política
Se adelantó la campaña presidencial y los partidos ya buscan el reemplazo de Gustavo Petro; estos son los primeros precandidatos
Gustavo Petro aún no llega a la mitad de su mandato y un sector del país ya piensa en su reemplazo.
La campaña presidencial de 2026 se anticipó. El bajonazo en la popularidad del presidente Gustavo Petro, los escándalos que rodean a su familia, las metidas de pata y las controvertidas decisiones han llevado a distintos partidos a pensar desde ya en un salvador. O en un líder que pueda enderezar el rumbo del país en los próximos años.
Petro no completa ni dos años en el poder, ni siquiera las reformas con las que promete el cambio han sido tramitadas con éxito en el Congreso y distintos sectores ya están pensando en quién será su reemplazo. Es un hecho similar al que ocurrió con el expresidente Ernesto Samper, quien gobernó bajo la sombra del proceso 8.000, y Belisario Betancur, a quien el país le cobró el auge del narcotráfico.
Paradójicamente, el líder del Pacto Histórico está tomando la misma medicina que les dio a otros mandatarios en el pasado: la sensación de caos por la ausencia de liderazgo. “Veo al Gobierno Petro muy similar al de Duque: despilfarraron su capital político en su primer semestre. Así como Gustavo hizo en su momento una campaña para joder a Duque, hoy personajes como Claudia López, jodiendo a Petro”, dijo a SEMANA el analista político Carlos Suárez.
El ramillete de precandidatos presidenciales que están en el sonajero expresan posturas extremas hacia Petro, pues creen que eso reclamará el país en las urnas. Por eso, algunos se anticiparon y saltaron al ruedo para aprovechar el desprestigio del Gobierno y capitalizar electores bajo la figura de la crítica u oposición.
“Los Gobiernos malos hacen que las sociedades empiecen a buscar alternativas tempraneras de candidatos presidenciales para poder salir del marasmo que estos han generado. El clima de opinión hace que el terreno sea fértil para anticipar las campañas”, añadió Suárez.
Para el analista Rodrigo Pombo, la campaña presidencial empezó el 7 de agosto de 2022 con el discurso del presidente. “Gustavo Petro nunca ha querido ser presidente, sino eterno candidato, un líder popular, quizás populista, en función de un continuo debate político. Otros expertos creen que la contienda tuvo origen la primera semana de enero de 2024, cuando varios alcaldes y gobernadores salieron de sus Gobiernos y quedaron con las manos libres”.
El senador Alejandro Carlos Chacón considera que hablar de precandidatos como si el presidente tuviera el sol en la espalda es una estrategia política que no es nueva. “El propósito es claro: deslegitimar a Petro. Con ello la gente piensa en otro presidente, que llegará alguien distinto, eso deslegitima. Mediáticamente se está haciendo”, afirmó. A su juicio, quienes idearon este plan contra el Gobierno “han sido bastante inteligentes; el tiempo dirá si les funciona”.
La senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, fue la primera en decirle al país que será precandidata presidencial. “La campaña presidencial sí se anticipó completamente”, le reconoció a SEMANA.
“Este Gobierno ha sido un fiasco y se cimentó sobre expectativas de cambio que eran pura propaganda. Arrastra una cantidad de cuestionamientos sobre su financiación, más un gabinete incompetente e inepto. Esto invita a buscar sucesores y quién nos salve”, dijo.
La senadora Paloma Valencia también ha dicho abiertamente que quiere buscar la candidatura única del Centro Democrático. Sin embargo, aún no ha iniciado campaña. “Pero la ciudadanía le va exigiendo a uno. ¿A quién se le ocurre que le pregunten a uno faltando tres años si busca una precandidatura?”.
Los senadores Paola Holguín y Miguel Uribe también tienen aspiraciones. Álvaro Uribe llamó a la primera una de las “tigresas” del Centro Democrático. Por su parte, la exalcaldesa de Bogotá Claudia López está en campaña política. Aunque permanece en Harvard, aprovechó los últimos meses de su gobierno para cargarse de tigre contra Petro, a quien ayudó a elegir en 2022. A ella le cuestionan su incoherencia.
