Política
Semana clave para el canciller Luis Gilberto Murillo, quien regresó de vacaciones este martes: ¿renunciará al cargo?
¿Dimitirá en medio de las tensiones políticas y democráticas en Venezuela? Esta semana será definitiva para su continuidad en el cargo.
El canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, regresó al Palacio de San Carlos, en Bogotá, este martes, 7 de enero, tras haber tomado un receso en sus labores desde finales de diciembre de 2024.
“Estoy regresando a resolver asuntos, estoy llegando a ponerme al día”, le dijo a SEMANA.
El jefe de la diplomacia en Colombia resolverá esta semana dos chicharrones que tiene en sus manos. Uno, la permanencia en el cargo, un asunto que discutirá personalmente con el presidente Gustavo Petro porque él, como se lo reconoció a SEMANA en la última edición de 2024, siente que hay un desgaste en el cargo.
“Estoy a disposición del presidente Gustavo Petro hasta que él lo considere. A mi familia le había dicho que iba a estar en el cargo unos dos años y después miraría otros horizontes, y ya empecé el tercer año. Yo sé que tendré, ahora que salgamos de vacaciones, esa conversación con mi esposa y mis hijos, que siempre me aconsejan y me asesoran en estos temas. Sí, voy a tener esa conversación. La verdad es que la exigencia de estos cargos es inmensa. Por ejemplo, llevo tres meses en los que prácticamente uno duerme en el avión, se cambia de ropa en los aeropuertos y en ocasiones impacta las diferentes zonas horarias. El desgaste no es menor”, dijo en ese momento.
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El día llegó. Murillo ya habló con su familia y tendrá que definir esta semana si sigue o no en el cargo. O salta de nuevo a la política o a la academia, como él se lo contó a este medio. ¿Renunciará en medio de las tensiones políticas y democráticas en Venezuela? Es la pregunta que queda en el ambiente.
El otro chicharrón del Canciller es la posesión del dictador Nicolás Maduro este viernes 10 de enero, pese a que no le demostró al mundo que ganó las elecciones del 28 de julio de 2024 frente a Edmundo González.
No fijar una posición radical contra el régimen de Maduro, pese a que varios países lo han hecho, le ha costado a Murillo cargar un piano que, sin duda, le generará consecuencias a su carrera política.
El canciller Murillo ha sido prudente y ha dicho que en Venezuela no hay actas que confirmen el triunfo de Nicolás Maduro ni de Edmundo González, pese a que el segundo ha documentado al mundo cómo el régimen se robó las elecciones presidenciales.
Luis Gilberto Murillo anunció que no asistirá a la posesión de Maduro porque no fue invitado. Sin embargo, recientemente recomendó que nadie del gobierno de Gustavo Petro debería asistir al acto protocolario donde Nicolás Maduro promete quedarse en el Palacio de Miraflores, pese a que Venezuela tiene claro que fue derrotado en las urnas.
El conflicto en Venezuela supone un desafío para el canciller Murillo.
Algunos analistas políticos dicen que si él permanece en la Cancillería de Colombia enfrentaría un desgaste aún mayor por la permisividad suya y la del presidente Gustavo Petro frente al régimen. No obstante, él le dijo a SEMANA que su continuidad en el Ministerio de Relaciones Exteriores no está ligada a cálculos políticos.
¿Renunciará al cargo Murillo en medio del escándalo con Venezuela y Nicolás Maduro o seguirá en su cargo pese a las consecuencias políticas? Esa respuesta se conocerá esta semana.
