POLÍTICA

“¿Será menos grave ser drogadicto que comer azúcar?”: María Fernanda Cabal sobre propuesta del gobierno Petro

La senadora comparó la propuesta de legalizar la venta de cannabis sin licencia con los impuestos a bebidas azucaradas incluidos en el proyecto de reforma tributaria.

12 de agosto de 2022
María Fernanda Cabal y Gustavo Petro.
La senadora comparó la propuesta con los impuestos a bebidas azucaradas incluidos en el proyecto de reforma tributaria. | Foto: SEMANA

La senadora María Fernanda Cabal reaccionó este jueves a la propuesta del presidente Gustavo Petro de legalizar la venta de cannabis sin licencia.

El mandatario de los colombianos abrió el debate al sugerir, durante un evento en la ciudad de Cali, que los campesinos del Cauca siembren cannabis con la finalidad de que el país se pueda volver un país competitivo en el mercado internacional con exportaciones en esa materia.

“Si queremos que los alcaldes que están en la zona de los Andes donde se produce marihuana (Corinto, Miranda), hagan el diálogo regional, hablemos. ¿Qué pasa si se legaliza el cannabis en Colombia sin licencias? Como sembrar maíz, como sembrar papa y vemos si se exporta eso y nos ganamos unos dólares, porque en media parte de la humanidad es legal”, dijo Petro, quien agregó que la siembra de cannabis sin licencia podría generar un impacto positivo en materia de orden público, bajando –según él– las cifras de violencia en regiones históricamente conflictivas.

“Porque en media parte de la humanidad es legal. ¿Va a ser la multinacional canadiense la que se quede con los dólares y haga las plantaciones de cannabis o van a ser los campesinos de cannabis del Cauca?”, subrayó.

Frente a las afirmaciones del presidente, la senadora Cabal hizo una comparación con los impuestos a alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas incluidos en el proyecto de reforma tributaria, que fue radicado el pasado lunes en el Congreso de la República por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.

La senadora del Centro Democrático calificó de “pura lógica izquierdópata” el “legalizar el cannabis sin licencia y ponerle precios exorbitantes a la comida”. Y agregó: ”¿Será menos grave ser drogadicto que comer azúcar?”.

Horas antes, la política había cuestionado al mandatario, quien manifestó que tomar gaseosa “es malo” y produce diabetes, todo esto en medio de su defensa a los denominados impuestos saludables.

“Estos que se hacen llamar ‘el cambio’ dicen que consumir chitos, chicharrón, mortadela, obleas, salchichón y gaseosa es muy peligroso para la salud, pero la marihuana recreativa y la coca hay que despenalizarla. ¿Será que eso sí es muy bueno?”, expresó Cabal en Twitter.

La reforma

Cabe recordar que en el proyecto de reforma tributaria se busca recaudar inicialmente 25,9 billones de pesos con nuevos tributos, entre ellos los de las bebidas azucaradas.

En ese sentido, el impuesto a las bebidas azucaradas se gravará en función del contenido de azúcar por cada 100 mililitros, mientras que el de los alimentos como snacks, embutidos y polvos para preparaciones, entre otros, será del 10 % sobre el valor de cada uno de estos productos.

“Las disposiciones contenidas en esta iniciativa legislativa proponen la creación de un impuesto a las bebidas azucaradas, de tal manera que el hecho generador del impuesto corresponda a la producción y primera venta del producto. Esta diferenciación tarifaria contribuye a promover la reducción del consumo de los productos con mayor contenido de azúcar en el país”, indica inicialmente el texto.

Luego, añade: “Es importante resaltar que la Nación será el titular de este impuesto (sujeto activo), mientras que los productores o importadores serán los agentes sobre los cuales recaerá el pago de este tributo (sujeto pasivo). Esta ley permitirá desincentivar la modificación del etiquetado de los productos para poder acceder a un impuesto más bajo del que realmente corresponde, como una herramienta adicional de seguimiento”.

Con respecto a los productos ultraprocesados, el proyecto legislativo propone que estos también tengan un nuevo impuesto debido a los potenciales efectos adversos que tienen en la salud de los colombianos, a raíz de un excesivo consumo.