POLÍTICA
¿Se acabó la luna de miel entre Claudia López y Gustavo Petro?
A pesar de que son líderes que han sido cercanos, hoy la relación entre ellos está rota de nuevo. El problema es que en la mitad queda la ciudadanía que espera soluciones profundas para la ciudad. ¿Volverán a reencontrarse?
La relación entre el presidente Gustavo Petro y la alcaldesa de la capital Claudia López no ha sido la mejor. Recientemente, han vuelto a salir disgustos a flote y cada vez son más duros los comentarios, especialmente de la mandataria local en contra del Gobierno.
Hace unos días, López le respondió al embajador en Caracas, Armando Benedetti, que lamentaba que hayan robado a un tío suyo en la ciudad y que iba tras los delincuentes, sin embargo, le echó el agua sucia al Gobierno diciendo que debería ayudar para que los delincuentes no queden libres luego de que son capturados.
No se trata del primer episodio que genera grietas entre el gobierno local y nacional, que se esperaría que trabajen de la mano, especialmente cuando son de corrientes ideológicas cercanas. La alcaldesa López ha cuestionado que a través del proyecto de paz total que ya fue aprobado casi que en su totalidad en el Congreso se le abriera la puerta a negociar de nuevo con Iván Márquez y la Segunda Marquetalia.
“Si el problema es la ley, que tramiten la ley con la misma o más prevalencia o prioridad que le dan a ver cómo negocian con el angelito de Iván Márquez, ¿por qué con esa misma urgencia no se ha tramitado la ley que se necesita para que el atraco de verdad tenga cárcel?”, cuestionó López.
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Otro tema fueron los actos de violencia que se registraron por parte de indígenas de la comunidad embera en el centro de Bogotá. De nuevo, López le echó la culpa al Gobierno. “Bogotá es la única ciudad y entidad que ha dado refugio y ayuda humanitaria a los emberas por más de dos años. Es inadmisible que nuestros servidores sean agredidos. El Gobierno nacional ni evita que los desplacen ni les garantiza retorno seguro. Bogotá no puede seguir sola en esto”, dijo la mandataria.
Además de eso, también le causó un profundo malestar que desde el Gobierno estén empecinados en sacar de la cárcel a los miembros de la primera línea que fueron detenidos en las protestas del año pasado. La alcaldesa tuvo que vivir en carne propia las consecuencias de que varios de esos grupos destruyeran los bienes públicos de la ciudad. Ella se ha mostrado a favor de que quienes sean hallados responsables paguen por sus delitos.
“Y días después vemos cómo se agrede a ciudadanos en el Portal Américas, otra vez al transporte público, y quienes lo hacen quedan libres e impunes. No es la impunidad la que nos va a dar seguridad y tranquilidad”, reclamó la alcaldesa, tras registrarse hechos violentos que se presentaron hace una semana y en los que al parecer intercedió el viceministro del Interior Gustavo García para que tres jóvenes detenidos por la Policía fueran liberados.
Precisamente, una de las disputas más fuertes que se han presentado entre Petro y Claudia López es por las protestas y sucedió el año pasado en lo que se denominó por la izquierda el “estallido social”. En los momentos más críticos, López responsabilizó al Pacto Histórico de incentivar la violencia.
“Yo quiero insistir en que esta radicalización de jóvenes abiertamente promovida por senadores como Gustavo Bolívar y otros actores políticos del petrismo es absolutamente irresponsable y está directamente correlacionada con que se sigan presentando estos hechos de vandalismo en la ciudad. No hay derecho en que para hacer política algunos actores como ellos estén radicalizando jóvenes para llevarlos como carne de cañón e incluso terminen en este tipo de actos vandálicos y criminales”, aseguró la mandataria local.
Eso generó réplicas de Petro, Bolívar y demás integrantes del Pacto Histórico que también subieron el tono. Incluso, Petro la demandó por supuestamente afectar su honra y buen nombre, entre otros supuestos delitos. Bolívar fue más allá. “Eres una rastrera de la peor calaña. Yo no financio vándalos. Fueron 4.988 personas que donaron para proteger jóvenes a los que usted les manda el ejército y el Esmad para que los maten y mutilen. Te quedó grande la ciudad y descargas las culpas en otros. Mediocre”, le contestó Bolívar en un fuerte mensaje.
Luego del rompimiento, la situación entre ambos sectores se apaciguó, al punto de que se conoció que en medio de la campaña a la presidencia López estuvo respaldando indirectamente la candidatura de Petro. El actual mandatario reconoció que estaban en “reconciliación”, en medio de la campaña. Posteriormente, hubo mensajes muy claros del acercamiento entre ambos, como por ejemplo, la renuncia del exjefe de gabinete de Bogotá, así como que varios líderes cercanos a la mandataria local y hasta familiares, como su mamá y su esposa, la senadora Angélica Lozano respaldaron a Petro.
Una vez el líder del Pacto Histórico llegó al poder parecía que la relación sería color de rosa de nuevo. El mandatario destacó el encuentro que tuvieron ambos en el que se tomaron una foto sonriente del momento, y ella le respondió con la misma cordialidad.
“Mil gracias al presidente electo Gustavo Petro por su disposición y tiempo para que conversáramos sobre temas claves de ciudad y país. Él cuenta conmigo y yo con él para sacar adelante los programas de cambio social, económico y ambiental que apoyamos los bogotanos y colombianos”, aseguró López.
Sin embargo, varios meses después la relación se ha vuelto tensa de nuevo. El problema es que de fondo quedan las políticas articuladas que se necesitan entre el gobierno local y nacional para sacar a la ciudad de la crisis en la que se encuentra. Además del tema de inseguridad, hay varios proyectos de infraestructura claves para la capital que necesitan la colaboración y armonía entre ambos mandatarios.
Uno de ellos es el metro de Bogotá. Por ejemplo, surgió el rumor de que supuestamente el Gobierno estaría evaluando las posibilidades de revivir el metro subterráneo en la capital, un tema que parecía superado. Según anuncios de miembros del gabinete y de la alcaldesa, no habrá cambios en lo contratado, pero las especulaciones dejaron el manto de duda.
Asimismo, dejó un sinsabor el disgusto entre la ministra de Ambiente Susana Muhamad y la alcaldesa López por cuenta de la creación de la Región Metropolitana de Bogotá a la que la funcionaria del Gobierno se opuso a la conformación de una autoridad ambiental en la región. La mandataria le contestó y en la pelea se metieron varios de ese sector a respaldarla, entre ellas la senadora Angélica Lozano y el copresidente del Partido Verde Antonio Navarro Wolf.
Muhamad le había hecho una férrea oposición a la mandataria local el tiempo que se desempeñó como concejal de Bogotá por la Colombia Humana, antes de llegar al Gobierno.
La relación entre López y Petro ha sido dispareja, de amores y odios, sin embargo, siempre terminan reencontrándose, a pesar de los disgustos y la subida de tono. Aunque pareciera que se volvieron a distanciar, con los antecedentes que hay puede que prontamente vuelvan a encontrarse y tomarse de nuevo una foto abrazados y sonrientes. El problema es que ahora el disgusto es a otro precio, ya que no son simples políticos, sino que tienen las riendas del país y de la capital. Mientras Petro tiene el poder nacional y gran parte de los recursos, la mandataria buscará terminar su gestión de la mejor manera y para eso se necesitan uno del otro.