POLÍTICA
Sin Roy Barreras, el Gobierno Petro pierde a su principal ficha en el Congreso en un momento crítico para las polémicas reformas
El presidente del Senado logró la aprobación de la reforma tributaria y el Plan Nacional de Desarrollo.
El senador Roy Barreras abandonará su curul en los próximos días, apenas se notifique de la decisión del Consejo de Estado que tumbó su elección por doble militancia. En otras palabras porque, antes de inscribirse como candidato al Senado por el partido ADA, del Pacto Histórico, debió renunciar 12 meses antes a La U.
La salida de Barreras significa un duro golpe para el Gobierno Petro. Barreras era el principal aliado de la Casa de Nariño en el Congreso.
Es uno de los congresistas de confianza de Petro porque, entre otras, trazó el calendario con la agenda del estudio de todas las reformas estructurales del gobierno. Bajo su presidencia, logró, casi en tiempo récord, la aprobación de la controvertida reforma tributaria que lideró el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y ahora el Plan Nacional de Desarrollo.
Sin embargo, sus tareas no habían llegado a su fin. Cargaba entre pecho y espalda la aprobación de las reformas a la salud, la pensional, la laboral y la agraria que están empantanadas en esta legislatura por falta de tiempo.
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En varias oportunidades, a través de SEMANA, pidió insistentemente a los ministros radicar a tiempo los proyectos, empezar las discusiones en el Congreso y agilizar el trámite.
Por eso, sin Roy en la Presidencia del Senado, el escenario se complica para Petro.
De hecho, quien lo sucederá en la Presidencia del Senado es el vicepresidente Miguel Ángel Pinto, del Partido Liberal, uno de los dirigentes más cercanos al expresidente César Gaviria, hoy en un carril opuesto a la Casa de Nariño.
Uno de los senadores que midió prematuramente el impacto de la salida del Congreso de Roy Barreras es Iván Cepeda, también cercano a Petro. “Mi solidaridad. Se deberá estudiar la decisión del Consejo de Estado e interponer los recursos de ley. Es evidente la campaña para frustrar los cambios y reformas que impulsa nuestro Gobierno. Pero no lo van a lograr. Las transformaciones están en curso”, dijo el senador del Polo Democrático.
No es secreto que Barreras, médico de profesión, conoce como pocos el manejo del Legislativo y por eso se convirtió en el preferido de Petro para manejar el Senado en su primer año de gobierno con miras a sacar adelante las reformas.
La experiencia política de Barreras lo llevó a imponerse en la Presidencia del Senado. Aunque no es un hombre de izquierda, como lo ha reconocido abiertamente, se ganó la confianza de Petro y pasó por encima de los senadores Gustavo Bolívar, de la Colombia Humana, y Alexánder López, del Polo Democrático Alternativo.
El triunfo de Roy atizó la hoguera y generó una tormenta política en el Pacto Histórico antes del inicio del primer período del Legislativo.
Con su habilidad política sorteó varias turbulencias en el petrismo.
El ambiente se volvió aún más tenso cuando se enfrentó a la exministra de Salud, Carolina Corcho, porque se opuso a su controvertida reforma a la salud, y la llamó “irresponsable” e “ideologizada”. Ese enfrentamiento no gustó en la Casa de Nariño. Tampoco al senador Alexánder López y al exsenador Gustavo Bolívar que desempolvaron viejas rencillas y lo cuestionaron en Twitter.
El tema empeoró cuando el Consejo Nacional Electoral le otorgó la personería jurídica de La Fuerza de la Paz, su partido político. Barreras, con ojos de calculador electoral, le echó el ojo a políticos tradicionales y les anticipó que les coavalaría sus candidaturas a alcaldías y gobernaciones. Su anuncio generó un nuevo terremoto en el petrismo, un sector que prefiere destacar nuevos liderazgos, así no tengan votos probados en las urnas.
Aun así, el Pacto Histórico se tragó el sapo de Roy Barreras porque su destreza para manejar el Congreso le garantizó al presidente en sus primeros ocho meses de gobierno el avance de algunas de sus controvertidas iniciativas.