Líderes cercanos a Claudia le confirmaron a SEMANA que saltará al ruedo con un discurso más radicalizado contra el jefe de Estado y entre sus planes estaría hacer campaña pronto para tratar de reforzar su imagen, desgastada tras una alcaldía cuyos resultados fueron agridulces.
Otro de los que están en el sonajero es Juan Guillermo Zuluaga, el exgobernador del Meta, cuyo nombre ha venido cogiendo fuerza porque en los últimos dos años se dedicó a denunciar con firmeza cómo las disidencias de las Farc, al mando de Iván Mordisco, invadieron el departamento.
Su discurso y distanciamiento con el Gobierno no le gustan al presidente Petro ni al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, y en varias oportunidades han chocado en redes sociales.
Aníbal Gaviria, exgobernador de Antioquia, también pretende convertirse en precandidato.
Asimismo, hay una figura que ha sobresalido por su liderazgo y mano dura contra la delincuencia y la corrupción: el fiscal general, Francisco Barbosa. Él no ha manifestado su interés en aspirar a la presidencia, pero la izquierda y el propio presidente Petro creen que está en campaña: recorre las regiones, es mediático y lanza fuertes dardos contra el Gobierno.
Por los lados de Cambio Radical, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras ha enviado mensajes que podrían leerse como un interés de suceder a Petro en 2026. Él, que se ha mantenido al margen de la prensa, se convirtió en uno de los más acérrimos contradictores del Gobierno. Y desde hace algunas semanas ha buscado reinventarse. En sus redes sociales publica videos cercanos con niños, con los que busca aproximarse a la opinión pública.
Como si fuera poco, en los sectores progresistas allegados al petrismo también están pensando desde ya en las elecciones. El exalcalde de Medellín Daniel Quintero dijo que será candidato.
“Somos alternativa para el año 2026. Desde ya les digo a los que quieren sacarnos del camino, eliminarnos del proceso político, que eso les va a salir mal, porque entre más nos tratan de sacar, es porque más miedo les causamos hacia adelante (...). En 2026 vamos a dar la guerra”, anunció.
La primera semana de enero, el antioqueño acompañó algunas posesiones de alcaldes afines, entre ellos el de Neiva, Germán Casagua. Quintero no tiene aún el guiño de Gustavo Petro y tendría que enfrentarse al ala petrista que no lo respalda, entre ellos Gustavo Bolívar. “No me representa”, le dijo en su momento a SEMANA. También tendría que medirse, eventualmente, con el exgobernador de Magdalena Carlos Caicedo.
Habrá que esperar las decisiones que tomen en los próximos meses la vicepresidenta Francia Márquez –cada vez más distante del Gobierno– y el embajador de Colombia en Reino Unido, Roy Barreras. En realidad, todo aquel con sed de poder, así no tenga mayor opción para llegar a la Casa de Nariño en 2026, se mostrará y se hará sentir ante la opinión pública, pues, al fin y al cabo, hacer oposición genera votos y figuración.
Una campaña presidencial prematura no es conveniente para Petro. De entrada, sus reformas a la salud, laboral y pensional no han sido aprobadas en el Congreso. Pensar en el sucesor le quita oxígeno, posibilidades de moverse políticamente y acrecienta ese anhelo social de que se acabe pronto su gobierno. Si eso ocurre, la agenda empieza a girar en torno a quién lo puede reemplazar.
“Lo que les pasa a los Gobiernos en el último año es que nadie les para bolas porque todo el mundo está pensando en su sucesor. Como se le está anticipando, la gente ya no está tomando en serio las cosas que dice el Gobierno, sino que está pensando cuándo va a terminar Gustavo Petro para corregir los daños causados”, aseguró Paloma Valencia.
De las movidas del presidente dependerá que la precipitada campaña no termine por entorpecer su mandato.