 214.000 de bogotanos que nos dieron su respaldo y nos permitieron avalar con su consentimiento y constituir sin tener partido político unas listas a JAL y al Concejo. Es un camino más difícil y estrecho frente al fácil de ir a buscar las maquinarias politiqueras, el poder de la Alcaldía o de un gobierno, con sus concejales, con su mermelada, en el que se puede extraviar la esencia. Nuestro camino es más difícil, pero sabes para dónde va. Es un camino con más accidentes, lo que necesitas es valor, fuerza para recorrerlo, convicciones y un propósito muy claro.
SEMANA: ¿Qué respaldos políticos tiene su campaña?
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R.L.: La gente. Los 214.000 ciudadanos. Nosotros optamos y trabajamos en un proceso independiente en el que la gente nos permitió recoger estas firmas, montamos unas listas de Concejo y JAL con gente nueva, lejos de las maquinarias partidistas tradicionales. Nosotros no tenemos la necesidad de traernos las alcaldías locales, representamos un programa de gobierno que se llama ‘Vivir en Bogotá’, que tiene alma y corazón, que son los ciudadanos, muy distinto a la vieja Bogotá, nosotros representamos una nueva Bogotá.
La vieja Bogotá está representada en dos maquinarias, la del continuismo de Claudia López con sus alcaldías locales, con sus concejales que poco trabajan, en la candidatura de Carlos Fernando Galán; y la extensión del Gobierno nacional en cabeza de Gustavo Bolívar con su poder, sus preventas y sus prerrogativas. Nosotros representamos una nueva Bogotá, sin ataduras.
SEMANA: ¿Galán y Bolívar son los dos candidatos a los que hay que vencer?
R.L.: Son las dos maquinarias. Son dos máquinas de vapor tóxico y las vamos a derrotar. Mira el continuismo de Claudia López, todas las alcaldías locales al servicio de una campaña que es Carlos Fernando Galán, para hacer el TransMilenio de la séptima, para continuar con el nefasto POT y una serie de paradigmas del pasado que fracasaron.
Y la candidatura del Gobierno nacional, otra maquinaria de un gran tamaño. Nosotros somos la opción para derrotar a esas dos maquinarias y las vamos a derrotar con carácter y la determinación de una nueva Bogotá. Vamos a dejar atrás esa Bogotá y vamos por una ciudad que rompa con los paradigmas fracasados que convirtieron a Bogotá en una ciudad supremamente insegura, donde la gente no vive sino que vive con miedo.
Convirtieron a Bogotá en la ciudad más congestionada del mundo, le dieron a la gente lo más barato, que es un sistema de buses, en lugar de un sistema de metro hace muchos años, una vieja Bogotá donde los niños solo van a media jornada escolar: 675.000 niños de 748.000 tienen media jornada. Esa vieja Bogotá la vamos a cambiar por una Bogotá segura. Me voy a encargar de acabarle la fiesta a los criminales. Una nueva Bogotá donde no nos sigan imponiendo el viejo paradigma de los buses, alimentadores eternos e inseguros, una Bogotá que destine los recursos para hacer metro, una nueva Bogotá donde todos los niños de esta ciudad que tienen media jornada tengan una jornada extendida de 2 a 5 p. m., que estén haciendo ejercicio y yo le pueda cuidar a sus hijos como cuido a los míos y que salgan de ahí con un sánduche, una bebida y unas papas para que vayan para su casa.
SEMANA: Según la encuesta de Guarumo-Ecoanalítica para SEMANA y El País de Cali, usted tiene el 8,7 % de favorabilidad detrás de otros candidatos, ¿cómo interpreta ese resultado?
R.L.: Yo respeto a todas las encuestas porque con ellas o sin ellas nosotros vamos a ganar estas elecciones. La verdad yo siento un inmenso fervor popular, en la calle, un inmenso cariño de la gente y estamos muy contentos de lo que estamos observando.
