Política
Se agrieta la coalición de Gobierno: los partidos tienen líneas rojas inamovibles que podrían frustrar algunas reformas
El periodo legislativo que se avecina podría ser el más complejo de toda la administración de Gustavo Petro.
El próximo 6 de febrero, si el Gobierno expide el decreto, se reiniciará la actividad legislativa en sesiones extraordinarias. Se trata de un periodo altamente ocupado, lleno de reformas sociales, puntos polémicos, cambios drásticos y una ley de sometimiento, que determina las condiciones de las negociaciones de paz con las guerrillas y grupos narcotraficantes.
En total, el Gobierno nacional radicará 16 nuevos proyectos en el Congreso de la República. Al mismo tiempo, pretende continuar con el trámite de otros 15 que vienen en curso desde el periodo pasado. Todo esto incluye el Plan Nacional de Desarrollo, que es nada más y nada menos la hoja de ruta del país hasta 2026.
Es un periodo complejo y esto lo sabe Alfonso Prada, ministro del Interior. Por esta razón, desde que inició el año, el funcionario encargado del legislativo se reúne con todas las bancadas afines al Gobierno posibles, incluyendo al Pacto Histórico. Incluso, el jefe de cartera incentiva que las colectividades se vayan de retiro espiritual, dado que es una oportunidad para hablar en privado y directamente con los parlamentarios sobre los retos a venir.
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Después del Pacto Histórico, la bancada más cuantiosa del Congreso de la República es la del Partido Liberal. La colectividad es heterogénea y con pocos parlamentarios incondicionales con el Gobierno Petro. Usualmente, algunos congresistas no le temen a diferir públicamente con el mandatario, lo cual evidencia la distancia ideológica que una parte tiene con el mandatario.
El presidente del partido, César Gaviria, tampoco le teme a diferir públicamente con Gustavo Petro. En su momento, puso en aprietos la reforma tributaria con sus incisivas críticas y, con la reforma a la salud, hizo lo mismo hace pocos días.
El líder de los liberales prepara un documento para solicitarle a los congresistas que no dejen que la reforma a la salud “arrase” con el sistema y ponga en riesgo a los pacientes colombianos. A pesar de que reconoce que existen muchas cosas por mejorar, considera que las EPS no se pueden eliminar.
SEMANA conoció que va más allá de presionar al Gobierno Petro. Se trata de una preocupación genuina, por lo que podría acarrear la reforma de Carolina Corcho. “Como están las cosas, la mayor parte del partido no vota la reforma a la salud”, le contó un parlamentario a este medio.
Otra preocupación gira en torno de las listas cerradas, que es el corazón de la reforma política y un punto inamovible para el Gobierno nacional.
El Partido Conservador, por otro lado, quiere dejarle claro al Gobierno que tiene una línea ideológica. Las elecciones de octubre se acercan y la colectividad debe trabajar en una narrativa para poder ganar terreno en las regiones. Por esta razón, esperan reunirse para afinar la postura frente a las reformas del Gobierno, la cual contendría varios reparos, casi todos enfocados en la reforma a la salud.
Muchos no están de acuerdo con eliminar las EPS y con una eliminación completa del sistema actual, dejando atrás 30 años de experiencia en la materia. A su vez, SEMANA conoció que los conservadores le dejaron claro al Gobierno que no votarán la reforma política por las listas cerradas.
Primero deberán reunirse y, con las reformas en mano, la colectividad tomará una decisión frente al paquete de reformas.
Algo similar ocurre con el Partido de la U, colectividad en la que aún se reservan sus posturas oficiales, dado que no se conocen los textos finales de las reformas. A pesar de esto, Dilian Francisca Toro, su presidenta, comenzó a manifestar que, si bien el sistema de salud debe mejorar, es inconveniente eliminar las EPS.
“No podemos destruir un sistema que ha generado buenos resultados”, dijo la posible candidata a la Gobernación del Valle en SEMANA.
Por otro lado, está la Alianza Verde, que pasa por un tramo complicado en su relación con el Gobierno. El presidente Gustavo Petro le lanzó un ultimátum a la alcaldesa Claudia López para lograr replantear la primera línea del Metro de Bogotá, lo cual causó rechazo en la mayoría de congresistas del partido. A su vez, desde el periodo anterior, abundaron peleas con el Pacto Histórico y la reforma política, que busca listas cerradas, fue motivo de discordia.
Por ahora, sin los textos finales de las reformas, el partido ve con preocupación la eliminación de las EPS, implementación de las listas cerradas y, al igual que Claudia López, no ven con buenos ojos la posible excarcelación de reclusos para combatir el hacinamiento.
Todas las colectividades coinciden en que deberán tener los textos de las reformas en mano para poder tomar una decisión a fondo sobre cada una de las temáticas. Lo cierto es que la reforma a la salud es la principal responsable de las grietas en la coalición, dado que es la más controversial hasta el momento. El ministro del Interior, Alfonso Prada, se enfrentará a un verdadero reto.