Paz
“Se le fueron las luces a la JEP”: excomisionado Camilo Gómez critica sometimiento de Mancuso; dice que no tiene competencia para incluir paramilitares
El comisionado de paz del Gobierno de Andrés Pastrana señala a esa Jurisdicción de querer reescribir la historia.
El ex comisionado de paz del Gobierno de Andrés Pastrana, Camilo Gómez, se fue con toda contra la decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de aceptar el sometimiento del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso.
El abogado Gómez asegura que esa jurisdicción no tiene competencia para recibir a los exparamilitares, que ya tuvieron un tribunal especial en Justicia y Paz, y hasta señala a esa instancia de querer “reescribir la historia”.
SEMANA: ¿Usted cómo ve que se haya aceptado a Salvatore Mancuso dentro de la JEP?
Camilo Gómez (C. G.): Es, a todas luces, un acto contrario a lo que disponen la Constitución y la ley. La JEP no puede con una ficción de tal tamaño como incorporar a Mancuso a la Fuerza Pública y de manera funcional y material aceptarlo. La JEP no fue hecha para eso y las normas que la regulan no lo permiten. Se le fueron las luces a la JEP.
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SEMANA: Esta ida de luces de la JEP, ¿usted cree que persigue algún interés particular?
C. G.: Pues, a lo largo de la resolución en la que aceptan a Mancuso como miembros funciona de la Fuerza Pública se dejan ver unas intenciones que no me parecen apropiadas; generalizan, por ejemplo, que la unión entre Mancuso, miembros de la Fuerza Pública y empresarios, pues es de todos. Hay muchos más miembros honestos que los que actuaron mal, empresarios que son miles de empresarios honestos que nunca cometieron un solo delito, sino que fueron víctimas de los paramilitares. Y funcionarios públicos que igualmente la JEP no puede generalizar que todos fueron cómplices de Mancuso.
Por otro lado, muestra una intención de armar un esquema según el cual los empresarios, la Fuerza Pública y agentes del Estado se asociaron con Mancuso, sin que eso sea cierto y sin que Mancuso haya podido probar nada. O, por lo menos, la JEP no ha mostrado las pruebas que supuestamente tienen.
SEMANA: El senador Ariel Ávila ha criticado sus declaraciones diciendo que: “En la vida real en el gobierno de Andrés Pastrana los militares le cedieron el poder a los paramilitares y debe estar muy asustado el señor Gómez de que los descubran”. ¿Usted qué le responde al senador?
C. G.: El senador Ariel Ávila me parece irresponsable, no tiene ninguna base en sus afirmaciones. Si un Gobierno se caracterizó por buscar la paz y luchar contra los paramilitares fue el de Andrés Pastrana. Yo fui su comisionado y como comisionado actué y participé en muchas discusiones de los primeros instrumentos principales contra el paramilitarismo, la primera política contra el paramilitarismo se dio ahí.
Las más importantes acciones de protección de Derechos Humanos se dieron ahí. ¿Usted cree que el Plan Colombia se hubiera dado si lo que Ariel Ávila afirma fuera cierto? Me parece que por defender un adefesio como el que produjo la JEP un senador no puede ser tan irresponsable y tan poco profundo en sus afirmaciones.
SEMANA: Usted dice que la JEP está graduando a Salvatore Mancuso de militar. ¿Qué significa esto?
C. G.: Es muy sencillo. La JEP no tiene competencia para incorporar en su jurisdicción a los miembros de los paramilitares, en este caso a Mancuso. Pero para poder llevarlo, no sé a cambio de qué beneficios ni a cambio de qué alternativas, lo convierten entonces en miembro funcional y material de la Fuerza Pública, lo cual es a todas luces un despropósito, sobre todo frente a todos los militares y policías que actuaron bien y que cumplieron sus funciones defendiéndolo de la guerrilla y que lo hicieron dentro del marco de la Constitución y la ley.
Decir que la Fuerza Pública está aliada con un narcotraficante criminal me parece que es un despropósito de la JEP y tiene un tinte ideologizado total esa decisión.
SEMANA: A la luz de los diálogos de paz del Gobierno de Gustavo Petro para la paz total con otros grupos armados como el ELN o las disidencias de las Farc, ¿usted qué lectura hace de esta decisión que toma la JEP para incluir a Mancuso?
C. G.: La paz total no es una discusión sobre la paz o la guerra, es una discusión sobre los intereses de los narcos y de quienes están vinculados al narcotráfico, como las estructuras de Iván Mordisco y el mismo ELN. Ahí no hay una discusión de paz, hay una discusión de intereses. Esta decisión lo que busca es dejar definitivamente un parámetro inconstitucional de una negociación de paz. No me parece que la JEP haya sido creada para eso o que se pueda meter en eso. Es totalmente ajeno a sus funciones.
Y, frente a la paz total, pues es que es abrirles la puerta a los narcotraficantes, que es lo que está propiciando finalmente esta política de paz.
SEMANA: Entonces, ¿qué cree que se está buscando con el sometimiento de Salvatore Mancuso a la JEP?
C. G.: A lo largo de la resolución, la JEP deja entrever que lo que quiere es también reescribir la historia. El fenómeno paramilitar fue muy desafortunado, hay que sancionarlo; para eso se creó la Jurisdicción de Justicia y Paz, para eso se establecieron unos mecanismos que obligaban a Mancuso a decir la verdad y, si no la dijo en su momento, pues debe perder todos los beneficios que obtuvo de Justicia y Paz. Es tan sencillo como eso. Y la JEP, no sé cuál sea su intención final al involucrarlo, tampoco puede venir a reescribir la verdad con base en posiciones ideológicas que no son cercanas a la realidad.