Salió otra encuesta con 1.200 muestras presenciales de una encuestadora que no está ligada a ningún grupo político ni a ningún expresidente ni a una empresa en particular, con georreferenciación en localidades y margen de error pequeñito. En esa encuesta dicen dos cosas: que yo he crecido 160 % desde que arranqué el 1 de agosto, es decir, pasé de 5 a 13 %, estamos en empate técnico con Juan Daniel Oviedo, y lo más importante de esa encuesta es que en segunda vuelta yo le gano a todos, a Gustavo Bolívar y a Carlos Fernando Galán. Eso es lo que siento en la calle y he observado. Nuestra campaña es la que más crece y es la única que le gana en segunda vuelta al candidato de la maquinaria de Claudia López y del Gobierno nacional. Esta es la verdadera opción, la verdadera tercería. Bogotá es una ciudad rebelde que no se deja manipular y lo ha demostrado en todas las elecciones.
SEMANA: ¿Definitivamente irá a la primera vuelta sin alianzas?
R.L.: Tengo 214.000 personas que avalaron mi candidatura.
SEMANA: ¿Cómo es eso que lo vetaron de la Alianza Verde?
R.L.: Sí, me vetaron. Claudia López vetó mi nombr. Básicamente permitió que votaran por Bolívar, por Juan, Robledo y, obviamente, por el candidato de ella, Carlos Fernando Galán. A mí me honra, la verdad, creo que estamos haciendo las cosas bien. El hecho de recibir el veto de Claudia López, a pesar de que tengo muchos amigos en la Alianza Verde, indica que vamos por el buen camino. Nosotros queremos una nueva Bogotá frente al continuismo de la vieja Bogotá que representa ella: fracasó en materia de seguridad, movilidad, basuras y yo represento algo completamente distinto. No necesito comprometer mis principios, entenderás que ser el candidato de Claudia no es algo gratuito. Carlos Fernando puede decir que no va a hacer el TransMilenio de la séptima, pero su compromiso con Claudia López es hacer el TransMilenio de la séptima. Recuerde que estaba de acuerdo con el de Enrique Peñalosa. El que frena ese TransMilenio fui yo con mi acción popular, logramos suspender con una medida cautelar la licitación que pretendía adjudicar el TransMilenio de la séptima; el otro es mantener ese POT que reduce los perímetros de las vías de Bogotá, que impide la extensión de las vías hacia el sur y hacia el norte, que permite destrabar a la ciudad más congestionada del mundo. Es mi independencia lo que le choca a ella y yo no pienso inclinarle la cérvix a unas políticas equivocadas como las que ella representa, entonces pues era normal que me vetaran, porque saben muy bien que el único que le gana a las dos maquinarias soy yo.
SEMANA: ¿Le gustó la administración de Claudia López?
R.L.: No, me pareció muy mala. Muy decepcionante, mira cómo está la ciudad. La gente vive con miedo, se volvió normal no hablar por teléfono en la calle, los niños salen por las tardes y no tienen qué hacer, yo voy a crear el programa de jornada extendida. Fueron cuatro años que van a pasar sin pena ni gloria.
SEMANA: ¿Qué va a pasar con el metro de Bogotá si gana la Alcaldía?
R.L.: El metro ya está contratado. Ese metro ya tiene el patio taller, tiene un 24 % de ejecución, lo vamos a continuar. Tiene defectos, ciertamente, como la supresión de los cuatro carriles vehiculares de la avenida Caracas, por eso es tan grave como hacer el TransMilenio de la Séptima, tú no puedes suprimir cuatro carriles de sur a norte en la ciudad más congestionada del mundo; sin embargo, hay que terminarlo. Y yo, con los recursos que quería destinar el Gobierno para soterrar ese metro, voy a coger esos recursos y voy a hacer la tercera línea de metro, que le permita al que vive en Soacha, Ciudad Bolívar y Rafael Uribe, llegar en metro al centro en 25 minutos, y al norte en 35 minutos, y no demorarse tres horas, que es lo que se demora en el sistema de buses.
SEMANA: ¿Qué opina de las cámaras salvavidas que se han puesto por toda la ciudad?
R.L.: Las voy a revisar. Esa es otra cosa que representa ese viejo esquema, el pasado. Lo que hay en juego en esta campaña no es un tema de quién tiene más mano dura, la gente sabe quién la tiene y el que la tiene no necesita estarla cantando todo el día. Para la seguridad se necesita determinación, mucha voluntad, pero lo que hay realmente en juego en esta campaña es volver al pasado, políticas fracasadas o una ciudad volcada y pensando en el futuro. La Bogotá del pasado son dos cosas, por ejemplo, en materia de movilidad, son las llamadas cámaras salvavidas y yo lo llamaría más bien las cámaras estafadoras, porque son cámaras diseñadas para sacarle el dinero al bolsillo de la gente y son una vulgaridad. Bajaron arbitrariamente el límite de velocidad cerca de las cámaras a 50 kilómetros por hora y están mal calibradas. Cuando la gente va y apela esas multas del demonio no las pueden apelar porque todo está diseñado para sacarle plata a la gente, para abusar de la gente en lo que tiene que ver con su relación con sus herramientas de trabajo. Yo voy a proteger la herramienta de trabajo de la gente de esas cámaras abusivas, vamos a calibrarlas muy bien, voy a suspender la compra de 100 cámaras nuevas de foto multas, es lo único que deja Claudia López, no deja cámaras para proteger la vida de la gente como las que hacen reconocimiento facial, las que leen las placas de los delincuentes, pero sí nos deja atiborrados de cámaras que no hacen sino sacarle plata a la gente del bolsillo. Vamos a revisar ese límite de velocidad, que me parece arbitrario y sin ningún fundamento técnico ni científico, voy a revisar y a calibrar cada una de esas cámaras porque detrás hay unos politiqueros y unos mercachifles que ya tenemos identificados. Y tercero, voy a permitir que la gente las apele. No más la del Movistar Arena toma entre cuatro y seis multas por minuto, es decir, está sacándole a la gente 96 millones de pesos, una sola cámara.
Y el otro negocio que también representa esa Bogotá de la politiquería, yo sé cuál es el concejal que maneja esa Secretaría de Movilidad, es un bandidito que vamos a poner en su lugar, al que ya le tengo identificados todos los negocios, vive del trabajo honrado de la gente.
El sistema de grúas es una vagabundería. ¿Tú sabes qué hacen con la herramienta de trabajo principal de los bogotanos, que es la moto y el vehículo? Por cualquier razón, como regla general, le inmovilizan el vehículo a una persona. Vas en tu moto, tu herramienta de trabajo y, por cualquier razón, te la inmovilizan; esa debe ser la excepción, no la regla general.
Óiganme bien señores concejales bandidos, óigame bien, señor concejal que maneja Movilidad. A los mercachifles se les acabó la fiesta, voy a investigar, y a los que tengan que ver con ese negocio los vamos a meter presos, porque vamos a proteger a los bogotanos.
SEMANA: ¿Quién es ese concejal?
R.L.: No se preocupe que todo llegará en su momento.
SEMANA: El presidente Gustavo Petro planteó la idea de pagar el transporte en la factura de la luz; otros candidatos proponen transporte gratis, ¿qué opina de esa idea?
R.L.: Yo no estoy de acuerdo con subirle la tarifa de servicios públicos o meterle un impuesto disfrazado a la gente. El hueco que tenemos con el Sistema Integrado de Transporte Masivo es por la ineficiencia del sistema de buses. Nos metieron una mentira espantosa hace 30 años y es que los buses hacían lo mismo que el metro. Los buses en cualquier ciudad del mundo se emplean para trayectos cortos porque los trayectos largos son muy ineficientes por la huella de carbono, los costos de operaciones, llantas, la poca duración de un bus, que son siete años, la gasolina, el aceite, las pastillas; en cambio, en un tren el funcionamiento, la operación, es muchísimo más económico. El hueco que tenemos es inmenso porque el que puede se baja del TransMilenio y se compra una moto, por eso hay más motos que en toda América Latina, el problema es de costos de operación. Lo que hay que hacer es llegar y ser independiente de los politiqueros que están detrás del sistema de transporte, del negocio y de los mercachifles que están detrás de eso, y empezar a auditar. Cada operador compra las llantas, la gasolina, el aceite, es decir, lo pagamos nosotros con plata pública porque las tarifas no alcanzan, 3 billones de pesos al año, el 70 % de lo que se recauda en esta ciudad del impuesto de Industria y Comercio se nos va subsidiando esa operación. Tú tienes es que auditar muy bien esos costos de operación porque muchos dicen que están quebrados, pero no sabemos a cuánto están cobrando las llantas, las pastillas y ahí está el negocio.
Propongo que no voy a subirle la tarifa a la gente, que es demasiado cara 2,950 pesos, lo mismo que paga un habitante de Madrid, España, por montarse en su metro precioso y divino de 300 kilómetros. Lo que yo sí voy a hacer es decirle al Gobierno nacional: “Mándenos el 4x1.000 y pagamos el hueco del sistema integrado, pero no le cobremos más a la gente”. La tarifa ya de por sí es grotescamente cara y no le vamos a subir la tarifa a la gente bajo ninguna circunstancia.
SEMANA: En materia de seguridad, usted ha dicho que implementará un sistema de drones, ¿cómo es esa propuesta y, en general, qué va a hacer para mejorar la seguridad en Bogotá?
R.L.: No hay en Bogotá suficientes policías. El Gobierno nacional actual, el anterior de Duque, la alcaldía de Claudia López, nos dejaron con menos policías que en 2016. Tenemos 16.500. No hay suficientes policías, si tú no tienes objetivos, puedes cruzarte de brazos como Claudia López y decir que no puede hacer nada. Yo voy y resuelvo el problema que tengo con un presupuesto.
Hoy se necesita tecnología, imágenes que se recogen con cámaras de reconocimiento facial y lectura de placas contra los ladrones. Dos, con drones de reacción inmediata cuando llaman al 123 y globos aerostáticos. Y muchos dirán “uy, eso es ciencia ficción” porque piensan como burócratas. Eso ya está en Israel y en Chile. Encima del barrio Las Condes hay un globo aerostático y eso recoge imágenes 24 horas. El globo iría en la zona del cuartel general del crimen en Bogotá: Santafé y La Estanzuela, allá están los centros de acopio de droga donde se redistribuye la droga en toda la ciudad, las casas de pique, llegan todos los celulares robados, los autopartes y moto partes robadas. Y una vez tienes las imágenes de la ciudad, haces analítica de datos, procesas esas imágenes en segundos, cruzas con las bases de datos de la Registraduría y la Dijín y, si es un extranjero, con los 30 trillones de imágenes de las redes sociales. Básicamente, cuando un delincuente llegue, y por falta de publicidad no haya reacción inmediata y se lleve el celular de la señora y yo le coja la carita, ya sé quién eres, cómo te llamas y dónde vives. Cuando salgas de tu casa, te voy a encontrar y a capturar. Y cuando le entregue las imágenes a la Dijín de cómo se mueven las redes que llegan, básicamente las redes de sicariato y de droga, en esas zonas ya saben quiénes son y los cogen.
SEMANA: ¿Eso está relacionado a la lucha contra el microtráfico? ¿Qué opina de la dosis personal? ¿Cuál es su postura frente al tema?
R.L.: La dosis personal está autorizada por la ley por fallos de la Corte Constitucional, yo soy liberal, no me meto en la vida de la gente, lo que sí no permito es que le acerquen la droga a un niño que no sabe realmente en qué se está metiendo con eso. Yo soy padre de hijos chiquitos, saqué una de las leyes más importantes en materia de seguridad del país, fui al Congreso no a dormir, entraba a hacer leyes muy importantes y esta es una de ellas, la ley que prohíbe el porte y consumo de drogas en todos los parques y en todos los entornos de los colegios, esa va a ser la nueva Bogotá. Voy a erradicar la droga de los entornos escolares y de los parques, esa va a ser una premisa fundamental y es un deber básico, mínimo de protección de la niñez, le voy a garantizar que sus hijos no tengan la droga cerca y vamos a crear grupos de policías caninos, incluso, para protección de parques y entornos de los colegios. Mientras que yo saqué la droga, saco a los criminales de los entornos de los colegios. Eso es un deber, ya lo hice con la ley, ahora lo voy a aplicar.
SEMANA: Usted publicó un video con el tema del batimóvil, otros candidatos lo criticaron y le dijeron que la inseguridad en Bogotá no era un chiste, cuéntennos de ese episodio.
R.L.: Es un símbolo. Fue un poco el azar. Llegué a la sede donde estoy y bajé al parqueadero y me encontré con una lona muy grande y levanté una maqueta de batimóvil. Mi hijo es un niño de 4 años, su super héroe es Batman y le grabé un video. Un muchacho me dijo saquémoslo en TikTok. Los demás candidatos dijeron “qué horror”. Digan lo que quieran, yo lo que creo es que es un símbolo. Claudia López nos deja Bogotá como Ciudad Gótica, llena de grupos mafiosos. El batimóvil es un símbolo de que los vamos a combatir, que a los grupos mafiosos los vamos a desmantelar y que a esos delincuentes se les acabó la fiesta conmigo, además el tema es muy delicado, muy serio.
En Bogotá siempre ha habido pandillas de delincuentes, lo que nunca había habido eran grupos delincuenciales organizados, lo que llaman en Medellín “combos”. Es una macroestructura criminal, no es una pandilla, ellos trazan fronteras invisibles en sus localidades, en los barrios, para lo cual necesitan aterrorizar a la población, imponer la ley del silencio. La forma de someter a la población civil por parte de un grupo ilegítimo como ese es mediante el terror, por eso es que de 562 muertos que lleva Bogotá este año, dos por día, la mitad son por ajuste de cuentas y llevamos más de 30 embolsados, es decir, no solamente basta con matar, tienen que cortarlos en pedazos, meter el cadáver, los restos, en una bolsa y dejar eso frente a un colegio, la gente queda llena de terror y termina dejándose extorsionar y someter. ¿Qué espera la gente de su alcalde, que sea tibio o que tenga la entereza, la determinación de enfrentarlos?
A mí me criticaron unos que tuvieron la posibilidad de hacer, que fueron la cabeza de 500.000 hombres del Ejército, de la Policía y que tuvieron la oportunidad de haber dado un resultado en Bogotá. No lo hicieron y hoy prometen hacerlo. Yo lo voy a hacer, además porque ese es el ejemplo que he visto siempre a lo largo de mi vida, las organizaciones de narcotraficantes y bandidos las voy a desmantelar. Además, cuando entre una macroestructura del crimen como esas Gaitanistas, Clan del Golfo, Maracuchos, todos esos bandidos, eso va de la mano con sus socios en la cadena del narcotráfico, células del ELN y disidencias Farc, que se encargan de hacer la desestabilización política financiada por esas organizaciones. Si no llega un alcalde que represente una nueva visión de la seguridad como yo, no las van a desmantelar. Yo garantizo que las vamos a desmantelar.
SEMANA: Usted también ha propuesto rumba hasta las 6 a.m., ¿eso está en firme?
R.L.: Firmísimo. Una de las características principales de Bogotá es que la gente nunca se aburre, es una ciudad llena de vida, con una gran oferta gastronómica, con una gran vida nocturna, eso es parte del encanto de esta ciudad. Y hay ciudades que tienen ese encanto, tú vas a Lima, a Quito y quieres irte a dormir a las 10 de la noche; en Bogotá tú quieres vivir, salir, es un poco como Madrid, España, pero como se toman decisiones mediocres, es decir, como no podemos garantizar la seguridad, entonces vamos a cerrar a las 3 de la mañana, esa es la típica mentalidad de burócrata de la vieja Bogotá que representan estos candidatos.
Después de las 3 no hay nada bueno, los muchachos salen a las 3 de la mañana y terminan en unos amanecederos espantosos donde nadie controla; en cambio, mejor tengámoslos en sitios regulados y que vayamos hasta las 6 de la mañana. La gente pone la rumba, sus muchachos salen, ustedes como padres pueden estar tranquilos y yo como alcalde pongo la seguridad. Ustedes ponen la rumba, yo pongo la seguridad.
SEMANA: ¿Qué haría en su gobierno con la reserva Thomas Van der Hammen?
R.L.: Es una reserva en potencia, ahí no hay reserva. Hay un bosque, que es Las Mercedes, pero si bien no hay reserva hoy, ese espacio cumple una función muy importante, que es conectar los cerros con el río Bogotá, es un corredor medioambiental muy importante. Hay que crear la reserva. Para eso hay que comprar predios, pero al mismo tiempo yo no puedo frustrar la construcción de ciertas vías que son fundamentales para la ciudad. Al lado de la reserva, yo tengo una ciudad completa que se llama Suba, con unas densidades grotescas de 250 habitantes por hectárea. Es básicamente un laberinto de gente extraordinaria, que trabaja, pero que no tiene salida.
Y tienes la vía Cota-Suba que es un hilito. Necesito hacer vías, extender y darle una salida hacia el norte y hacia el sur a la gente que viva en Suba, a la gente que vive en Bosa y a la gente que vive en Kennedy, que son localidades que han crecido detrás de los anillos viales más importantes, la Boyacá y la 68-100 y a las que nunca les construyeron avenidas para poder entrar y salir y nunca se les dio un metro subterráneo. Por eso cuando tú vives en Bosa, Kennedy o Suba, para poder salir a coger un TransMilenio del demonio tienes que montarte en un alimentador. Eso se demora una hora y media. No es justo ni digno con la gente. Yo necesito continuar la ALO norte, ojalá la podamos hacer esquivando la Van der Hammen, ampliar la vía Cota-Suba y extender la Boyacá.
SEMANA: ¿Qué opina del presidente Gustavo Petro?
R.L.: Mucho desorden y poca ejecución. Pero, mi propósito es tener la mejor relación posible con el Gobierno. Si tu único propósito como alcalde es construir troncales de Transmilenio, no necesitas del gobernador de Cundinamarca ni el Gobierno, si tu propósito es transformar a Bogotá en una nueva ciudad, frente a esa ciudad del pasado, la más congestionada del mundo, tienes que llevarte bien con el Gobierno y con el gobernador. Quiero poner en el centro un proyecto de ciudad, para eso necesito el compromiso de todos. Yo necesito hacer la tercera línea de metro y la cuarta, para eso necesito el concurso de la nación. Necesito hacer el Regiotram de Occidente y el Regional del Norte, para eso necesito el concurso de la nación y necesito hacer las grandes vías de acceso a Bogotá, para lo cual también necesito el concurso nacional y del gobernador de Cundinamarca. ¿A que voy a llegar a Bogotá, a enfrascarme en peleas politiqueras o a resolverle los problemas que tanto hacen sufrir a la gente? Pero, hago respetar mi autonomía, la gente conoce mi carácter, mi independencia, mi determinación, yo no soy un tibio que va y se arrodilla ante el poder que encuentra, yo soy un hombre que lucha y le pongo valentía a las causas en las que yo creo, en los propósitos en los que yo me comprometo.
SEMANA: Usted es hijo del exministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, víctima de la violencia. ¿Cómo lo recuerda a él?
R.L.: Mi padre fue un hombre muy valiente, fuerte, que nos enseñó a luchar por aquellas ideas que amamos y en las que creemos, ese fue siempre su ejemplo, de inmenso amor por Colombia, un hombre que fue capaz de ofrendar su vida sabiendo que lo iban a matar y nunca se doblegó, nunca renunció a hacer lo que él consideraba que había que hacer, él es un hombre que le advirtió al país lo que iba a pasar, mucha gente no creía. “Ah, pero es un exagerado, está loco”... el crecimiento de estos grupos delincuenciales, de estos carteles del narcotráfico es una amenaza a la supervivencia misma de nuestra democracia y de nuestra República y el valor de su muerte fue básicamente que él logró, sabiendo que lo iban a matar, vencer el miedo a la muerte, fueron más fuertes sus convicciones que el miedo a la muerte, a los hombres se les domina, se les esclaviza, con el miedo a la muerte. Cuando un hombre como él es capaz de vencer ese miedo a la muerte... Él sentía miedo, como cualquier persona, pero estuvo más fuerte hasta que venció ese temor a la muerte. Murió haciéndolo y le dio el ejemplo a mucha más gente para que vencieran ese miedo a la muerte y salieran a luchar por el país. Ese es el significado de su sacrificio. Y murió solo, él fue abandonado por sus amigos más cercanos, los colegas o muchos miembros de su propio gobierno prefirieron mirar para otro lado y él nunca se arrodilló. Él nos dejó huérfanos muy niños, tenía 8, mi hermano 6, pero nos dejó su ejemplo.
SEMANA: ¿Quién es Rodrigo Lara más allá del político?
R.L.: Soy un padre de familia, tengo dos hijos. Estoy casado con María José Valenzuela, tengo una niña de siete, un niño de cuatro, una familia y vivo muy feliz en mi familia. Soy abogado de formación, terminé el Congreso el año pasado y me desempeñaba como abogado con unas empresas importantes, llevaba unos casos, vivía muy tranquilo y muy feliz, monté una empresa que es una fintech, un sistema de pagos, con unos amigos, hacia otros países, el ámbito privado también me trajo muchas satisfacciones.
Decidí trabajar por Bogotá porque yo creo que es un reto muy grande. Mi esposa tiene una fábrica pequeña de ropa para niños. Vivimos y sentimos lo que esas microempresas, esas empresas nacientes, las dificultades que se viven para crecer, pero luchamos todos los días, mis hijos, ella puede manejar su tiempo, a las 3 de la tarde está haciendo deporte con mis hijos, son grandes deportistas, un gran orgullo, mi hija va a torneos y los gana, va a torneos internacionales de golf, yo no sé jugar pero mi hija es campeona de gol (risas) porque mi esposa la ha llevado y a ella le gusta. El niño va para allá, son grandes deportistas. Yo soy hijo de madre cabeza de hogar y sé lo duro que viven las mujeres todos los días que son cabeza de hogar.
SEMANA: ¿Por qué los bogotanos deberían votar por usted?
R.L.: Porque aquí lo que hay en juego realmente es básicamente un impulso, un reto entre el pasado y el futuro, entre una vieja Bogotá que quiere perpetuarse y una nueva Bogotá, eso es lo que realmente me mueve. La vieja Bogotá la representan las viejas estructuras políticas, los paradigmas fracasados que han gobernado esta ciudad, que la hacen una de las más inseguras del mundo, que sea la ciudad más congestionada del mundo, de no construir vías de acceso, de no construir metro. Medellín ya tiene tres líneas, Bogotá ninguna y creo que eso es lo que tenemos que cambiar.
Estoy enfrentando a dos maquinarias muy poderosas, soy la única opción viable de tercería para derrotar a esas dos maquinarias, la de Claudia López y su continuismo con todos los concejales, alcaldías locales a todo vapor tóxico de mermelada, son esas alcaldías locales las que hacen la sombra de poli sombra que nunca se terminan, totalmente politiqueras y ella representa una maquinaria, los exministros del gobierno Santos, Juan Fernando Cristo y todos montados en esa campaña, el negocio de los buses y ahora otros expresidentes que están llegando por ahí sorpresivamente allá a la campaña del vapor tóxico de Claudia López. La otra busca extender el Gobierno nacional a Bogotá, con todo su desorden y su caos, la Bogotá con el candidato Gustavo Bolívar, a esas dos maquinarias con usted, con su voto, en este proceso independiente, las vamos a derrotar, pero necesito el apoyo de la gente, necesito que la gente vote como vota siempre Bogotá, de opinión, sin dejarse manipular por las encuestas de 300 muestras, para eso se necesita cero tibieza, mucho amor por la ciudad, por la gente, carácter, valentía y determinación.